En un estudio reciente publicado en Pediatric Research, los investigadores han demostrado que la colonización de los bebés con una cepa específica de bacterias probióticas -B. infantis EVC001- reduce la inflamación intestinal hasta 55 veces en comparación con los bebés que sólo reciben leche materna.
Mark Underwood, profesor de pediatría y jefe de neonatología del Hospital Infantil de la UC Davis
Estudios anteriores han demostrado que Bifidobacterium longum infantis (B. infantis), una cepa de bacterias que reside naturalmente en el intestino de los bebés, ha sido casi eliminada en los bebés nacidos en los países industrializados. Se cree que esta fuerte disminución de B. infantis se debe a las prácticas sanitarias modernas, como el aumento del uso de antibióticos, la alimentación con leche artificial y los partos por cesárea.
Los investigadores del estudio plantean la hipótesis de que la falta de B. infantis en el intestino puede ser la causa del reciente aumento de las afecciones autoinmunes.
«Si la ausencia de B. infantis ha desempeñado un papel en el aumento de las enfermedades relacionadas con la inflamación, su reintroducción en las primeras etapas de la vida podría reducir significativamente la aparición de algunas de estas afecciones», dijo Mark Underwood, coautor del estudio y profesor de pediatría y jefe de neonatología del Hospital Infantil de la UC Davis.
B. infantis y la inflamación intestinal
El estudio analizó 37 familias de bacterias que se encuentran habitualmente en el intestino de los bebés, incluidas familias que contienen cepas bacterianas que se venden como suplementos para la salud. Bifidobacteriaceae fue la única familia bacteriana intestinal que se correlacionó con una reducción significativa de los marcadores clave de la inflamación.
Los profesionales de la salud buscan signos de inflamación intestinal midiendo marcadores clave como las citoquinas, la calprotectina y la endotoxina. El estudio demostró que los bebés que recibieron B. infantis EVC001 produjeron niveles significativamente más bajos de estos tres marcadores, en comparación con los bebés del grupo de control.
Los bebés colonizados por B. infantis EVC001 mostraron una reducción significativa de las citoquinas proinflamatorias -péptidos asociados con el aumento de la permeabilidad intestinal, una condición que puede influir en el desarrollo de la Diabetes Tipo 1.
Los bebés con un nivel bajo de Bifidobacterium mostraron niveles de calprotectina fecal -una proteína liberada durante la inflamación intestinal- similares a los que han demostrado causar el doble de riesgo de asma y dermatitis atópica en bebés a término. Los bebés con mayor abundancia de Bifidobacterium tenían niveles más bajos de calprotectina fecal.
Por último, los bebés con altos niveles de Bifidobacterium mostraron una concentración cuatro veces menor de endotoxina fecal, que impulsa la inflamación basada en el TLR4 -un factor clave en la aparición de la enterocolitis necrotizante (ECN), una condición intestinal común entre los recién nacidos muy prematuros que a menudo es fatal.
La reducción de la inflamación demostró persistir cuando se midió 30 días después de la última alimentación con B. infantis EVC001. Esto indica que esta cepa bacteriana puede ser única en su capacidad de colonizar el intestino para un efecto protector continuo.
En el estudio han colaborado investigadores de Evolve Biosystems Inc, la Universidad de Nebraska y UC Davis Health.