Un estudio realizado por analistas del Gobierno escocés, ‘Healthy Attendance: The Impact of Cultural Engagement and Sports Participation on Health and Satisfaction with life in Scotland 2013’, descubrió que participar en las artes tiene un «impacto positivo en la salud y la satisfacción vital… incluso cuando se tienen en cuenta otros factores, como la edad, la situación económica, los ingresos, la privación de la zona, la educación, las cualificaciones, la discapacidad o las enfermedades de larga duración y el tabaquismo.» Estudios realizados en Suecia, Noruega y Finlandia han establecido conexiones similares. Además, un estudio de Consilium Research and Consultancy del mismo año informó de que las artes, en este caso la danza, pueden facilitar en los entornos de atención social la reducción de la soledad, la ansiedad y la depresión. «La danza tiene la capacidad de promover la creatividad y la integración social y permite la estimulación y la comunicación no verbal». En una sociedad cada vez más envejecida, el arte también puede desempeñar un papel importante. Un estudio descubrió que las artes visuales «facilitaban los procesos de formación de la identidad entre las personas mayores». En el caso de las personas mayores, el compromiso con las artes ayudaba a crear y mantener un sentido positivo del yo, algo que suele perderse a medida que envejecemos. Aunque se necesitan más estudios a largo plazo, está claro que las artes tienen un impacto considerablemente positivo en la salud física y psicológica.
Las investigaciones demuestran que los niños que participan en las artes obtienen mayores logros en su educación; los que se dedican al teatro tienen una mayor capacidad literaria y los niños que participan en actividades musicales muestran mayores habilidades en matemáticas e idiomas. Los niños y estudiantes que participan en las artes tienen «el doble de probabilidades de ser voluntarios» y «un 20% más de probabilidades de votar como jóvenes adultos». Los que participan en las artes tienen más posibilidades de encontrar y conservar un empleo, y tienen más probabilidades de «participar e influir en sus comunidades locales». Participar en las artes es esencial para el desarrollo infantil; animar a los niños a expresarse de forma constructiva podría ayudar a formar respuestas emocionales saludables en la vida posterior.
Además, las artes pueden unir a las comunidades, reduciendo el aislamiento y haciendo que la gente se sienta más segura. Muchas comunidades han experimentado una regeneración local gracias a proyectos artísticos que han inspirado a la gente a sentirse orgullosa de su entorno y han creado espacios comunitarios para el disfrute de todos. Se ha demostrado que las artes aumentan la empatía hacia los demás, lo que tiene como efecto secundario la reducción de la tensión social y la discriminación. El arte se ha utilizado durante siglos para transmitir importantes declaraciones sociales; desde las primeras pinturas rupestres que decían «estamos aquí», hasta la propaganda en tiempos de guerra utilizada para fomentar el apoyo al esfuerzo bélico, y desde los retratos reales que documentan a figuras históricas clave hasta las Guerilla Girls feministas que pusieron de manifiesto las disparidades en la representación de género.