Cómo afecta el sueño a la pérdida de peso?

No es ningún secreto que no dormir lo suficiente, lo que se considera menos de siete horas de sueño por noche, puede causar un aumento de peso, incluso si usted está en una dieta de pérdida de peso.

Por ejemplo, en una investigación publicada en los Anales de Medicina Interna, las personas que hacen dieta fueron puestas en diferentes horarios de sueño compuesto por el sueño adecuado (7+ horas por noche) y no lo suficiente (menos de 7 horas por noche). Con un sueño adecuado, la mitad del peso que perdieron las personas a dieta procedía de la grasa, no del músculo, y además, los que seguían una dieta con falta de sueño experimentaron una pérdida de grasa un 55% menor. El grupo privado de sueño también se sentía significativamente más hambriento, tenía menos satisfacción después de las comidas y carecía de suficiente energía para hacer ejercicio.

Hay algunos mecanismos biológicos que explican por qué no dormir lo suficiente puede hacerte engordar o alterar tu dieta.

Por ejemplo, en tan sólo cuatro días de privación de sueño, la capacidad de su cuerpo para responder adecuadamente a las señales de insulina comienza a disminuir (los investigadores de la Universidad de Chicago encontraron una caída del 30% en la sensibilidad a la insulina causada por la falta de sueño). Cuando no respondes a la insulina, las células grasas son mucho menos capaces de liberar ácidos grasos y lípidos para producir energía, la glucosa en sangre sigue siendo más alta, y cualquier grasa y azúcar extra que circule por tu sangre hace que bombees aún más insulina. Finalmente, todo este exceso de insulina hace que empiece a almacenar grasa en todos los lugares equivocados, incluyendo tejidos como el hígado, lo que lleva a problemas como el hígado graso y la diabetes.

Pero la insulina no es la única hormona afectada por la falta de sueño. El hambre está controlada por otras dos hormonas que responden a las señales del sueño: la leptina y la grelina. La leptina es una hormona que se produce en las células grasas, y cuanto menos leptina se produzca, más se sentirá el estómago vacío y menos saciante será una comida. La grelina, por el contrario, estimula el hambre al tiempo que reduce la tasa metabólica y aumenta el almacenamiento de grasa. Una investigación en el Journal of Clinical Endocrinoloy Metabolism ha demostrado que dormir menos de seis horas reduce la leptina y estimula la grelina: ¡haciendo que te sientas más hambriento y menos saciado!

Luego está la hormona cortisol. Cuando no duermes lo suficiente, tus niveles de cortisol aumentan. El cortisol no sólo regula los centros de recompensa de la comida en su cerebro que le hacen querer comer más comida, sino que el cortisol también puede inhibir la descomposición de la grasa para obtener energía y aumentar la descomposición del músculo.

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