1. Dale a los pies malolientes el tratamiento para las axilas:
No debería ser una sorpresa que el mismo antitranspirante que usas en las axilas también puede mantener los pies menos sudorosos (y por lo tanto menos olorosos). Simplemente rocíalo o aplícalo con un rodillo antes de ponerte los zapatos y los calcetines.
2. Lávate los pies a diario:
Usa agua tibia con un jabón desodorante o antibacteriano.
3. Sube la temperatura:
Si tienes los pies malolientes y eres propenso a tener pie de atleta u hongos en las uñas, sécate los pies con un secador de pelo a la temperatura más baja. Esto ayuda a evitar la infección y reduce la humedad.
4. Prueba un baño de pies con té negro:
Hierve dos bolsas de té en dos tazas de agua durante 15 minutos. Retira las bolsitas y diluye el té con dos litros de agua. Deja que la mezcla se enfríe si es necesario, y luego remoja tus pies durante 30 minutos. Repite la operación todos los días. El ácido tánico del té negro fuerte mata las bacterias y cierra los poros para que tus pies suden menos.
5. Haz un remojo de pies que combata el olor:
Agrega una taza de vinagre a un recipiente con agua tibia. Para que la fuerza de la lucha contra los olores sea mayor, añade unas gotas de aceite de tomillo. Este aceite contiene un potente antiséptico que elimina las bacterias que causan el mal olor. Sumerge los pies de 15 a 20 minutos al día durante una semana. (Considera que este tratamiento está prohibido si tienes alguna llaga abierta o piel rota.)
6. Añade un chorrito de enjuague bucal:
Si no tienes acceso al aceite de tomillo, puedes comprar fácilmente un producto que lo contenga: Listerine. Prueba a añadir un chorrito a tu baño de pies. (Se aplica la misma precaución que con el aceite de tomillo.)
7. Regálate un masaje aromático para los pies:
El aceite de lavanda no sólo huele bien, sino que ayuda a eliminar las bacterias. Frota unas gotas en tus pies y masajea antes de irte a la cama por la noche. Cubre tus pies con calcetines. Antes de probar este remedio, comprueba que el aceite no irritará tu piel poniendo una gota en una zona pequeña.
8. Saca la sal de Epsom:
Mezcla dos tazas de sal de Epsom en una palangana llena hasta la mitad con agua tibia. Remoja tus pies durante 15 minutos dos veces al día. La sal de Epsom actúa como astringente para reducir la sudoración y puede matar las bacterias.
9. Prueba un tratamiento para el acné:
Aplica un gel de peróxido de benzoilo al 5% o al 10% en la planta de los pies para combatir las bacterias. ¿Por qué no? Funciona en la cara.
10. Aprovecha el poder de los polvos:
Pulveriza tus pies con polvos de talco o polvos especiales para pies antes de ponerte los zapatos y los calcetines. Absorberá el sudor que causa el mal olor.
11 & 12. Busca una alternativa a los polvos en la despensa:
Otros dos buenos polvos para los pies que puedes probar son el bicarbonato de sodio, que neutraliza el olor, y la maicena, que absorbe la humedad.
13. Vístete bien para oler mejor:
Cambia tus calcetines al menos una vez al día, sustituyéndolos por un par limpio.
14. Alterna entre al menos dos pares de zapatos:
Después de usar un par, apártalos y deja que se aireen durante al menos 24 horas.
15. Mantén tus pies ventilados:
Usa zapatos con laterales de malla abiertos o sandalias que permitan que tus pies «respiren». Tus pies también respirarán mejor si usas calcetines de algodón en lugar de poliéster.
16. Trata a los zapatos con conocimiento:
Comprueba las instrucciones de cuidado de tus zapatos deportivos. Si son lavables, mételos en la lavadora al menos una vez al mes.
17. No guarde los zapatos malolientes fuera de la vista:
Guarde sus zapatos en un lugar luminoso y ventilado-no en un armario oscuro, donde las bacterias prosperan.
18. Refresca con cedro:
Cada vez que guardes tus zapatos, introduce una bolsita llena de virutas de cedro. También puedes probar productos que consisten en bolsas de malla rellenas de zeolita. La zeolita es un mineral volcánico natural que atrae los olores y los atrapa. Exponga la bolsa reutilizable al sol durante seis horas entre cada uso para descargar los olores recogidos.
19. Ponte unas plantillas:
Compra unas plantillas que absorban los olores y córtalas a medida. Sustitúyalas cada tres o seis meses. Si tus zapatos tienen plantillas extraíbles, sácalas a secar cada vez que te descalces. Y métalas en la lavadora de vez en cuando.