El tzatziki es una salsa tradicional griega, conocida y amada por todos dentro y fuera de Grecia. Es una salsa clásica griega con yogur, pepino y ajo. Parece muy sencillo, pero si queremos conseguir la textura ideal, debemos prestar atención a los pequeños detalles.
El ingrediente base para el tzatziki casero es un buen yogur griego; natural, fresco, cremoso y denso.
Consejo griego nº 1: Asegúrate de que tu yogur sea lo más denso posible. Si no lo es, puedes colarlo, usando una estameña (el yogur que usé era lo suficientemente denso, así que no tuve que colarlo). Si no tienes una estameña, coloca un paño de cocina o cualquier tipo de tela (asegúrate de que sea blanca, limpia y no tenga pelusas) en un bol grande y echa el yogur dentro. Junta las cuatro esquinas del paño y levanta el yogur sobre el bol o el fregadero. Retuerce las esquinas para exprimir el agua y sigue apretando, sometiendo el yogur a presión para forzar la salida del agua. Después, abre el paño y pon el yogur en un bol para utilizarlo.
Ten en cuenta que al colar el yogur se va a reducir su volumen.
El ingrediente más importante para la salsa es el pepino. Tienes que sacar las semillas (si las hay) del pepino, porque añaden humedad a la mezcla y ¿quién quiere tener una salsa aguada?