¿Qué es una brecha de producción?
Una brecha de producción indica la diferencia entre la producción real de una economía y la producción potencial máxima de una economía expresada como porcentaje del producto interior bruto (PIB). La brecha de producción de un país puede ser positiva o negativa.
Una brecha de producción negativa sugiere que la producción económica real está por debajo de la capacidad máxima de producción de la economía, mientras que una producción positiva sugiere una economía que está superando las expectativas porque su producción real es superior a la producción de capacidad máxima reconocida de la economía.
Cálculo de la brecha de producción
La brecha de producción es una comparación entre el PIB real (producción) y el PIB potencial (producción de máxima eficiencia). Es difícil de calcular porque es difícil estimar el nivel óptimo de eficiencia operativa de una economía. Hay poco consenso entre los economistas sobre la mejor manera de medir el producto interior bruto potencial, pero la mayoría está de acuerdo en que el pleno empleo sería un componente clave de la producción máxima.
Un método que puede utilizarse para proyectar el PIB potencial es recorrer una línea de tendencia a través del PIB real durante varias décadas o el tiempo suficiente para limitar el impacto de los picos y valles a corto plazo. Siguiendo la línea de tendencia, se puede estimar dónde debería estar el producto interior bruto ahora mismo o en un punto del futuro próximo.
Determinar la brecha de resultados es un simple cálculo de dividir la diferencia entre el PIB real y el PIB potencial por el PIB potencial.
Las claves
- Una brecha de resultados es una diferencia entre la producción real de una economía y la producción potencial máxima de una economía expresada como porcentaje del producto interior bruto (PIB).
- La brecha de resultados es una comparación entre el PIB real (producción) y el PIB potencial (producción de máxima eficiencia).
- Una brecha de resultados, ya sea positiva o negativa, es un indicador desfavorable para la eficiencia de una economía.
Brechas de producción positivas y negativas
Una brecha de producción, ya sea positiva o negativa, es un indicador desfavorable para la eficiencia de una economía. Una brecha de producción positiva indica una elevada demanda de bienes y servicios en una economía, lo que podría considerarse beneficioso para una economía. Sin embargo, el efecto de una demanda excesivamente alta es que las empresas y los empleados deben trabajar por encima de su nivel máximo de eficiencia para satisfacer el nivel de demanda. Una brecha de producción positiva suele estimular la inflación en una economía porque tanto los costes laborales como los precios de los bienes aumentan en respuesta al aumento de la demanda.
Alternamente, una brecha de producción negativa indica una falta de demanda de bienes y servicios en una economía y puede llevar a las empresas y a los empleados a trabajar por debajo de sus niveles máximos de eficiencia. Una brecha de producción negativa es un signo de una economía lenta y presagia una tasa de crecimiento del PIB en declive y una posible recesión, ya que los salarios y los precios de los bienes suelen caer cuando la demanda económica general es baja.
Ejemplo del mundo real de una brecha de producción
El producto interior bruto real de Estados Unidos fue de 20,66 billones de dólares hasta el tercer trimestre de 2018, según la Oficina de Análisis Económico. Según el Banco de la Reserva Federal de San Luis, el PIB potencial de EE.UU. en el tercer trimestre de 2018 fue de 20,28 billones de dólares, lo que significa que EE.UU. tuvo una brecha de producción positiva de alrededor del 1,8% (PIB proyectado restado del PIB real/PIB proyectado).
Tenga en cuenta que este cálculo es solo una estimación del PIB potencial de EE.UU. Otros analistas podrían tener estimaciones diferentes, pero el consenso es que Estados Unidos se enfrentaba a una brecha de producción positiva en 2018.
No es de extrañar que el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos haya estado subiendo constantemente los tipos de interés desde 2016, en parte en respuesta a la brecha positiva. Los tipos estaban en menos del 1% en 2016 y habían alcanzado el 2,5% a finales de 2018.