Cómo ser un mejor actor

Si estás leyendo esto quieres ser un mejor actor, lo cual es genial. Todos necesitamos seguir aprendiendo y creciendo como actores si queremos tener una carrera actoral exitosa. Así que vamos a sumergirnos en ello

#1 Deja de actuar

Actuar consiste en ser capaz de vivir con veracidad bajo circunstancias imaginarias; así que ¿cómo dejar de actuar y empezar a vivir? Así es como se puede ser mejor actor…

Cuando empecé a actuar a los 13 o 14 años pensaba que la actuación consistía en mostrar. Más exactamente pensé que se trataba de mostrar. Y por desgracia fui recompensado por ello, con risas y aplausos. Digo desgraciadamente porque me hizo pensar que entretener al público era más importante que contar la historia. Algunos años más tarde, mientras actuaba en mi primera obra semiprofesional, me di cuenta de que algo iba mal. Interpretaba un personaje principal en Blackrock, de Nick Enright, una obra llena de temas oscuros y grandes preguntas. Fue entonces cuando comenzó mi viaje para descubrir cómo dejar de actuar. Esto es lo que aprendí.

#2 La historia es lo más importante

El primer paso para aprender a dejar de actuar es darse cuenta de la importancia de la historia. Como actores, a menudo damos por sentada la historia de una obra de teatro, una película o un programa de televisión. Leemos los guiones y vemos los personajes vívidos en el ojo de nuestra mente y entonces empezamos a pensar en cómo podemos «hacerlo más interesante» o «hacer algo diferente». Por desgracia, esos pensamientos suelen llevarnos a tomar decisiones disfuncionales; decisiones que restan valor a la historia en lugar de mejorarla. Si quieres dejar de actuar, recuerda que contar con precisión la historia es la parte más importante de tu trabajo.

Lee: La importancia de contar historias

#3 Ser una persona real

La segunda idea que realmente hizo clic conmigo en mi búsqueda para descubrir cómo dejar de actuar fue la idea de que mi personaje fuera una persona real. Una locura, ¿verdad? De nuevo parece un concepto súper sencillo pero todos lo olvidamos. La veracidad contenida dentro de cada uno de nosotros y de nuestros personajes como seres humanos es infinitamente más interesante de ver que un par de opciones abofeteadas; manierismos perezosos utilizados para indicar al público que has hecho tus deberes. Basar tu actuación en la verdad de lo que es ser humano te permitirá explorar la gran contradicción de la condición humana. ¿Cómo te comportarías tú en esas circunstancias? ¿Conoces a alguien que reaccionaría de la forma en que lo estás interpretando? ¿Por qué? Por qué no

#4 Sé específico y comprométete.

Ser específico te impedirá actuar. Los directores siempre pedirán mayores apuestas en términos generales: amar más apasionadamente; buscar la venganza más intensamente; odiar más ferozmente. Tu trabajo como actor es hacer estas peticiones lo más específicas posible y comprometerte con ellas. Como personas, generalmente no amamos a alguien, ni buscamos venganza contra alguien, ni odiamos a alguien. Amamos su risa, su ternura, su calidez. Buscamos venganza por actos incorrectos concretos. Y odiamos sus derechos. Al especificar lo que siente nuestro personaje sobre algo, y el objetivo de nuestros personajes en una escena, aclaramos lo que está en juego. Si lo que está en juego no es lo suficientemente alto para el director es porque tus intenciones y sentimientos no son lo suficientemente específicos o no estás adecuadamente comprometido con la consecución de tu objetivo.

mejora tu actuación

#5 Empújate

Todos tenemos hábitos cuando actuamos. A veces estos nos sirven y a veces nos frenan. Lo ideal es poder escoger y elegir. Tanto si esos hábitos son opciones de actuación, como patrones vocales o tensiones físicas, esfuérzate en nuevas áreas para tratar de encontrar más profundidad como actor. Trabaja tu voz y tu movimiento a diario, ve más teatro, haz tu propio trabajo. Sea lo que sea, sal de tu zona de confort. Serás un mejor actor por ello.

Así que ahí lo tienes. Son mis reglas de oro para ser mejor actor. Lo que se reduce a aprender a dejar de actuar. Recuerda que contar la historia es tu trabajo, no lucirte. Recuerda que eres un humano y que eso tiene sus limitaciones y libertades. Recuerda la importancia de ser específico con tu actitud hacia las personas y las cosas y comprométete al 100% para lograr tu objetivo.

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