10 rasgos que comparten las personas empáticas

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La marca de un empático es sentir y absorber las emociones y, o, los síntomas físicos de otras personas debido a su alta sensibilidad. Estas personas filtran el mundo a través de su intuición y les cuesta intelectualizar sus sentimientos. Como psiquiatra y empática, conozco los retos de ser una persona altamente sensible. Cuando se ven abrumados por el impacto de las emociones estresantes, los empáticos pueden experimentar ataques de pánico, depresión, fatiga crónica, atracones de comida, sexo y drogas, o mostrar muchos otros síntomas físicos que desafían el diagnóstico tradicional.

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Pero los empáticos también pueden aprender a centrarse para no sentir demasiado ni sobrecargarse. El primer paso es reconocer que eres un empático. Estos son los 10 rasgos principales de un empático, extraídos de The Empath’s Survival Guide: Estrategias de vida para personas sensibles. Mira si te sientes identificado:

1. Los empáticos son altamente sensibles

Los empáticos son naturalmente dadivosos, espiritualmente abiertos y buenos oyentes. Si quieres corazón, los empáticos lo tienen. En las buenas y en las malas, estos nutricionistas de clase mundial estarán ahí para ti. Pero también pueden herir fácilmente sus sentimientos: A menudo se les dice a los empáticos que son «demasiado sensibles» y que necesitan «endurecerse».

2. Los empáticos absorben las emociones de los demás

Los empáticos están altamente sintonizados con los estados de ánimo de los demás, buenos y malos. Sienten todo, a veces hasta el extremo. Asumen la negatividad como la ira o la ansiedad, lo que puede ser agotador para ellos. Sin embargo, si están rodeados de paz y amor, sus cuerpos los asumen y florecen.

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3. Muchos empáticos son introvertidos

Los empáticos se agobian en las multitudes, lo que puede amplificar su empatía. Tienden a ser introvertidos y prefieren el contacto uno a uno o los grupos pequeños. Incluso si un empático es más extravertido puede preferir limitar el tiempo que pasa en una multitud o en una fiesta.

4. Los empáticos son altamente intuitivos

Los empáticos experimentan el mundo a través de su intuición. Es importante para ellos desarrollar su intuición y escuchar sus sentimientos viscerales sobre las personas. Esto ayuda a los empáticos a encontrar relaciones positivas y a evitar a los vampiros de energía. (Ver: Cómo desarrollar tu intuición.)

5. Los empáticos necesitan tiempo a solas

Como superrespondedores, los empáticos encuentran que estar rodeados de gente puede ser agotador, por lo que periódicamente necesitan tiempo a solas para recargarse. Incluso una breve escapada evita la sobrecarga emocional. Por ejemplo, a los empáticos les gusta coger su propio coche cuando van a un sitio para poder irse cuando les plazca.

6. Los empáticos pueden sentirse abrumados en las relaciones íntimas

Demasiada unión puede ser difícil para un empático, por lo que pueden evitar las relaciones íntimas. En el fondo temen ser engullidos y perder su identidad. Para que los empáticos se sientan a gusto en una relación, hay que redefinir el paradigma tradicional para estar en pareja. (Ver: Secretos para personas sensibles: por qué los empáticos se quedan solos.)

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7. Los empáticos son el objetivo de los vampiros de energía

La sensibilidad de un empático lo convierte en un blanco especialmente fácil para los vampiros de energía, cuyo miedo o rabia pueden minar su energía y su paz mental. Estos vampiros pueden hacer más que drenar la energía física de un empático. Los más peligrosos, como los narcisistas (que carecen de empatía y sólo se preocupan por sí mismos), pueden hacer que los empáticos crean que no son dignos ni queribles. Otros vampiros son La Víctima, El Hablador Crónico, La Reina del Drama y otros. (Ver Cuatro estrategias para sobrevivir a los vampiros emocionales.)

8. Los empáticos se reponen en la naturaleza

El ajetreo de la vida cotidiana puede ser demasiado para un empático. El mundo natural les nutre y restaura. Les ayuda a liberar sus cargas y pueden refugiarse en la presencia de cosas verdes silvestres, el océano u otras masas de agua.

9. Los empáticos tienen los sentidos muy afinados

Los nervios de un empático se pueden crispar por el ruido, los olores o el exceso de conversación.

10. Los empáticos tienen un corazón enorme, pero a veces dan demasiado

Los empáticos son personas de gran corazón y tratan de aliviar el dolor de los demás: un indigente que sostiene un cartel de cartón de «Tengo hambre» en un cruce concurrido, un niño herido, un amigo angustiado. Es natural querer acercarse a estas personas y aliviar su dolor. Pero los empáticos no se detienen ahí. En lugar de eso, lo asumen: de repente son ellos los que se sienten agotados o molestos cuando antes se sentían bien.

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Como empática, utilizo muchas estrategias para proteger mis sensibilidades, como la gestión feroz del tiempo, el establecimiento de límites y fronteras con las personas que son agotadoras, la meditación para calmarme y centrarme, y salir a la naturaleza. Considero que ser empático es un regalo, pero he tenido que aprender a cuidarme. Los empáticos tienen necesidades especiales. Si eres uno de nosotros, es importante honrar tus necesidades y comunicárselas a tus seres queridos.

Adaptado de The Empath’s Survival Guide: Estrategias de vida para personas sensibles.

Crédito de la imagen enlazada: panitanphoto/

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