A estas alturas, probablemente hayas oído que comer carne es malo para ti. La Organización Mundial de la Salud fue noticia el año pasado cuando declaró que la carne procesada es un «carcinógeno» que aumenta el riesgo de cáncer de colon o recto en un 18%. Pero no sólo la carne procesada supone un riesgo para la salud: la ciencia sabe desde hace tiempo que comer todo tipo de animales, incluida la «carne blanca», es malo. Yo mismo tenía una vaga idea de que comer demasiada carne no era bueno para mi salud, pero como sólo solía comer «un poco» de carne, y normalmente orgánica, me consideraba exento. Pues bien, no tanto. Aunque reducir el consumo de carne en cualquiera de sus formas es un gran paso, el hecho es que comer cualquier tipo de carne – sin hormonas o no – supone varios riesgos graves a largo plazo para la salud. Vale la pena saber exactamente cuáles son los riesgos para la salud de comer carne, para que puedas tomar una decisión informada por ti mismo sobre cuánto riesgo crees que es necesario correr al seguir consumiendo animales.
Aquí tienes ocho razones por las que comer carne es malo para ti.
- Aumenta significativamente el riesgo de cáncer
- Aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes
- Comer carne hace más difícil mantener un peso corporal saludable
- La carne conlleva el mayor riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos
- Podría contribuir a la disfunción eréctil en los hombres
- La mayor parte de la carne contiene hormonas
- Puede hacerte resistente a los antibióticos
- Aumenta el riesgo de muerte
Aumenta significativamente el riesgo de cáncer
La mayoría de nosotros vimos la noticia el año pasado cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la carne procesada como un «carcinógeno» que aumenta el riesgo de padecer cáncer de colon o recto en un 18%. Pero no es sólo la carne procesada la que le pone en riesgo. Una amplia gama de estudios de las mejores universidades e investigadores independientes ha descubierto que comer pollos, vacas y otros animales fomenta el cáncer en muchas formas. Grandes estudios realizados en Inglaterra y Alemania mostraron que los vegetarianos tenían un 40% menos de probabilidades de desarrollar cáncer en comparación con los consumidores de carne, siendo las formas más comunes el cáncer de mama, próstata y colon. Un estudio de Harvard de 2014 descubrió que una sola ración al día de carne roja durante la adolescencia se asociaba a un riesgo 22 por ciento mayor de cáncer de mama premenopáusico, y que el mismo consumo de carne roja en la edad adulta se asociaba a un riesgo 13 por ciento mayor de cáncer de mama en general.
Se manejan varias hipótesis para explicar la conexión entre el consumo de carne y el riesgo de cáncer. En primer lugar, la carne carece de fibra y otros nutrientes que tienen un efecto protector contra el cáncer. La carne también contiene proteínas animales, grasas saturadas y, en algunos casos, compuestos cancerígenos como las aminas heterocíclicas (HCA) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), que se forman durante el procesamiento o la cocción. La carne también contiene hormonas, que aumentan el riesgo de cáncer (más sobre esto en un momento).
Aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes
Esta es la razón por la que Bill Clinton se hizo vegano. La carne, los productos lácteos y los huevos contienen colesterol y grasas saturadas y contribuyen a las principales causas de muerte en Estados Unidos: ataques al corazón, derrames cerebrales, diabetes y varios tipos de cáncer. Décadas de estudios científicos han relacionado el colesterol de la dieta con las enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte en nuestro país, que mata a casi 2.200 estadounidenses al día. La grasa saturada está presente en toda la carne y el pescado, incluso en el pollo y el pavo cocinados sin piel.
Además, según un estudio publicado por la Asociación Americana de la Diabetes, las personas que consumen altas cantidades de proteína animal tienen un 22 por ciento más de posibilidades de desarrollar diabetes. La grasa saturada se ha relacionado incluso con el cáncer de mama, así como con la enfermedad de Alzheimer, la demencia y el deterioro cognitivo. Afortunadamente, hay muchas fuentes de proteínas de origen vegetal que son bajas en grasas saturadas y no harán que sus niveles de colesterol LDL («malo») se disparen.
Comer carne hace más difícil mantener un peso corporal saludable
Por supuesto, tú tienes que definir lo que significa para ti «un peso corporal saludable», y no estoy diciendo que debas hacerte vegetariano o vegano sólo para mantenerte delgado. Dicho esto, si usted está buscando mantener un IMC más bajo para su salud, vale la pena saber que los consumidores de carne son tres veces más propensos a ser obesos que los vegetarianos, y nueve veces más que los veganos. De media, los veganos pesan entre 3 y 5 kilos menos que los adultos que comen carne. Las dietas vegetarianas también se asocian con tasas metabólicas más altas (alrededor de un 16 por ciento más rápido para los veganos en comparación con los consumidores de carne).
La carne conlleva el mayor riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) informa que el 70 por ciento de las intoxicaciones alimentarias son causadas por carne animal contaminada. Las enfermedades transmitidas por los alimentos, como E. Coli, Salmonella y Campylobacter, causan un estimado de 76 millones de enfermedades, 325.000 hospitalizaciones y 5.000 muertes en los Estados Unidos cada año.
Comer carne te pone en un mayor riesgo de intoxicación alimentaria porque los productos de origen animal a menudo están contaminados con heces durante el sacrificio o el procesamiento. La contaminación fecal en el pollo, especialmente, es un problema importante. Según un estudio de Consumer Reports, el 97% del pollo crudo de los supermercados estadounidenses está contaminado con bacterias que podrían enfermar a los clientes. Así que si elimina los productos animales de su dieta, también estará eliminando su exposición al portador más común de estas bacterias.
Podría contribuir a la disfunción eréctil en los hombres
La carne, los huevos y los productos lácteos ralentizan el flujo de sangre a todos los órganos del cuerpo, y no sólo al corazón. Originalmente, se pensaba que la impotencia era causada sólo por la ansiedad, pero según el Instituto de Disfunción Eréctil, hasta el 90 por ciento de todos los casos de impotencia son en realidad físicos en lugar de psicológicos, lo que significa que el colesterol alto, la obesidad, la diabetes, el cáncer de próstata o las inflamaciones y los desequilibrios hormonales que provoca el consumo de carne también podrían contribuir a la impotencia.
Un nuevo estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition también sugiere que los hombres que combinan el ejercicio regular con una dieta rica en flavonoides, que se encuentran en frutas como las fresas, los arándanos y las manzanas, pueden reducir su riesgo de desarrollar disfunción eréctil en más de un 20 por ciento. Numerosos médicos y nutricionistas coinciden en que la mejor manera de prevenir la obstrucción de las arterias, así como otras múltiples afecciones que causan impotencia, es seguir una dieta rica en fibra, que incluya muchas frutas, verduras y cereales integrales. Por supuesto, usted puede seguir comiendo estos alimentos si come carne, pero va a tener menos porciones con el tiempo, y más riesgos para la salud añadidos a la mezcla.
La mayor parte de la carne contiene hormonas
Para que las vacas crezcan a un ritmo anormalmente rápido, la industria ganadera las alimenta con pellets llenos de hormonas. Aunque se encuentran niveles bajos de hormonas naturales en varios alimentos, a muchos científicos les preocupa que las hormonas artificiales inyectadas a las vacas causen especialmente problemas de salud en las personas que las consumen. Y aunque la carne orgánica o sin hormonas puede ser una mejor opción, tampoco estás eliminando las posibilidades de ingerir las hormonas sexuales de origen natural presentes en los animales cuando fueron sacrificados. Las hormonas sexuales progesterona, testosterona y estrógeno están presentes de forma natural en los animales, tanto si se les han administrado hormonas artificiales como si no, así que cuando comes esos animales, también estás comiendo hormonas.
Puede hacerte resistente a los antibióticos
Las granjas industriales son caldo de cultivo para las bacterias resistentes a los antibióticos, conocidas como «supergermen». En las granjas de todo Estados Unidos, los antibióticos de los que dependemos para tratar las enfermedades humanas se utilizan ahora para promover el crecimiento de los animales y para mantenerlos vivos en condiciones de vida horribles que, de otro modo, los matarían. Como resultado, se han desarrollado innumerables nuevas cepas de bacterias resistentes a los antibióticos.
Aproximadamente el 70 por ciento de los antibióticos utilizados en Estados Unidos cada año se administran a animales que se utilizan para la alimentación, lo que significa que si usted come carne, corre un mayor riesgo de hacerse resistente a los antibióticos. La vancomicina, un fármaco conocido como «última defensa» en la lucha contra las mortales infecciones de la sangre y la neumonía causadas por la bacteria estafilococo, se está quedando obsoleta porque se han desarrollado cepas resistentes en los animales de granja a los que se les administra el medicamento como estimulante del crecimiento.
Aumenta el riesgo de muerte
En gran parte debido a todos los riesgos de salud mencionados anteriormente, los consumidores de carne no viven tanto como los vegetarianos y veganos. Según un estudio de más de 70.000 personas publicado en la revista JAMA Internal Medicine, los vegetarianos tenían un 12 por ciento menos de probabilidades de morir durante un período de seguimiento de seis años que sus compañeros consumidores de carne. Los hombres vegetarianos viven una media de 83,3 años, en comparación con los no vegetarianos, que viven una media de 73,8 años. Las mujeres vegetarianas viven una media de 85,7 años, es decir, 6,1 años más que las no vegetarianas, según el Estudio de Salud Adventista-2. Si quieres llegar hasta el final, parece que prescindir de los animales es una de las cosas más sencillas que puedes hacer.
¿La conclusión? Una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud es comer menos carne o eliminarla por completo. En lugar de contribuir a la destrucción de tu cuerpo, del medio ambiente y de la vida de los animales, estarás del lado de la salud, la sostenibilidad y el respeto por todos los seres vivos.
Imágenes: Pexels; Cancer Research UK, The Science of Nutrition; Vegan Kitchen; Physicians Committee; Consumer Reports; The Truth About Agriculture