El adulterio está mal y es doloroso, pero el adulterio no suele ser un factor importante en la mayoría de los casos de divorcio en Texas. Mientras que algunos jueces pueden tener reacciones duras «anticuadas» al adulterio, la mayoría se da cuenta de que el engaño es generalmente sintomático de un matrimonio con problemas y no la única causa de un divorcio. A diferencia de la mayoría de la gente, los jueces de divorcio escuchan y ven lo peor del comportamiento humano a diario. Una simple aventura puede ser chocante para el ciudadano común, pero para un juez de divorcio es una rutina común y corriente. Por supuesto, hay algunas situaciones, como engañar a la niñera adolescente o a tu cuñado, que harían levantar las cejas incluso al juez de divorcio más hastiado.
En el pasado, tenías que probar el adulterio, la crueldad o el abandono para conseguir el divorcio. Ahora, debido a que cualquiera de los cónyuges puede obtener el divorcio sin un motivo concreto, demostrar el adulterio es mucho menos importante. La ley de Texas todavía permite que un cónyuge alegue adulterio como motivo de divorcio; sin embargo, una conclusión de adulterio realmente no tiene importancia legal a menos que sea una razón para otorgar más del patrimonio comunitario al cónyuge víctima.Todos los cónyuges que se divorcian deben ser conscientes de que Texas define el adulterio como el sexo con alguien que no es su cónyuge, incluso si es después de la separación. Las personas se siguen considerando casadas después de solicitar el divorcio hasta el día en que el juez firma la sentencia de divorcio. Por ejemplo, un hombre que solicita el divorcio y comienza a salir con una mujer cuatro meses después de mudarse sigue cometiendo técnicamente adulterio a los ojos del tribunal.
¿Influye el adulterio en la decisión del juez?
Un juez de divorcio en Texas tiene una gran discreción para dividir los bienes gananciales de una pareja. El juez puede dividir el patrimonio conyugal al 50% o adjudicar el 70% a un cónyuge y el 30% al otro. Comúnmente, el factor más importante para tomar esta decisión es el historial de ingresos y el potencial de ingresos de los cónyuges. Por ejemplo, una cirujana plástica puede ganar 30 veces más que su marido jardinero y, en consecuencia, el marido puede obtener más de los bienes gananciales. El adulterio u otras razones por las que la pareja se divorcia pueden ser consideradas por el juez para decidir cómo dividir los bienes. Pero, para la mayoría de los jueces de divorcio, el adulterio simplemente no juega un papel muy importante. Por supuesto, cada cliente debe preguntar a un abogado de divorcio con experiencia sobre las tendencias particulares del juez asignado a su caso. Además, la prueba (o incluso una fuerte evidencia circunstancial) de adulterio a menudo puede proporcionar un fuerte apalancamiento para un buen acuerdo porque el cónyuge que ha engañado puede no querer que la aventura sea expuesta públicamente.
Dejar ir y seguir adelante
Un cónyuge que ha sido engañado todavía se siente terrible incluso si el adulterio no le importa tanto al juez. El objetivo en todos los casos es resolver el caso de forma rápida y justa. Sin embargo, esto puede no ser posible si uno de los cónyuges está realmente disgustado y no está preparado para actuar con amabilidad o pensar racionalmente. La víctima del adulterio suele beneficiarse mucho de un asesoramiento profesional.La ira y la amargura acaban por perjudicar a la víctima cuya confianza ha sido traicionada. No sirve de nada que la víctima del adulterio busque vengarse haciendo cosas como llamar a la familia o al jefe del otro cónyuge para contarles el engaño o causar problemas a la «otra mujer» (o al «otro hombre»). Ambas personas involucradas en un matrimonio marcado por el adulterio tienen que mirar dentro de sí mismos, preguntarse por qué sucedió y, finalmente, considerar el perdón o, al menos, averiguar cómo seguir adelante emocionalmente.
Proteger a sus hijos
Es importante mantener estos asuntos de adultos lejos de los niños. Una esposa puede estar furiosa porque su marido la ha engañado, pero no debe decirle a sus hijos pequeños lo que su padre ha hecho. Este consejo de mantener el adulterio lejos de los niños también se aplica al cónyuge que mantiene la relación extramatrimonial. Todos los abogados y todos los jueces les dirán a los cónyuges que se están divorciando que mantengan a sus nuevos novios y novias lejos de los niños hasta mucho después de que el divorcio haya terminado.
Pruebas de una aventura
Demostrar el adulterio puede ser tan sencillo como conseguir que el otro cónyuge lo admita. Los fuertes indicios de una aventura pueden incluir: numerosas llamadas telefónicas, mensajes de texto o correos electrónicos a alguien del sexo opuesto que no están justificados por las demandas de trabajo; cambios inusuales en el horario; ausencias inexplicables; y actuar de forma secreta. Es importante que el cónyuge que sospecha que ha cometido adulterio evite infringir la ley interceptando ilegalmente las llamadas telefónicas, utilizando un dispositivo de rastreo en el coche o usando el espionaje electrónico para interceptar los mensajes de texto. También es inteligente consultar con un abogado de divorcio con experiencia antes de gastar dinero en un investigador privado para seguir a su cónyuge. A un cónyuge que ha engañado le dirá su abogado que diga la verdad sobre su aventura y debe esperar que se le haga esta pregunta en el tribunal o en interrogatorios escritos. La otra parte siempre puede citar al novio o novia para enfrentarse a un interrogatorio bajo juramento.
La honestidad es la mejor política
Los clientes deben decir la verdad a sus abogados y ser honestos sobre cualquier aventura u otro mal comportamiento durante el matrimonio. No es bueno que su abogado sea sorprendido en la corte por información que usted no compartió con él o ella.Finalmente, es vital entender que el adulterio puede ser perdonado y que algunos matrimonios amorosos sobreviven al engaño. Los matrimonios exitosos se basan en la confianza, el afecto real y el esfuerzo compartido. Sin embargo, se necesita mucho trabajo y compromiso para reconstruir esa confianza una vez que ha sido destruida por una aventura.