Una de las ciudades mejor conservadas de Europa, Brujas (en neerlandés, Brugge) es una mezcla mágica de arquitectura medieval, calles empedradas y plazas de postal, todo ello atravesado por amplios y serenos canales. Con su colección de impresionantes museos, cervecerías históricas, chocolaterías de categoría mundial, hoteles con encanto y sabrosos restaurantes, no es de extrañar que la ciudad sea el destino más popular de Bélgica. Deslizarse por un canal en un barco al aire libre es una actividad imperdible en la «Venecia del Norte». Ya sea comprando la pieza perfecta de encaje hecho a mano o contemplando las obras de arte de un pintor flamenco del siglo XV, las atracciones de Brujas ofrecen experiencias memorables para cada viajero.
10. Choco-Story
flickr/mlckeeperkeeper Como complemento a las numerosas tiendas de chocolate de Brujas, el museo Choco-Story ofrece a los visitantes una gran cantidad de información sobre el manjar, incluyendo una mirada a la historia de la transformación del grano de cacao en el sabroso manjar. Las exposiciones de esta popular atracción de Brujas relatan el descubrimiento del cacao en América y examinan cómo este nuevo alimento se hizo popular en Europa. También se expone el arte de la elaboración del chocolate, con demostraciones en vivo que ofrecen a los visitantes la oportunidad de probar los resultados in situ. El museo, apto para familias, también incluye cazas de chocolate para niños.
9. Groeningemuseum
flickr/SpirosK photography Los amantes del arte encontrarán un tesoro de obras maestras flamencas en el apreciado Museo Groeninge. Las colecciones incluyen pinturas de Jan van Eyck, que pasó sus últimos años viviendo y trabajando en la ciudad. Con su atención al detalle y su alto grado de realismo, su pintura de la Virgen con el Niño ilustra la contribución de este hábil artista al desarrollo de la pintura al óleo. También se exponen cuadros de artistas modernos belgas, especialmente el surrealista «Serenidad» de Paul Delvaux. Otros pintores representados en este museo de visita obligada son Hieronymus Bosch, Hugo Van Der Goes y Hans Memling.
8. Minnewater
Los canales de Brujas son conocidos por su suave fluir, y no hay mejor lugar para disfrutar de la belleza de la ciudad reflejada en las tranquilas aguas que en la orilla del Minnewater, un amplio canal conocido como el Lago del Amor. El apodo proviene de la historia de una chica llamada Minna que murió intentando escapar de un matrimonio concertado a los brazos de su amante Stromberg. La leyenda local dice que los amantes que cruzan el puente del lago experimentarán el amor eterno. El lago rectangular, que en su día fue un muelle en el que atracaban barcos y barcazas, forma ahora parte del Minnewaterpark, un espacio verde público que también incluye restos de ruinas de castillos.
7. Onze Lieve Vrouwekerk
La estructura más alta de Brujas y una de las más llamativas visualmente, la Iglesia de Nuestra Señora es un edificio medieval con una aguja central de ladrillo que se eleva sobre la ciudad. Onze Lieve Vrouwekerk es más conocida por la estatua de mármol blanco de la Virgen con el Niño, la única obra de Miguel Ángel que salió de Italia en vida del artista. La impresionante escultura está situada en un retablo de la nave sur de la capilla. El ábside de la iglesia es el lugar de descanso final de Carlos el Temerario y María de Borgoña. Las efigies de bronce del último duque valois de Borgoña y de su hija adornan las tumbas de mármol.
6. Ten Wijngaerde
flickr/Wolfgang Staudt Fundado en 1245, el «Beguinaje principesco Ten Wijngaerde», comúnmente llamado Begijnhof, es el último beguinaje que sobrevive en Brujas. Aunque el tranquilo complejo ya no alberga a las beguinas, es un sereno recordatorio de las mujeres de mentalidad religiosa que vivieron aquí sin hacer votos. En la actualidad, Ten Wijngaerde es un convento benedictino en el que los visitantes pueden pasear entre las estructuras encaladas, el espacio verde central y la iglesia del siglo XIII. Un pequeño museo del beguinaje ofrece una visión de cómo era la vida de las mujeres que se retiraban del mundo y hacían del beguinaje su hogar.
5. Cervecería De Halve Maan
flickr/Bernt Rostad Un recorrido de 45 minutos por el museo de la cervecería De Halve Maan ofrece a los visitantes una visión interna de las técnicas de elaboración que han convertido a Bélgica en uno de los mejores países productores de cerveza del mundo. De las 180 cervecerías del país, De Halve Maan es una de las más antiguas. Seis generaciones han gestionado este establecimiento familiar desde 1856. El precio de la entrada incluye una botella gratuita de la cerveza rubia Bruges Zot o de la Straffe Hendrik, de alto contenido alcohólico. Los visitantes pueden degustar otras variedades en el bar o el restaurante de la cervecería.
4. Basílica de la Santa Sangre
flickr/Chris Parker La principal atracción de la Heilig-Bloedbasiliek, del siglo XII, situada en la plaza Burg, es un fragmento de tela que se cree que está manchado con la sangre de Cristo. La leyenda dice que la reliquia se obtuvo durante la Segunda Cruzada en Jerusalén. Encerrada en un frasco de cristal dentro de un cilindro dorado, se expone todos los viernes en un tabernáculo de plata en la capilla del piso superior, muy renovada, y adornada con murales y vidrieras. Con su diseño sobrio y su atmósfera serena, la capilla inferior, muy bien conservada, es un bello ejemplo del estilo arquitectónico románico.
3. Campanario de Brujas
Este campanario medieval data de 1240, y fue construido en una época en la que Brujas tenía una gran importancia en la industria textil. Fue reconstruido tras ser destruido por un incendio 40 años más tarde, y otros incendios ocurrieron en los siglos siguientes. Hoy en día, las campanas siguen sonando en la torre. Subir los 366 escalones hasta el reloj del campanario recompensa a los visitantes con una vista panorámica de la ciudad.
2. Markt de Brujas
flickr/Shemsu Hor Pocas plazas europeas cuentan con tantos cafés en las aceras, tiendas y tesoros arquitectónicos como la plaza principal de Brujas. Desde el año 958, esta enorme plaza ha sido el principal mercado y centro administrativo de la ciudad. Aunque la mayoría de las estructuras que se mantienen en pie hoy en día datan del siglo XIX, el campanario del siglo XIII, conocido como Belfort, sigue dando las horas. Muchos de los edificios a dos aguas que se alinean en los lados oeste y norte de la plaza son reconstrucciones de las tradicionales casas consistoriales. En el Markt se ofrecen paseos en coche de caballos para realizar visitas de media hora.
1. Canales de Brujas
Debido a sus canales, Brujas es a menudo llamada «La Venecia del Norte». En la Edad Media, el río ‘Reie’ se convirtió en una red de canales que permitía a los comerciantes llevar sus productos a las grandes salas de agua del mercado. Hoy en día, un paseo en barco por estos famosos canales permite ver algunos de los lugares más bellos de Brujas. De todos los canales, el Groenerei (el «canal verde») es el más romántico. La mejor forma de verlo es desde el Peerdebrug (Puente de los Caballos); mirando hacia el Meebrug, el canal está bordeado de árboles y enredaderas, elegantes mansiones y casas de beneficencia del siglo XVII y coronado por la torre de la catedral.