Los empleados productivos son el alma de todo negocio de contratación, pero ¿cómo evalúa sus niveles de rendimiento? Entienden sus objetivos y expectativas? Están cumpliendo sus objetivos personales?
Toda empresa debe supervisar y evaluar continuamente a sus empleados; aquí hay siete formas sencillas de medir rápidamente el rendimiento y asegurarse de que su empresa va por el buen camino:
Puntualidad: Los empleados que llegan regularmente tarde al trabajo o se ausentan con frecuencia de la oficina es poco probable que estén cumpliendo sus objetivos de rendimiento. Aquí hay que abordar la cuestión de fondo: ¿han recibido la formación adecuada? ¿Se llevan bien con sus compañeros y su jefe? Los problemas de puntualidad significan que un empleado no está haciendo su trabajo en todo su potencial y una actitud negativa también puede estar afectando a sus compañeros.
Calidad del trabajo: La finalización puntual de los proyectos con el nivel deseado es un indicador clave para medir el rendimiento de los empleados. El trabajo que se realiza, ¿es medio o sobresaliente? ¿Están dedicando el máximo esfuerzo a los proyectos? ¿Su actitud está afectando a su capacidad para cumplir sus expectativas? ¿Comprenden sus objetivos de rendimiento personal? Las respuestas a estas preguntas le ayudarán a comprender las causas fundamentales de cualquier problema.
Observe los hábitos personales: Los malos hábitos perpetuos pueden mermar el rendimiento de los empleados. Esto puede incluir la complacencia en los chismes de la oficina, tomar descansos no autorizados, el comportamiento disruptivo y el uso de los ordenadores por razones personales (como las redes sociales, las compras en línea). Para evitar que estos hábitos sean adoptados por sus compañeros de trabajo, debes tener claro qué es aceptable en tu empresa y emitir un código de comportamiento adecuado.
Comprueba su actitud: Una mala actitud suele manifestarse en un comportamiento insubordinado. De nuevo, esto es indicativo de un individuo que probablemente no esté cumpliendo con sus objetivos de rendimiento. Por lo general, estos empleados no cumplirán con las políticas de la empresa y es probable que muestren falta de respeto por su empresa y sus compañeros de trabajo.
Revise la presentación personal: La mayoría de las empresas tienen un código de vestimenta profesional apropiado para el trabajo y la cultura de la empresa. Los empleados que hacen caso omiso de sus expectativas y presentan una apariencia desaliñada o descuidada reflejan mal su imagen. Es probable que su rendimiento tampoco cumpla con tus expectativas.
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Realice controles aleatorios: Dependiendo de la naturaleza de su negocio, considere la posibilidad de implementar controles aleatorios con respecto a los estándares de calidad. Esto puede incluir la revisión de las llamadas telefónicas y la comprobación de los registros. Aunque sus empleados sean conscientes de esta política, la naturaleza aleatoria de los controles puede motivar al personal a tener un rendimiento constante.
La evaluación del rendimiento de los empleados debe llevarse a cabo de forma continua y abarcar todas las áreas de su ética de trabajo y sus logros individuales. Recuerde también que el bajo rendimiento o los comportamientos negativos pueden ser también síntoma de un problema subyacente en la cultura de su organización, por lo que debe contar con un plan para abordar cualquier problema que descubra.
Imagen: basketman/FreeDigitalPhotos.net