¿Cuánto sabes realmente sobre los síntomas de la menopausia? Los sofocos y los sudores nocturnos son algunos de los efectos secundarios más comúnmente reconocidos de este cambio hormonal de la mediana edad, sin embargo, hay un montón de otros síntomas relacionados mucho menos familiares. Algunos afectan más a la vida que otros, pero como muchas mujeres todavía no se sienten capaces de abrirse, muchas de nosotras ni siquiera nos damos cuenta de que los síntomas físicos y emocionales que experimentamos están relacionados con las hormonas.
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Los más comunes:
Los sofocos y los sudores nocturnos. El 75% de las mujeres menopáusicas experimentan sofocos y sudores nocturnos que pueden afectar a las mujeres durante una media de cinco años durante la menopausia. Promensil Spray Refrescante ofrece un alivio instantáneo de las molestias de los sofocos y los sudores nocturnos. Esta fórmula suave, clínicamente probada y patentada, aleja el calor de la piel, reduciendo rápida y eficazmente la temperatura y el enrojecimiento de la piel.
Las menstruaciones irregulares y los intervalos acortados entre ellas suelen darse en la menopausia temprana.
El aumento de la libido puede ocurrir antes de comenzar la menopausia, cuando su cuerpo puede tener un aumento dramático de estrógeno. Es posible que te encuentres con más ganas de sexo que antes.
La sequedad vaginal afecta a la mitad de las mujeres posmenopáusicas de entre 51 y 60 años, según una encuesta de Menopause Matters.
Los cambios de humor fueron estudiados por expertos de la Universidad de Calgary, en Canadá, que hicieron un seguimiento de 282 mujeres que estaban pasando por la menopausia. Los cambios de humor afectaron a 78 de ellas.
Dolor de mamas:
El dolor de mamas puede producirse en esta época de transición en la que las menstruaciones se ralentizan y finalmente cesan. El cambio en la producción de hormonas es lo que lo provoca. Los pechos también pueden parecer menos llenos debido al cambio en los niveles de estrógeno.
Los dolores de cabeza durante la menopausia pueden ser más comunes entre las mujeres que los sufrieron durante sus períodos. Son comunes, pero si persisten, se recomienda una visita al médico.
Dolor en las articulaciones. Un estudio reciente ha arrojado nueva luz sobre un tipo de artritis poco conocido, conocido como «artritis menopáusica», que afecta a las mujeres al inicio de la menopausia y que provoca dolor e inflamación de moderada a grave, principalmente en los dedos y las muñecas.
Lengua ardiente. El estrógeno juega un papel importante en la formación de la saliva, por lo tanto, una vez que los niveles de estrógeno disminuyen esto puede causar el síndrome de la boca ardiente. En esta condición se produce un dolor ardiente en zonas generalizadas de toda la boca, incluyendo la lengua, los labios, el paladar y las mejillas.
Choques eléctricos. Es un hecho cierto que las hormonas femeninas se comportan de forma errática en la perimenopausia y la menopausia y en algunas mujeres, esto puede conducir a un aumento de los niveles de descargas eléctricas. Aunque la sensación de descarga eléctrica puede producirse en cualquier momento, se sabe que suele ocurrir inmediatamente antes de un sofoco.
Problemas digestivos. El estrógeno ayuda a mantener controlada la hormona del estrés, el cortisol. Pero cuando el estrógeno baja, el cortisol aumenta, lo que a su vez tiene un impacto en nuestro sistema digestivo. Entre los problemas digestivos más comunes se encuentran la hinchazón, la indigestión, el reflujo ácido, los calambres abdominales, el estreñimiento, la diarrea, el aumento de peso, las flatulencias y las náuseas.
Los problemas de encías y la experimentación de un sabor metálico en la boca afectan a entre el 10 y el 40 por ciento de las mujeres menopáusicas, según las investigaciones.
La tensión muscular es la sensación de que los músculos están siempre tensos o tensa, a veces hasta el punto de dolor crónico y está estrechamente relacionado con el estrés y la ansiedad.
Picazón en la piel. La disminución de los niveles de estrógeno en su cuerpo puede reducir los niveles de colágeno, lo que puede conducir a una piel más fina y seca.
El hormigueo en las extremidades, aunque no es un síntoma común de la menopausia o de la posmenopausia, puede ser inquietante y desagradable. Este hormigueo puede afectar a cualquier parte del cuerpo, aunque comúnmente se produce en los pies, las piernas, los brazos y las manos.
Cambios:
Ansiedad. ¿Sabías que los cambios mentales y los sentimientos de ansiedad derivados de la menopausia pueden afectar hasta a una de cada tres mujeres?
Fatiga. Una cuarta parte de las mujeres afirman sufrir casos extremos de cansancio durante la menopausia.
La pérdida de cabello y otros cambios capilares pueden comenzar en el período previo y durante la menopausia. El adelgazamiento del cabello durante la menopausia es difícil de contrarrestar. Nadie de más de 40 años tendrá el mismo volumen de pelo que tenía a los 20, pero la menopausia puede ser una causa adicional y acelerada de pérdida de cabello.
Trastornos del sueño. En los años que van de la peri a la postmenopausia es cuando las mujeres reportan más problemas para dormir, dice la Fundación Nacional del Sueño. De hecho, hasta un 61% reporta síntomas de insomnio.
Dificultad para concentrarse. El estrógeno es un «regulador maestro», regula tu cerebro, empujándolo a quemar glucosa para producir energía. A medida que el estrógeno disminuye, el cerebro no trabaja tanto, por lo que los niveles de energía en el cerebro disminuyen y pueden causar una falta general de enfoque y concentración.
Los lapsos de memoria causados por la fatiga y los cambios hormonales pueden hacerte más olvidadiza de lo habitual. Pero estos lapsos de memoria suelen ser sólo temporales.
Los mareos inexplicables a menudo se pasan por alto, pero los mareos y el vértigo no son infrecuentes durante la menopausia y se cree que están causados por las fluctuaciones hormonales, en particular, por un descenso en la producción de estrógenos.
El aumento de peso resultante de los cambios hormonales durante la menopausia puede combatirse con una dieta saludable y ejercicio, ya que el metabolismo se ralentiza.
La incontinencia por estrés puede ocurrir alrededor de la época de la menopausia, aunque el envejecimiento natural en lugar de las hormonas puede ser el factor principal aquí.
La hinchazón no es infrecuente durante la menopausia y a menudo se experimenta más comúnmente durante la etapa preliminar de la peri-menopausia.
Las alergias pueden ocurrir a veces con un cambio en los niveles hormonales. Puede descubrir que es alérgica a cosas con las que nunca había tenido problemas antes porque las hormonas están estrechamente relacionadas con el sistema inmunológico del cuerpo.
Las uñas quebradizas pueden ser causadas por la disminución de los niveles de estrógeno, que conducen a la deshidratación. Esta «sequedad» puede afectar a todo el cuerpo, incluidos el cabello y la piel.
Los cambios en el olor corporal pueden producirse porque las mujeres menopáusicas pueden notar que sudan más de lo habitual. Los cambios hormonales también pueden cambiar su olor.
Los latidos irregulares del corazón o las palpitaciones pueden ser causados por la disminución de los niveles de estrógeno de la menopausia que sobreestimulan los sistemas nervioso y circulatorio. Sin embargo, es importante que se compruebe esto, por si la culpa la tiene una afección cardíaca.
La depresión es cuatro veces más probable que afecte a las mujeres en edad menopáusica, en comparación con las mujeres menores de 45 años.
La irritabilidad y los sentimientos de tristeza son los síntomas emocionales más comunes de la menopausia. A menudo, pueden manejarse mediante cambios en el estilo de vida, como aprender formas de relajarse y reducir el estrés.
Trastorno de pánico. Las fluctuaciones en los niveles hormonales significan, por desgracia, que las mujeres menopáusicas son más susceptibles de sufrir ataques de pánico que casi cualquier otra persona. Hay muchos cambios en el estilo de vida y remedios naturales que pueden ayudar a controlar la ansiedad y los ataques de pánico.
Otros:
La osteoporosis puede ser un factor de alto riesgo después de la menopausia. Algunas mujeres experimentan un descenso del 20% en la densidad ósea entre cinco y siete años después de la menopausia, lo que las hace correr un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, según nhs.co.uk. Este rápido descenso de la densidad ósea se debe a la caída de los niveles de estrógeno.
¡No te desanimes! Aunque la lista de posibles síntomas de la menopausia es larga, no todas las mujeres experimentan todos o alguno de ellos. Y en la mayoría de los casos, son manejables con los consejos adecuados, cambios en el estilo de vida y tratamiento.