Blog de la Fundación del Síndrome de las Piernas Inquietas

El tratamiento con quinina para el SPI o los calambres en las piernas se asocia con un aumento de la mortalidad

Por Lynn Marie Trotti, MD, MSc

Un extracto de la edición de verano de 2017 de NightWalkers, la revista trimestral de la Fundación

«Asociación entre la exposición a largo plazo a la quinina y la mortalidad por todas las causas.» Fardet L, et al. JAMA, mayo de 2017.

Los antecedentes:

Los calambres nocturnos en las piernas son comunes, y afectan a más de un tercio de los adultos mayores de 60 años al menos ocasionalmente, y a más de la mitad de los adultos mayores de 80 años. Durante muchos años, la quinina se utilizó para el tratamiento de los calambres, ya sea con receta médica en forma de píldora o a través del consumo de agua tónica por su alto contenido en quinina.

En 2006, la FDA desaconsejó el uso de la quinina para los calambres en las piernas debido al potencial de efectos secundarios graves o de muerte. A pesar de esta advertencia, el uso de la quinina para el tratamiento de los calambres en las piernas no ha cesado.

La investigación:

Los investigadores utilizaron una gran base de datos sanitarios de pacientes de atención primaria en el Reino Unido para evaluar el uso de la quinina y la mortalidad a través de aproximadamente 175.000 personas desde 1990 hasta 2015. Los individuos a los que se les prescribió una dosis de al menos 100 mg al día de quinina durante al menos un año fueron comparados con tres personas a las que no se les prescribió quinina. Las personas a las que se les recetó quinina tenían calambres (el 96 por ciento del grupo al que se le recetó quinina) o el síndrome de las piernas inquietas (el 4 por ciento), por lo que se eligieron controles con estas mismas enfermedades (el 96 por ciento tenía calambres y el 4 por ciento tenía SPI).

Las personas expuestas a la quinina eran, de media, un año mayores que los controles, y se les prescribió una dosis media de quinina de 203 mg al día. Hubo un aumento del 24 por ciento en el riesgo de morir durante el periodo de estudio en el grupo al que se le prescribió quinina. Si se tiene en cuenta sólo a las personas a las que se les recetó quinina para el SPI, todavía se produjo un aumento significativo del riesgo de mortalidad en aquellos a los que se les recetó quinina.

La conclusión:

Los comprimidos de quinina no se recomiendan para el tratamiento del SPI o de los calambres en las piernas. No está claro si el uso diario de agua tónica, que generalmente contiene menos de 100 mg de quinina por litro, también aumenta el riesgo de mortalidad.

Nuevas preguntas:

Aunque hay múltiples tratamientos probados disponibles para el SPI, los datos son muy limitados sobre la mejor manera de tratar los calambres nocturnos en las piernas. Dado que hay que evitar la quinina, ¿qué tratamientos son eficaces para los calambres nocturnos en las piernas?

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