TL;DR (Too Long; Didn’t Read)
Tanto las moscas de la arena como los mosquitos pican a muchos tipos de animales para obtener la proteína de la sangre, y ambos dejan reacciones en la piel. En ambas especies, sólo las hembras pican para alimentarse de sangre; los machos se alimentan de productos vegetales. Los insectos dejan saliva bajo la piel mientras se alimentan. La saliva diluye brevemente la sangre y evita que se coagule para que sea más fácil alimentarse. Los seres humanos tienen respuestas inmunitarias a la saliva que dejan, que es lo que causa la hinchazón, el picor, el enrojecimiento y el dolor. Las reacciones de las personas a las picaduras de mosquitos y moscas de la arena varían en función de sus respuestas inmunitarias.
Los mosquitos son atraídos por las personas por cosas como la exhalación de dióxido de carbono, la transpiración, los desodorantes y jabones perfumados, el movimiento y el calor corporal. Suelen picar al atardecer y por la noche. Las moscas de la arena suelen picar al amanecer y al atardecer, y se sabe que atacan a las personas en enjambres. Prefieren picar en la cara, las manos y el cuero cabelludo. Las picaduras de mosquito se convierten en un bulto elevado, rojo y que pica, mientras que las de la mosca de la arena son muy pequeñas y dolorosas y aparecen en racimos. Pueden provocar sarpullidos y fiebre. Los mosquitos pueden transmitir el paludismo y la fiebre amarilla, mientras que las moscas de la arena pueden transmitir enfermedades como la enfermedad de Carrión, la fiebre de Pappataci, las lombrices filarias y afecciones como la leishmaniosis.