Debido a la naturaleza bactericida general de los antibióticos, se ha especulado que el uso repetitivo de antibióticos priva a las personas de un entorno bacteriano intestinal rico y, a través de esto, conduce a efectos adversos para la salud.
Ahora, un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Copenhague y el Centro de Diabetes Steno de Copenhague informa de que cuando se administran 3 antibióticos a hombres jóvenes y sanos durante 4 días se produce una erradicación casi completa de las bacterias intestinales, seguida de una recuperación gradual de la mayoría de las especies bacterianas a lo largo de un periodo de seis meses.
Sin embargo, después de los seis meses, a los participantes en el estudio todavía les faltaban nueve de sus bacterias beneficiosas comunes y unas cuantas bacterias nuevas potencialmente no deseables habían colonizado el intestino. Los resultados se publican hoy en Nature Microbiology.
«Demostramos que la comunidad bacteriana intestinal de los adultos sanos es resistente y capaz de recuperarse tras la exposición simultánea a corto plazo a tres antibióticos diferentes Sin embargo, nuestros resultados también sugieren que la exposición a antibióticos de amplio espectro puede diluir la diversidad del ecosistema bacteriano intestinal. Los antibióticos pueden ser una bendición para preservar la salud humana, pero sólo deben utilizarse en función de pruebas claras de una causa bacteriana de la infección», explica el director del estudio, el profesor Oluf Pedersen, del Centro de Investigación Metabólica Básica de la Fundación Novo Nordisk.
¿Se debe la falta de microbios intestinales beneficiosos en el mundo occidental al uso excesivo de antibióticos?
El estudio consiste en una intervención de cuatro días con tres antibióticos de amplio espectro denominados de «último recurso» en 12 hombres adultos sanos. El método con un cóctel de tres antibióticos se diseñó para imitar los tratamientos reales en las unidades de cuidados intensivos.
El intestino es un reservorio de cientos de especies bacterianas diferentes con genes resistentes a los antibióticos. Esto se confirmó en el estudio, ya que estos genes bacterianos fueron la fuerza iniciadora que condujo a la reposición de bacterias en el intestino.
«En este caso, es bueno que podamos regenerar nuestra microbiota intestinal, lo cual es importante para nuestra salud general. La preocupación, sin embargo, está relacionada con la pérdida potencialmente permanente de bacterias beneficiosas después de múltiples exposiciones a los antibióticos durante nuestra vida. Hay pruebas de que las poblaciones occidentales tienen una diversidad considerablemente menor de su microbiota intestinal que los nativos que viven en ciertas partes de África y el Amazonas. Una posible explicación de este hecho puede ser el uso generalizado de antibióticos en el tratamiento de enfermedades infecciosas», afirma Oluf Pedersen.