Cómo recalentar el pollo sin que se reseque

Sea pechuga, muslo, muslo o ave entera asada, el pollo ocupa un lugar especial en nuestros corazones y en nuestro plan de comidas semanal. La versatilidad es uno de los muchos beneficios que ofrece este ingrediente, y las sobras se pueden utilizar en cualquier cosa, desde sopa y potpie hasta enchiladas y ensalada. De hecho, este es un caso en el que no se producirá ningún gemido cuando se sirva la cena de ayer, pero sólo si se sabe cómo recalentar el pollo correctamente. Siga esta guía y podrá evitar el error común de convertir una preciada pieza de ave en una decepción insípida y deshidratada.

Cómo recalentar el pollo en el horno

El horno es su mejor opción cuando se trata de calentar piezas más grandes de pollo o un ave que todavía está en el hueso. A continuación te explicamos cómo se hace:

1. Precaliente el horno. Pon el horno a 350°F y saca el pollo de la nevera. Mientras esperas a que el horno alcance la temperatura, quita el frío a tu ave dejándola reposar a temperatura ambiente en la encimera.

2. Añade humedad. Una vez que el horno haya terminado de precalentarse, transfiere el pollo a una fuente de horno. Añade varias cucharadas de caldo de pollo o agua, lo suficiente para que haya una capa muy superficial de líquido en la sartén. A continuación, cubra bien la fuente con una doble capa de papel de aluminio. El vapor creado por el agua ayudará a que la carne se mantenga bien húmeda.

3. Recalentar. Poner el pollo en el horno y dejarlo allí hasta que alcance una temperatura interna de 165°F. (El tiempo de cocción variará dependiendo del tipo de pollo que esté recalentando). Cuando el pollo se haya calentado del todo, sáquelo del horno y sírvalo: debe estar suculento y satisfactorio. Nota: Este método no deja la piel crujiente, pero si eso es un problema para usted, simplemente ponga su pieza de pollo bajo la parrilla durante un par de minutos para que el exterior quede crujiente antes de comerlo.

Cómo recalentar el pollo en la estufa

La estufa es una forma eficaz de recalentar el pollo que ha sido retirado del hueso, pero no recomendamos simplemente echar una pechuga deshuesada y sin piel en una sartén, ya que el calor directo secará esa carne de ave rápidamente. En su lugar, sigue estos pasos cuando recalientes el pollo en el fuego y quedará tierno y listo para ser mezclado en un salteado, una ensalada o un plato de pasta.

La historia continúa

1. Prepara la carne. La forma de preparar el pollo para recalentarlo en el horno dependerá del corte que tengas y de lo que pienses hacer con él. En el caso de los restos de pollo asado o de los muslos con hueso, separe el pollo del hueso y compruebe la carne para eliminar cualquier cartílago. Si estás trabajando con una pechuga deshuesada y sin piel, córtala en trozos de una pulgada de grosor para que la carne pueda calentarse rápidamente.

2. Calienta tus sobras. Coge una sartén y añade el agua suficiente para cubrir el fondo. Pon la sartén a fuego medio y añade el pollo en cuanto el agua empiece a hervir. Baja el fuego y remueve suavemente el pollo, cocinándolo hasta que la carne se haya calentado. Una vez que el pollo esté bien caliente, date prisa y engúllelo.

Cómo recalentar el pollo en el microondas

El microondas es rápido y cómodo, pero no es el mejor método para recalentar un ave, ya que lo más probable es que salga un trozo de pollo gomoso o seco como la tiza. Aun así, si estás en un apuro y decides calentar en el microondas el pollo que te ha sobrado, sigue estos pasos para obtener mejores resultados.

1. Prepara el plato. Extiende el pollo en un plato apto para microondas, con los trozos pequeños de carne en el centro y los más grandes cerca del borde del plato.

2. Añade algo de humedad. Rocía unas cucharaditas de agua sobre la parte superior del pollo, y luego añade un chorrito de aceite de oliva: la combinación ayudará a mantener el pollo húmedo y a mejorar su sabor.

3. Tapa y calienta. Cubre bien el plato de pollo con un envoltorio de plástico apto para microondas y caliéntalo durante dos minutos. Retire el plato del microondas y compruebe si el pollo está listo. Si no lo está, dale la vuelta a la carne antes de cubrir el plato y continuar con el microondas en intervalos de 30 segundos. Cuando el pollo esté bien caliente, es hora de comer.

Relacionado: 40 recetas con restos de pollo que no son totalmente aburridas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *