La verdadera historia detrás de la estrafalaria foto de la lengua de Einstein

Todo el mundo conoce la estrafalaria e icónica foto de la lengua de Einstein, pero pocos conocen la historia que hay detrás. Esto es lo que ocurría en ese momento exacto.

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Conoces a Einstein, ¿verdad? Seguro que sí. Lo conoces por lo que otros dicen de él: que fue uno de los mayores genios de la historia. Le conoces por lo que hizo: revolucionar la física tal y como la conocemos. Le conoces por su famosa ecuación: E=mc2. Pero probablemente le conozcas más por esta foto icónica, estrafalaria y francamente extravagante:

Via Quora

Einstein es posiblemente el científico más famoso del siglo XX. Como premio Nobel y autor de la Teoría de la Relatividad, fue y sigue siendo una de las figuras más respetadas de la historia, con un aura de otro mundo que viene con la etiqueta de «genio», una etiqueta que genera grandes expectativas también. Por eso, ver una foto así viniendo de una figura como él no deja de ser sorprendente. Y a todos nos encanta. Aquí está la verdadera historia detrás de la foto más icónica y estrafalaria de Einstein.

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Un día para celebrar

Un feliz día del 14 de marzo de 1951, Einstein estaba listo para celebrar su 72 cumpleaños. En ese momento trabajaba en la Universidad de Princeton, y amigos y colegas se reunieron para honrar al rockstar del mundo de la ciencia en una fiesta que, como resultó, sería recordada para siempre.

Siendo el afamado científico que era, no es de extrañar que la fiesta estuviera plagada de fotógrafos. Entre ellos estaba Arthur Sasse, de UPI. Él y el resto no paraban de hacer una foto tras otra, lo que acabó dejando a Einstein exhausto. Se pasó toda la noche sonriendo para las cámaras, después de todo.

Einstein visiblemente cansado momentos antes de que se tomara la famosa foto. Vía Twitter.

Mientras Einstein se preparaba para irse, los fotógrafos seguían presionando. Así que se subió a un coche con Frank Aydelotte, el antiguo director del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton, y Marie Jeanette, la esposa de Aydelotte. Pero pronto, una nueva oleada de fotógrafos apareció junto a ellos, intentando tomar una última foto del cumpleañero.

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Una foto de más fue una foto perfecta

Pero Einstein estaba cansado. Su rostro estaba cansado. Ya no podía sonreír -ni estaba dispuesto a hacerlo en ese momento-. Por eso, cuando Sasse se acercó a la puerta abierta del coche y le pidió una última mirada a la cámara, Einstein respondió rápidamente con una expresión irónica, despectiva e irreverente. Sasse aprovechó la oportunidad y capturó ese momento exacto, sin saber entonces que en su cámara tenía la que se convertiría en la foto más famosa del genio.

Einstein parecía verdaderamente harto, ¿no? Foto vía Quora.

Cuando Sasse entregó a sus editores todo el ramillete de fotos de aquella noche, la mayoría de ellos pensó que sería inapropiado publicar esa en concreto. Pero Einstein no era más que un buen deportista con sentido del humor. Cuando vio la foto por primera vez, le encantó y pidió a UPI nueve copias para su uso personal. Él mismo hizo recortar a Frank y Marie para poder enviarla a sus amigos y familiares como tarjeta de felicitación. Así nació la versión de la foto que todos conocemos y amamos. Ni que decir tiene que UPI no tuvo reparos en publicarla después.

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El camino a la inmortalidad

Einstein murió cuatro años más tarde, y su patrimonio acabó concediendo la licencia de la fotografía para su mayor difusión. En aquel entonces surgieron muchas copias, y durante las siguientes seis décadas todo tipo de impresiones, ediciones, rendiciones, homenajes y reimaginaciones se abrieron paso en la cultura popular como pocas fotos antes lo hicieron.

Después de todos estos años, la foto sigue siendo una de las imágenes más icónicas de todo un siglo, que capta el espíritu alegre de un ser humano realmente extraordinario.

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