Por Debra Pangestu
¿Alguna vez has empezado el mes con la mejor intención de ahorrar dinero: comprando sólo lo que necesitas, alejándote de los expositores de rebajas e intentando vigilar tus gastos? Y luego, a pesar de tus mejores esfuerzos, parece que simplemente ocurre. Antes de que te des cuenta, has gastado más dinero del que querías. No te castigues, nos pasa a muchos, así que antes de que recibas el próximo extracto de tu tarjeta de crédito y te preguntes cómo dejar de gastar dinero, ¡sigue leyendo para conocer algunos de los mejores consejos!
Hay muchas razones por las que gastamos de más. Puede ser porque no somos conscientes de nuestros verdaderos hábitos de gasto. Tal vez estemos calculando incorrectamente nuestros ingresos, gastos, pagos de deudas y gastos. Y al final el saldo de nuestra cuenta bancaria es más bajo de lo que esperamos. Sea cual sea el motivo, si estás preparado para tomar el control de tus finanzas, estos siete consejos te ayudarán a mantener tus gastos bajo control.
Salta a lo que más te interesa y por donde quieres empezar:
1. Entiende tus desencadenantes de gasto
2. Haz un seguimiento de tus gastos
3. Quédate con el efectivo y deja de depender de las tarjetas de crédito
4. Olvídate de tus tarjetas de crédito, literal y figuradamente
5. Establece objetivos financieros a corto plazo
6. Aprende a presupuestar el dinero
7. Dale a cada dólar un trabajo
- 1. Entiende tus desencadenantes de gasto
- Hora del día
- Entorno
- Estado de ánimo
- Presión de los amigos
- Estilo de vida
- 2. Controla tus gastos
- 3. Apégate al efectivo y deja de depender de las tarjetas de crédito
- 4. Olvídate de tus tarjetas de crédito – Literalmente y en sentido figurado
- 5. Establezca objetivos financieros a corto plazo
- 6. Aprende a presupuestar el dinero
- 7. Dale un trabajo a cada dólar
- Aprender a dejar de gastar dinero es difícil, pero es posible
1. Entiende tus desencadenantes de gasto
En muchos casos, saber cómo dejar de gastar dinero tiene que ver con identificar los desencadenantes emocionales y psicológicos que nos hacen gastar. Si elimina esos desencadenantes, eliminará la tentación y la oportunidad de gastar en exceso. Así que la próxima vez que salgas por la puerta, ten en cuenta lo siguiente:
Hora del día
¿Te parece que tienes más energía durante ciertos períodos del día? Si es así, compre durante los momentos en los que tiene más energía y se siente menos estresado. Tomará decisiones de gasto más sabias y pensará de forma más racional cuando esté relajado y menos presionado.
Entorno
¿Hay ciertos entornos que le hacen querer gastar, o que le hacen sentirse obligado a gastar sólo por estar allí? Las ferias de artesanía, los centros comerciales, las ferias del hogar e incluso cuando estás de vacaciones son ejemplos de momentos en los que es más probable que gastes impulsivamente. Por lo tanto, elimine la tentación alejándose de esos entornos o llevando sólo unos pocos dólares.
Así mismo, si tiene una tienda favorita y se encuentra deambulando por los pasillos en busca de grandes ofertas, haga todo lo posible para limitar sus oportunidades de ir allí. Si es inevitable ir a su tienda favorita, mantenga su dinero -y sus tarjetas de crédito- a salvo de usted mismo (vea más sobre esto más adelante).
Estado de ánimo
Los diferentes estados de ánimo y emocionales pueden alterar nuestros recursos energéticos, haciéndonos más propensos a las compras impulsivas. Por ejemplo, si estamos molestos, estresados o ansiosos podemos buscar alguna terapia de compras para sentirnos mejor. Pero en lugar de ir al centro comercial o a tu sitio de compras favorito en Internet, ve al gimnasio o al parque. Salir a pasear o hacer algo de ejercicio hará maravillas para levantar el ánimo. Otros estados de ánimo pueden teñir tus compras con gafas de color de rosa, y todo empieza a parecer una gran oferta.
Lo importante es que identifiques los estados de ánimo que afectan a tu comportamiento de gasto, y que encuentres la manera de evitar comprar durante los estados de ánimo que te harán comprar por impulso.
Presión de los amigos
¿Tiende a gastar más dinero del que normalmente gastaría cuando sale con sus amigos? Incluso los amigos más bien intencionados pueden ser una mala influencia para nosotros, especialmente si ellos mismos tienen malos hábitos de gasto. Si no puedes permitirte comer, ir de compras o ir de vacaciones como lo hacen tus amigos, no pasa nada por rechazar sus invitaciones.
En su lugar, sugiere planes que no requieran desembolsar mucho dinero. Quedar para tomar un café en lugar de un brunch, explorar nuevas rutas de senderismo en lugar de ir al último concierto o hacer una cena en casa en lugar de ir a un restaurante son algunos consejos para ahorrar dinero que merece la pena tener en cuenta. No podrás derrochar en vacaciones caras o cenas de lujo, pero puedes seguir disfrutando de una vida social divertida sin desembolsar mucho dinero.
No tengas miedo de hacer saber a tus amigos que estás intentando gastar menos; quizás te ayuden en tu viaje, ¡y puede que algunos incluso te sigan! Lo importante es que te rodees de amigos que te apoyen mientras trabajas para conseguir tus objetivos financieros.
Estilo de vida
Si estás acostumbrado a un determinado estilo de vida, podría ser difícil abandonarlo cuando de repente te encuentras con una dificultad financiera. Pero, si tu estilo de vida acaba siendo más grande que tu presupuesto y no sabes cómo dejar de gastar más de la cuenta, podrías acabar en peores condiciones.
Tu educación también tiene un efecto en tus elecciones de estilo de vida. Si creciste en un hogar en el que el dinero siempre era escaso, es posible que sientas el impulso de gastar en exceso para compensar todas las cosas de las que te privaron mientras crecías. Del mismo modo, si creciste en un hogar donde el dinero no era un problema, puedes sentirte obligado a gastar dinero que no tienes para mantener el estilo de vida con el que creciste.
La forma más fácil de empezar a vivir dentro de tus posibilidades es crear un presupuesto, y ceñirte a él. Puede que tengas que sacrificar algunas comodidades, pero valdrá la pena cuando veas que tu saldo bancario sale de los números rojos.
2. Controla tus gastos
Las compras más pequeñas pueden realmente sumar, y para cuando llega el final del mes, podemos enfrentarnos a una cuenta bancaria menguante y a un severo remordimiento de comprador. Hacer un seguimiento de los gastos es la clave del éxito en la elaboración de un presupuesto, porque te hace responsable de cada dólar que gastas. Una vez que sepas en qué se te va el dinero, estarás en mejor posición para tomar decisiones de gasto más inteligentes y para identificar las áreas en las que puedes recortar.
Muchos consumidores empiezan por hacer un seguimiento de los gastos más grandes, pero es igual de importante prestar atención a esas pequeñas compras diarias. Un café con leche por la mañana, esos almuerzos fuera de casa, coger un billete de lotería o agarrar una revista de la cola del supermercado pueden sumar más de lo que crees, y pueden afectar a nuestro presupuesto de forma importante.
Si puedes recortar tan solo 4 dólares al día, lo que equivale a tu café con leche de la mañana o a tu sándwich de bagel del desayuno, ¡sumará más de 100 dólares al mes!
3. Apégate al efectivo y deja de depender de las tarjetas de crédito
Es más cómodo sacar una tarjeta de crédito para pagar una compra que contar un fajo de billetes, pero esta comodidad es una de las razones por las que mucha gente gasta en exceso. La desventaja de las tarjetas de crédito es la facilidad con la que se puede gastar más de la cuenta; cuando entregamos despreocupadamente nuestra tarjeta para hacer una compra, a menudo no somos conscientes de cuánto va a sumar todo a final de mes.
Con el dinero en efectivo, ves físicamente cuánto tienes y cuánto de tus fondos disminuye con cada compra. Al pagar sólo en efectivo, te estás obligando a gastar sólo lo que tienes. Así pues, dale un respiro a tus tarjetas de crédito e intenta ceñirte a un sistema basado en el dinero en efectivo para ver si eso frena tus hábitos de gasto. Basándote en tu presupuesto, saca algo de dinero al principio de la semana y ponlo en un sobre, que actuará como tu cajero automático durante la semana. Saca unos cuantos billetes aquí y allá para cubrir tus compras, y si te encuentras con poco dinero en efectivo, tendrás que buscar la manera de hacer que tu dinero se estire.
Pagando con efectivo, aprenderás a dejar de depender del crédito y sabrás cómo dejar de gastar el dinero que no tienes. El sistema de sobres en efectivo también te animará a ser más creativo e ingenioso. Si gastas más de la cuenta y no tienes suficiente para salir a cenar con tus amigos, tendrás que idear diferentes maneras de ahorrar dinero, o pensar en formas de pasar el tiempo con tus amigos que se ajusten al presupuesto.
4. Olvídate de tus tarjetas de crédito – Literalmente y en sentido figurado
Cuando salgas al centro comercial o al supermercado, lleva sólo la cantidad de dinero en efectivo que preveas que vas a necesitar y deja las tarjetas de crédito en casa. A menos que sepa con certeza que va a comprar algo con la tarjeta y tenga un plan para pagarla, no es necesario llevar las tarjetas de crédito. Al hacer esto, se evita la tentación de utilizar la tarjeta para una compra impulsiva, que suele ser la forma más rápida de encontrarse endeudado.
Si eres un comprador en línea, tener la información de tu tarjeta de crédito guardada en tu perfil de compras ciertamente es conveniente, pero también es más fácil caer presa de las compras impulsivas. Todo lo que se necesita es un clic, y usted será un par de pares de zapatos más rico pero cien dólares más pobre. Borrar los números de tus tarjetas de crédito hace que sea un poco menos conveniente hacer compras, y en los pocos minutos que estás buscando tu cartera y sacando tu tarjeta de crédito, puedes decidir que realmente no necesitas ese artículo.
Si ya sabes los números de tus tarjetas de crédito de memoria, cancela tus tarjetas actuales y solicita unas nuevas. Luego, revisa tus cuentas de compras favoritas y elimina la información guardada para evitar la tentación de comprar con un solo clic.
5. Establezca objetivos financieros a corto plazo
Establecer algunos objetivos financieros alcanzables a corto plazo es una gran manera de mantenerse motivado mientras modifica sus hábitos de gasto. Tener estos objetivos le recordará constantemente las razones por las que está recortando gastos y haciendo algunos sacrificios.
Y, es importante que sus objetivos sean específicos. Un objetivo genérico como «disminuir el gasto en comer fuera» no va a servir. Los objetivos cuantificables, como «voy a reducir mi gasto en comer fuera de 200 dólares al mes a 100 dólares al mes» le dan un objetivo al que aspirar, para que no esté disparando en la oscuridad.
Algunos objetivos a corto plazo que pueden cambiar su forma de ver y utilizar el dinero incluyen: ahorrar el 10% de cada cheque de pago en una cuenta separada; ceñirse a un presupuesto en efectivo durante tres semanas; llevar el almuerzo al trabajo todos los días durante un mes en lugar de comer fuera. Independientemente de cuáles sean tus objetivos, es importante que los mantengas sencillos, que los hagas alcanzables y que los coloques en algún lugar visible para que te recuerden a qué aspirar.
6. Aprende a presupuestar el dinero
No tener un plan de gastos puede ser una gran razón por la que mucha gente parece no poder dejar de gastar dinero. Si no sabemos cuánto nos llevamos a casa cada mes y a cuánto ascienden nuestros gastos, seguiremos comprando lo que creemos que nos podemos permitir, sólo para darnos cuenta a final de mes de que nuestra cuenta bancaria no es tan frondosa como pensábamos. Para solucionar esto, es importante que aprendas a presupuestar el dinero.
Así que echa un vistazo a lo que ingresas en comparación con lo que gastas. Empieza sumando todas tus fuentes de ingresos, y luego cuenta todos tus gastos fijos, como los pagos del coche, el alquiler, el pago de deudas, etc. Como estos valores son fijos, es más fácil presupuestarlos. A continuación, haga una lista de sus gastos variables, como los comestibles, la gasolina y el entretenimiento, asignando fondos a cada categoría en función de cuánto ha gastado normalmente en el pasado.
Ver cuánto gasta en entretenimiento, en comer fuera, en ropa y en otras cosas no esenciales puede ser una gran llamada de atención. Si está gastando más de lo que gana, tendrá que refrenar un poco las cosas. Aquí hay más consejos de presupuesto para tener en cuenta.
Trate de probar su presupuesto. Para el próximo mes, haz un seguimiento de cuánto gastas y compara el valor con lo que has asignado en tu presupuesto, ajustando tus números para el próximo mes en consecuencia. Esto hará que te resulte más fácil ceñirte a tu presupuesto.
Esta hoja de cálculo de presupuestos puede ayudarte a empezar, y hará que el proceso de presupuestación sea mucho más fácil.
7. Dale un trabajo a cada dólar
Para frenar tus hábitos de gasto excesivo, intenta poner tus cuentas a cero. Y no, no nos referimos a gastar todo lo que hay en tu cuenta hasta llegar a cero. En su lugar, encuentre un hogar para cada dólar en su presupuesto para que no tenga la tentación de hacer compras irreflexivas pensando «si tengo el dinero por ahí, lo gastaré».
Asignar su dinero en categorías más pequeñas le da la información que necesita para tomar buenas decisiones de gasto. Por ejemplo, si ve 500 dólares en su cuenta corriente, puede tener la idea de que está lleno de dinero, así que gastará alegremente 100 dólares en una cena en uno de los mejores restaurantes de la ciudad y otros 100 en un nuevo vestuario. Pero cuando llegan las facturas unas semanas más tarde, te das cuenta de que no tienes suficiente para el alquiler, los servicios públicos y los pagos del coche.
Para evitar esto, empieza inmediatamente a decirle a tu dinero dónde tiene que ir una vez que deposites tu cheque de pago: paga primero todas tus facturas y luego mueve el resto a otras cuentas, como una cuenta de ahorros o tu fondo de jubilación. Si te aseguras de que cada dólar tiene un destino, será menos probable que gastes todo tu sueldo. Para facilitar las cosas, puedes configurar una transferencia automática el día de la paga para repartirla en cuentas separadas, de modo que no tengas la tentación de gastarla.
Al decidir proactivamente qué quieres que haga tu dinero y a dónde debe ir, tu conciencia financiera aumenta. Y, tener esa conciencia va un largo camino para ayudarle a tomar decisiones financieras más inteligentes.
Aprender a dejar de gastar dinero es difícil, pero es posible
Se necesita tiempo y dedicación para dejar de gastar en exceso y reformar sus hábitos de gasto, y de vez en cuando el impulso de pasar la tarjeta levantará su fea cabeza. Esto nos pasa a todos, así que no sea duro consigo mismo; nadie puede reformar completamente sus malos hábitos de la noche a la mañana. Una vez que sepa cómo presupuestar y establezca algunos objetivos y salvaguardias, con el tiempo se convertirá en un consumidor inteligente que sabe cómo dejar de gastar dinero y utilizarlo sabiamente en su lugar.
Lectura relacionada:
Controlar el estrés para evitar gastar en exceso
10 razones por las que debería ahorrar dinero
Modo de ahorrar algo de dinero real