En la mitología islandesa y alemana, Brunilda era una princesa fuerte y hermosa que fue cruelmente engañada por su amante. Su historia se cuenta en los poemas Edda de Islandia y en el Nibelungenlied, una epopeya alemana de los años 1200. Su nombre también aparece como Brünhild, Brunhilda o Brynhild.
En la versión islandesa de la leyenda, Brunilda era una valquiria, una doncella guerrera del dios supremo Odín. Por ser desobediente, Odín castigó a Brunilda haciéndola caer en un sueño eterno rodeada de un muro de fuego. El héroe Sigurd atravesó las llamas y despertó a la doncella con un beso. Se comprometieron, pero Sigurd se marchó para continuar sus viajes. Más tarde, tras recibir una poción mágica que le hizo olvidar su amor por Brunilda, Sigurd se casó con Gudrun (Kriemhild).
El hermano de Gudrun, Gunnar, quería a Brunilda para él y convenció a Sigurd para que le ayudara. Disfrazándose de Gunnar, Sigurd persiguió a Brunilda. Más tarde, Brunilda se dio cuenta de que había sido engañada y organizó el asesinato de Sigurd. Sin embargo, cuando se enteró de su muerte, el dolor la invadió y se suicidó arrojándose a la pira funeraria. De este modo, pudo unirse a él en la muerte.
Poema épico largo sobre héroes legendarios o históricos, escrito en un estilo grandioso
pila de leña en la que se quema un cadáver en una ceremonia funeraria
En el Nibelungenlied, la historia era ligeramente diferente. Brunilda declaró que el hombre con el que se casaría debía ser capaz de superarla en hazañas de fuerza y valor. Sigfrido (Sigurd), disfrazado de Gunther (Gunnar), superó la prueba y conquistó a Brunilda para Gunther. Cuando ésta descubrió el engaño, hizo que mataran a Sigfrido. El compositor alemán Richard Wagner basó su ciclo de ópera El anillo del nibelungo en estas leyendas.