Los negocios internacionales se han convertido en la norma en nuestra economía globalizada, lo que significa que la conciencia cultural ha aumentado en importancia, incluso para las pequeñas empresas.
Los equipos multinacionales son ahora comunes en todos los sectores; los gerentes, la mano de obra, los formadores, los líderes, los clientes, los proveedores, etc., han crecido más y más diversos en los últimos años.
Esto ha llevado a la necesidad de una mayor sensibilidad cultural – entender cómo la cultura afecta a la forma en que las empresas operan en diferentes partes del mundo, saber lo que es una práctica empresarial aceptable en varias regiones, o por qué los colegas y los clientes se comportan de manera diferente en función de su ubicación y la herencia cultural, todo puede tener un efecto en su negocio.
Si quiere que este efecto sea positivo, la formación en sensibilización cultural debería ocupar un lugar destacado en su lista de tareas pendientes.
Aquí tiene tres formas en las que la formación en sensibilización cultural puede ayudarle a usted, a su empresa y a su personal a tener más éxito.
1. Conciencia cultural y habilidades relacionales
Cada vez que interactuamos con otros, ya sea en persona, por teléfono o a través de Internet, necesitamos utilizar nuestras habilidades interpersonales para construir una relación.
Las habilidades interpersonales incluyen
– La comunicación – esto implica tanto la comunicación verbal como la no verbal, junto con nuestra capacidad de escuchar bien a los demás. Ser un buen comunicador significa entender a la persona/personas con las que nos comunicamos, lo cual es mucho más fácil si tenemos un conocimiento de su cultura, patrimonio y costumbres. Saber si debemos intercambiar tarjetas de visita en una primera reunión con nuestros interlocutores japoneses, o cómo comportarnos cuando nos invitan a una casa árabe, puede influir en la forma en que la gente nos ve y en la eficacia de nuestros métodos de comunicación.
– Inteligencia emocional: es nuestra capacidad para comprender y gestionar nuestras propias emociones y las de los demás. Cuando tenemos un alto nivel de conciencia cultural somos capaces de entender qué motiva o impulsa a otra persona, cómo es probable que reaccione ante una situación y por qué toma ciertas decisiones de forma diferente a la nuestra. Las personas que tienen empatía, conciencia de sí mismas, resiliencia y buenas habilidades sociales suelen ser altamente inteligentes desde el punto de vista emocional.
La formación en conciencia cultural mejora las habilidades de relación gracias a su capacidad para informarnos de los procedimientos correctos de etiqueta en los negocios, de cómo gestionar las presentaciones personales, de lo que es aceptable (o inaceptable) en diferentes situaciones sociales y de las razones de los diferentes valores y creencias.
La comprensión es la clave de la aceptación, por lo que cuanto más familiarizados estemos con una cultura, más aceptable y tolerable se vuelve.
Para una plantilla multicultural, esta aceptación constituye la columna vertebral de unas relaciones laborales positivas y exitosas, y puede tiempo, dinero y frustración!
2. Conciencia cultural y resolución de problemas complejos
Todas las empresas operan bajo diversas tensiones. A veces, estas tensiones son el resultado de problemas que podrían resolverse fácilmente con nuevas perspectivas, una mejor comunicación o una mayor comprensión.
Un beneficio clave «oculto» de la formación en sensibilización cultural, a menudo señalado por los alumnos después de completar su curso, es la capacidad de resolver problemas que antes eran complejos.
Esto se debe principalmente a la introducción de nuevas perspectivas, y al aumento de la creatividad vinculado a ello, como resultado directo de la ampliación de los puntos de vista.
El aumento de la comprensión de cuestiones como, por ejemplo, el comportamiento personal, las normas aceptadas, las diferencias regionales, la comunicación, el lenguaje, la estructura social, los métodos empresariales y la colaboración, pueden influir en la capacidad de un individuo para aceptar el cambio e instigar la transformación dentro del lugar de trabajo. Una vez que entendemos las diferentes perspectivas, podemos aprender de ellas.
3. Conciencia cultural y flexibilidad cognitiva
La flexibilidad cognitiva es la capacidad de cambiar mentalmente entre el pensamiento de dos conceptos diferentes, o considerar muchas cosas a la vez.
En un sentido empresarial, los empleados que poseen esta habilidad son un gran beneficio para sus empleadores, ya que a menudo pueden realizar varias tareas, resolver cuestiones complejas con mayor facilidad, cambiar entre un idioma y otro, o tomar decisiones fiables e informadas.
La formación en sensibilización cultural puede mejorar la flexibilidad cognitiva, ya que introduce a los alumnos en nuevas prácticas, creencias, procesos y culturas positivas, lo que a su vez, conduce a una mejor adaptabilidad dentro de nuevas situaciones.
La capacidad de alterar nuestra percepción -abrirnos a nuevas ideas y conceptos- es un elemento clave para una comunicación ventajosa y una toma de decisiones práctica.
Reconocer cómo la formación en sensibilización cultural puede beneficiar a su empresa en un mercado internacional es esencial en la economía global actual.
Las empresas que sean capaces de utilizar cursos de formación, que lleven a sus empleados a un mayor éxito personal y empresarial, descubrirán que también se benefician de estas habilidades.
Si desea obtener más información sobre los cursos de concienciación cultural, o descubrir otras formas en las que pueden mejorar su productividad, póngase en contacto con nosotros.