Conflicto kurdo de Turquía: 2015-actualidad

Resumen

  • El atentado de Suruç, en julio de 2016, hizo estallar el conflicto intraestatal más importante de Turquía.
  • Desde julio de 2015, más de 2.300 personas han muerto en enfrentamientos violentos.
  • Ciudades del oeste de Turquía, como Estambul y Ankara, se han visto fuertemente afectadas por atentados terroristas supuestamente dirigidos por el PKK y sus afiliados.
  • El conflicto se alimenta de la guerra de Siria, donde ambos beligerantes están implicados y luchan intensamente entre sí.
  • Este Backgrounder del ISDP ofrece una visión general del conflicto, identifica a los actores implicados, una cronología de los acontecimientos, las víctimas del conflicto hasta el momento e identifica las tendencias del conflicto.

Introducción al conflicto kurdo de Turquía

El conflicto kurdo de Turquía ha dominado los titulares de Europa a lo largo de 2016. Cada vez más, Turquía, se ha convertido en un estado autoritario al suprimir las voces críticas y aplastar a un partido de oposición elegido. La detención de altos cargos del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) a principios de noviembre de 2016 atrajo la atención internacional. Con el tiempo, la situación política de los kurdos de Turquía se ha deteriorado hasta convertirse en enfrentamientos militares entre el Estado central turco y los grupos nacionalistas kurdos.

Orígenes del conflicto

Los orígenes de este conflicto se remontan a la fragmentación de las poblaciones kurdas en varios estados al desmembrarse el Imperio Otomano. La fragmentación kurda en los estados de Turquía, Siria, Irak e Irán siguió su curso después de que los Tratados de Sèvres y Lausana establecieran nuevas fronteras entre los estados de Oriente Medio. Sin embargo, a pesar de las promesas de las principales potencias coloniales, no surgió ningún Estado-nación separado para los kurdos. La visión de Kemal Atatürk de un Estado nacional turco unitario sentó las bases de la llamada «cuestión kurda», que sigue siendo una de las cuestiones políticas más controvertidas de la política turca.

El conflicto armado

A lo largo de las décadas que siguieron a la proclamación de la república turca, los kurdos se debatieron entre la integración, la asimilación o el rechazo de la república turca. A pesar de la considerable integración de los kurdos en la sociedad mayoritaria turca, seguían existiendo quejas por la represión estatal, la discriminación y el desprecio económico de las regiones kurdas. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) surgió a finales de la década de 1970 y se convirtió en el grupo de interés político kurdo más conspicuo. En 1984, este grupo marxista-leninista se embarcó en una campaña de resistencia armada. Como consecuencia, en los quince años siguientes, más de 40.000 personas aproximadamente han muerto en enfrentamientos.

La «apertura kurda»

A partir de 2002, el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdoğan se embarcó en nuevas iniciativas de reforma que abordaban directamente la cuestión kurda.1 El enfoque turco hacia su población kurda no pretendía únicamente proporcionar más derechos a las minorías, sino también lograr un desarme gradual de los rebeldes del PKK. Se da por sentado que esta «apertura» a los kurdos tenía fines electorales, al tratar de acoger a más votantes conservadores de origen kurdo y oponerse a las opiniones de los partidos nacionales competidores, como el Partido Popular Republicano (CHP) y el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP).2 Asimismo, la reintensificación del conflicto con los representantes kurdos parece también producto de cálculos políticos internos.

La vuelta a las armas

El reciente y renovado estallido del conflicto se debe a una combinación de acontecimientos internos y regionales. Cuando la ciudad kurda siria de Kobanî fue asediada por el Estado Islámico (EI) en septiembre de 2014, la política turca de no intervención provocó expresiones de ira y protestas públicas sin precedentes por parte de los kurdos de Turquía. Esto podría considerarse como un presagio del conflicto que se desencadenó no un año después con el atentado de Suruç, que marca el punto de inflexión en las recientes relaciones turco-kurdas. El atentado terrorista de Suruç del 20 de julio de 2015, presuntamente dirigido por terroristas del IS, mató a 34 personas, la mayoría de ellas jóvenes kurdos. Los grupos kurdos y de izquierda de Turquía culparon al Estado de haber apoyado en secreto a los islamistas radicales y de tener el máximo desprecio por los civiles kurdos.

Tras el ataque de Suruç, la creciente desconfianza mutua y los intereses políticos divergentes pusieron fin al alto el fuego de 2013. Posteriormente, volvió a estallar una espiral de violencia masiva. Entre el verano de 2015 y finales de noviembre de 2016, murieron 2.360 personas. Las operaciones militares a gran escala en las provincias sudorientales de Diyarbakır, Mardin, Şırnak y Hakkari destruyeron una cantidad considerable de infraestructuras. A la inversa, los terroristas del PKK han atacado lugares de valor simbólico en Estambul y Ankara en atentados que han matado a decenas de funcionarios estatales y civiles turcos. Sin embargo, las principales zonas de combate que han causado la mayoría de las víctimas se encuentran en las regiones kurdas del sureste de Turquía.³

Actores

Fuerzas estatales turcas

Fuerzas Armadas Turcas (TSK): Fuerzas estatales regulares con las fuerzas terrestres turcas (1), las fuerzas navales turcas (2) y las fuerzas aéreas turcas (3).

Fuerzas especiales: Unidades de operaciones especiales del TSK, que apoyan a las fuerzas combatientes y no combatientes.

Comando de Operaciones Especiales de la Gendarmería (JÖH): servicios de combate e inteligencia como búsqueda, infiltración, destrucción y reconocimiento; fuerza antiterrorista como parte del TSK.

Organización de Inteligencia y Antiterrorismo de la Gendarmería (JITEM, JIT): Unidad especial de inteligencia, facultada para llevar a cabo acciones antiterroristas discretas.

Policía Nacional Turca (TPT): Fuerzas policiales regulares, bajo el mando del Ministerio del Interior, y que llevan a cabo acciones anti-PKK a gran escala con competencias crecientes.

Departamento de Operaciones Especiales de la Policía (PÖH): Fuerzas especiales para la lucha antiterrorista y la aplicación de la ley, bajo el mando del Ministerio del Interior.

Guardias del Pueblo: Grupo de «mercenarios», en su mayoría de etnia kurda pero contratados y armados por el Estado turco para proporcionar conocimientos especiales sobre el oponente kurdo, servicios de combate y no de combate.

Lobos Grises: organización ultranacionalista, parte del MHP, fuerza cuasi paramilitar de contrapeso a los grupos de izquierda y kurdos, parte del llamado «Estado profundo turco».

Grupos armados kurdos

Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK): organización política con amplias estructuras militares, principal actor en el conflicto y organización madre para otros beligerantes.

Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG): grupo paramilitar, ala militar del PKK, principal subgrupo del PKK.

Unidad de Mujeres Libres (YJA STAR): grupo paramilitar, ala militar femenina especial del PKK.

Partido de la Vida Libre de Kurdistán (PJAK): organización política y militante con sede en la parte kurda de Irán, partidaria del PKK en Turquía.

Unidades de Protección Civil (YPS): grupo paramilitar, que opera principalmente en la guerra convencional contra las fuerzas del Estado turco, fundado en 2015, parte del YPG kurdo-sirio y fuertemente afiliado al PKK.

Brigada femenina de las Unidades de Protección Civil (YPS-Jin): grupo paramilitar, rama femenina del YPS, fundado en 2016.

Falcones de la Libertad de Kurdistán (TAK): Grupo paramilitar de fuerte carácter separatista, afiliado al PKK pero que opera de forma autónoma a través de atentados con bomba, por ejemplo.

Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK): Organización paraguas de varias organizaciones políticas y militantes de raíz kurda en la región, como el Partido de la Unión Democrática Siria (PYD).

Línea de tiempo – (julio de 2015 – noviembre de 2016)

El 20 de julio de 2015, un atentado en Suruç, presuntamente perpetrado por el IS, mata a 34 personas y deja 76 heridos, la mayoría de ellos de origen kurdo.

Entre el 21 y el 23 de julio de 2015, el PKK mata a 3 policías turcos en las provincias de Adıyaman y Şanlıurfa en actos de represalia. Esto se percibe comúnmente como el momento decisivo para que el gobierno turco tome medidas.

El 24 y 25 de julio de 2015, se lleva a cabo la ofensiva militar turca («Operación Mártir Yalçın») sobre los terroristas del IS y los grupos vinculados al PKK en el norte de Siria y el norte de Irak, respectivamente.

Entre el 27 de septiembre de 2015 y el 5 de noviembre de 2015, las Fuerzas Armadas turcas (TSK) destruyen las estructuras de la fuerza de montaña del PKK en la provincia de Hakkari con un saldo de unas 120 personas muertas («Asalto de Hakkari»).

En septiembre de 2015, numerosas oficinas del HDP en todo el país, también la sede del partido, son atacadas, destruidas e incendiadas por manifestantes nacionalistas enfurecidos. Los mítines electorales del HDP sufren disturbios masivos.

El 10 de octubre de 2015, un terrorista suicida mata a 103 personas y deja más de 500 heridos en el atentado terrorista más mortífero de la Turquía moderna, golpeando principalmente a los activistas de una manifestación pacifista de izquierdas y prokurda. Surgen sospechas sobre una posible vinculación con la inteligencia turca.

El 1 de noviembre de 2015, las elecciones generales dan una clara victoria al gobernante AKP y debilitan enormemente al prokurdo HDP.

El 28 de noviembre de 2015, el abogado y activista kurdo Tahir Elçi es asesinado en Diyarbakır. Tras su muerte surgen protestas sobre la implicación del Estado, pero aún no se ha identificado a ningún sospechoso.

Entre noviembre de 2015 y febrero de 2015, los enfrentamientos entre las fuerzas del Estado y las milicias kurdas se intensifican mediante ataques aéreos a gran escala, invasión de tropas, bombardeos mediante artefactos explosivos improvisados (IED) en el sureste, causando 466 muertes en el periodo correspondiente.

El 17 de febrero de 2016, los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK) matan a 30 personas en la capital, Ankara, en un atentado con coche bomba, la mayoría de ellas personal de la seguridad del Estado turco.

El 13 de marzo de 2016, un coche bomba, presuntamente instalado por el TAK, mata a 37 personas en el centro de Ankara, el segundo atentado terrorista grave en la capital turca en el plazo de cuatro semanas.

El 14 de marzo de 2016, una operación militar turca y unidades policiales asaltan y matan a unos 50 militantes kurdos en el norte de Irak como reacción.

El 28 de marzo de 2016, surgen informes de que el gobierno turco está confiscando las propiedades de los kurdos.

Entre abril y mayo de 2016, el personal de seguridad turco, los militantes del PKK e incluso los guardias de las aldeas kurdas-turcas mueren en mayor número tras fuertes enfrentamientos.

El 20 de mayo de 2016, la Gran Asamblea Nacional turca levanta la inmunidad de casi todos los diputados del prokurdo HDP al tiempo que abre un litigio contra ellos.

El 25 de mayo de 2016, la organización juvenil militante del PKK, la Unidad de Protección Civil YPS, afirma haberse retirado del distrito de Nusaybin.

El 5 de junio de 2016, el TSK anuncia un cambio de estrategias operativas de las zonas urbanas a las rurales.

El 7 de junio de 2016, 11 personas mueren, entre ellas 7 policías cuando en Estambul estalla un coche bomba cerca de un convoy de autobuses de la policía, el TAK reivindica el atentado.

En junio de 2016, varias ciudades de mayoría kurda en el sureste de Turquía se mantienen bajo toque de queda cuando el primer ministro Yıldırım y el presidente Erdoğan anuncian que las operaciones de combate contra las posiciones del PKK han finalizado.

El 15 de junio de 2016, se lleva a cabo un golpe militar por parte del TSK, pero finalmente fracasa en su intento de derrocar al gobierno del AKP y al presidente Erdoğan. El intento fallido de golpe de Estado deja hasta 300 personas muertas. Como consecuencia, se impone un estricto estado de emergencia y la ley marcial.

El 25 de agosto de 2016, fracasa un intento de asesinato del líder del CHP, Kemal Kılıcdaroğlu, en la provincia de Artvin, al noreste de Turquía. Supuestamente fue llevado a cabo por militantes del PKK.

El 25 de agosto de 2016, la llamada «Operación Escudo del Éufrates», la entrada oficial del TSK en la guerra siria, tiene como objetivo las posiciones del IS y, en particular, mata a decenas de miembros del YPG afiliados al PKK.

A finales de agosto de 2016, el conflicto ha alcanzado los aproximadamente 2000 muertos desde su estallido en julio de 2015.

En septiembre de 2016, el estado de emergencia proclamado tras el intento de golpe de Estado de julio de 2016 y la guerra en curso en Siria e Irak sostienen los enfrentamientos entre Ankara y las fuerzas kurdas

En octubre de 2016, las autoridades turcas cierran más de una docena de medios de comunicación kurdos.

El 25 de octubre de 2016, los dos alcaldes electos de Diyarbakır, Gültan Kışanak y Firat Anlı, son detenidos por sus presuntos vínculos con el PKK y sustituidos por un síndico del gobierno.

A partir del 4 de noviembre de 2016, varios políticos locales y nacionales del HDP son detenidos y encarcelados, entre ellos los líderes del partido Selahettin Demirtaş y Figen Yüksekdağ.

En noviembre de 2016, el número de muertos en cerca de 15 meses de conflicto se elevó a un mínimo estimado de 2360, después de que los enfrentamientos se intensificaran en el transcurso de los últimos acontecimientos.

Casualidades y daños

Los quince meses de continuos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del Estado y los militantes kurdos hacen que sea difícil encontrar una lista fiable de víctimas. No obstante, organizaciones como el International Crisis Group (ICG) han cotejado las cifras de víctimas proporcionadas por el Estado, las milicias kurdas y fuentes independientes para establecer con la mayor precisión posible el número de muertos de este conflicto. A finales de noviembre de 2016, el número de muertos se estima en 2.360. En total, desde 1984, el conflicto ha causado más de 40.000 muertes; se estima que unas 350.000 personas, como mínimo, han sido desplazadas.⁴ A finales de agosto de 2016, más de 2.000 personas con presuntos vínculos con el prohibido PKK habían sido detenidas, y se informó de que 250 estaban en prisión preventiva.Aproximadamente, los gobiernos turcos han gastado hasta 500.000 millones de dólares estadounidenses en las últimas dos décadas en políticas antiterroristas, mientras que el término «antiterrorismo» sigue siendo muy discutible a la luz de los acontecimientos actuales.

Categorización de las víctimas

Las estadísticas del ICG distinguen entre cuatro grupos diferentes de víctimas, figura 4. Esto proporciona una imagen más detallada del sufrimiento. El mayor número de víctimas son, como es lógico, los militantes del PKK, de los que se calcula que han muerto 965, seguidos de los miembros de las fuerzas de seguridad turcas, con 808. Es de suponer que el índice de combatientes del PKK muertos podría ser mucho mayor. Sin embargo, como es habitual en las guerras civiles, hay una considerable variación en las bajas declaradas, ya que ambos bandos afirman haber matado a un número mucho mayor de enemigos. Mientras que el TSK informa de casi 5.000 militantes del PKK muertos, el PKK afirma haber matado a unos 1.500 miembros de las fuerzas de seguridad turcas.⁷

Una tendencia que ha surgido a lo largo del conflicto es el crecimiento del grupo que el ICG identifica como «jóvenes de afiliación desconocida». Esto ilustra el carácter urbano de los recientes conflictos, ya que comprende a jóvenes de entre 16 y 35 años que murieron en su mayoría en las zonas de toque de queda durante los enfrentamientos, y no pueden ser clasificados ni como civiles ni como militantes del PKK. Este número es de aproximadamente 219. Mientras tanto, los clasificados como civiles son víctimas que carecen de una afiliación clara a uno de los grupos combatientes, pueden ser identificados por su nombre y pertenecen a víctimas del sureste dominado por los kurdos o a las de los atentados con bomba en el oeste de Turquía. El número de víctimas civiles se estima en 368 a partir de noviembre de 2016.⁸

Casualidades a lo largo del tiempo

La figura 5 muestra la evolución global del número de muertos desde julio de 2015 hasta diciembre de 2015, mientras que la figura 6 muestra la misma evolución desde enero de 2016 hasta octubre de 2016. Como se puede observar, esta cifra rara vez baja de los 100 muertos al mes. En febrero de 2016, alcanzó un máximo de 228 víctimas, seguido de marzo con 210 muertes. Febrero fue también el mes en el que murió el mayor número de personal de seguridad y militantes del PKK. Como muestran las estadísticas, no hay indicios de que el número de muertos esté a punto de disminuir. La situación política interna sigue siendo irreconciliable, sobre todo como consecuencia de las medidas más represivas posteriores al golpe, como las detenciones masivas de políticos kurdos y los continuos combates con los kurdos más allá de las fronteras nacionales turcas.

Daños en las infraestructuras

Aunque se ha producido un ligero cambio de la guerra urbana a la rural desde el lado kurdo se ha hecho más visible, los daños en las infraestructuras han afectado sobre todo a las zonas urbanas. La ciudad de Şırnak, situada en la frontera con Siria e Irak, se vio muy afectada por los ataques aéreos. Los informes muestran que alrededor del 70% del centro de la capital provincial fue destruido, con cifras similares para los centros históricos de Nusaybin, Sur y Cizre, donde considerables áreas fueron bombardeadas hasta convertirse en escombros.⁹ El primer ministro Binali Yıldırım anunció que en un futuro próximo se desarrollarán proyectos gubernamentales para reconstruir las infraestructuras destruidas en las siete provincias más afectadas del este y sureste de Anatolia. Estos incluirían escuelas, fábricas, oficinas de policía, estadios y hospitales.¹⁰

Los escenarios de la guerra

El sureste kurdo

Con el paso del tiempo, el conflicto se ha extendido en parte desde el sureste a las metrópolis turcas como Estambul y Ankara. Esto también se corresponde con la observación del ICG sobre un ligero cambio de estrategia dentro del tipo de guerra. Sin embargo, el conflicto se concentra claramente en las provincias de Diyarbakır, Mardin, Şırnak y Hakkari, dominadas por los kurdos. Más de un tercio de todas las víctimas se han registrado en estas mismas provincias, mientras que los distritos de Sur (provincia de Diyarbakır), Nusaybin (Mardin) y Cizre (Şırnak) han experimentado con diferencia el mayor número de víctimas desde julio de 2015. Cizre tuvo el mayor número de víctimas, seguido de Sur y Nusaybin. Muchas provincias vecinas se vieron afectadas, en consecuencia, casi todas las provincias de Anatolia Oriental pueden incluirse en la lista.

Ciudades del centro y oeste de Turquía

El conflicto también vio, en paralelo, un aumento de la violencia en el oeste de Turquía a partir de enero de 2016. Normalmente, el PKK y sus subgrupos lanzan acciones desde sus bases principales en el sureste, sin embargo, los últimos acontecimientos han mostrado claramente el desbordamiento del conflicto lejos del sureste kurdo. Aunque Estambul es en realidad la ciudad con mayor población kurda, en el pasado se ha librado normalmente de la violencia. Esto cambió cuando el TAK golpeó la ciudad en junio de 2016, atropellando un autobús de la policía y matando a once personas. De los 23 muertos en Estambul, la mayoría fueron catalogados como fuerzas de seguridad del Estado o como civiles.¹¹ De hecho, el elevado número de muertos civiles es indicativo del deterioro de la situación de seguridad del país. Para los grupos armados kurdos no hay lugar más simbólico para atacar que la capital, Ankara. En un periodo de tiempo relativamente corto, la capital sufrió 64 muertes, la mayoría de ellas civiles. Al igual que en el caso anteriormente mencionado de Estambul, los atentados terroristas de febrero y marzo de 2016 fueron presumiblemente dirigidos por el TAK. La cuestión de quién es el responsable del atentado suicida contra una mezquita en Bursa en abril de 2016 no está clara, a pesar de que el TAK reivindicó su responsabilidad. Las autoridades turcas sospecharon tanto de organizaciones kurdas como del IS como posibles autores. Lo mismo ocurre con el caso de un fuerte atentado en Diyarbakır el 3 de noviembre con nueve muertos en el que varios reivindicaron su autoría.¹²

Guerra

Cambio de estrategias bélicas

Los observadores han confirmado la tendencia de las milicias kurdas a retirarse gradualmente de los puntos urbanos a las zonas rurales. Desde principios de 2016, su estrategia parece haber cambiado para centrarse en atacar a las fuerzas de seguridad, y así aumentar la presión sobre el gobierno para que se comprometa. Como resultado, el número de bajas entre las fuerzas de seguridad aumentó de forma constante a partir de febrero de 2016. A partir de ese momento y hasta el verano de 2016, el PKK y sus aliados militantes cambiaron sus tácticas y pasaron a cometer atentados de mayor repercusión mediante el uso de artefactos explosivos improvisados, que tienden a aumentar considerablemente el número de víctimas. En varios atentados en Estambul y Ankara, el TAK asumió la responsabilidad de las bombas colocadas al borde de la carretera para atacar a representantes del Estado. Desde entonces, ambos grupos beligerantes han subido la apuesta de forma significativa. La estrategia del Estado turco apunta ahora con mayor dureza a los insurgentes militares kurdos y a los defensores políticos. Se han tomado medidas para desmantelar de forma decisiva la estructura política kurda y, con ello, aumentar las capacidades para controlar más las zonas rurales a las que se habían retirado los militantes del PKK. En consecuencia, los ataques de represalia contra los miembros de las fuerzas estatales turcas se han llevado a cabo con mayor frecuencia.

La guerra – el nivel administrativo

En este conflicto hay una distinción entre las bajas urbanas y rurales, resultado de las formas divergentes de la guerra. El gobierno turco ha sido ampliamente criticado por el uso de una fuerza dura y desproporcionada, en particular por la matanza de civiles en las zonas de toque de queda. Mediante la imposición extensiva de toques de queda en amplias zonas dominadas por los kurdos, el gobierno turco preveía una forma más eficaz de llevar a cabo contra-acciones sobre los militantes en los entornos urbanos, donde el riesgo de ser blanco de la artillería turca es alto. Esto también tuvo enormes efectos en la población civil, que posteriormente sufrió masivamente la escasez de agua, alimentos y atención médica.¹³ A pesar de los toques de queda proclamados a finales de 2015, las víctimas siguieron aumentando tanto en las zonas urbanas como en las rurales, también debido al intenso fuego de artillería. Tras la intentona golpista, los toques de queda, la ley marcial y el estado de emergencia del Estado turco han permitido atacar a las fuerzas kurdas con mayor eficacia, todo ello en el marco de la justificación del restablecimiento del orden.

La guerra – el nivel político

Además de los combates reales, el conflicto ha adquirido un carácter político. Mediante una decisión parlamentaria en la Gran Asamblea Nacional turca, 50 de los 59 diputados del HDP fueron despojados de su inmunidad parlamentaria. La exclusión del HDP, y los subsiguientes procesos judiciales, han supuesto que el representante legal más importante de las aspiraciones kurdas haya sido excluido de la participación política. Las oficinas del partido HDP han sido atacadas y saqueadas por manifestantes en repetidas ocasiones; especialmente en el periodo previo a las elecciones de noviembre de 2015, el HDP se quejó de los asaltos a sus mítines. Paralelamente, las restricciones del Estado a los medios de comunicación kurdos se multiplicaron e intensificaron tras la imposición del estado de excepción posterior al golpe de Estado. Por último, el Estado agravó aún más el conflicto político cuando detuvo a políticos electos de origen kurdo, entre los que se encontraban destacadas figuras del HDP, como Selahettin Demirtaş, Figen Yüksekdağ y Sırrı Süreyya Önder, una de las principales personas impulsoras del diálogo kurdo con Ankara.¹⁴ Esto refleja no sólo un importante revés para la integración de los kurdos en el sistema político turco sino, al menos por el momento, el fin de la participación kurda en el proceso de toma de decisiones políticas por medios legales.

Notas finales

6 Yilmaz Ensaroğlu, «Turkey’s Kurdish Question and the Peace Process», Insight Turkey 15, vol. 2. (2013): 7-17.

13 Asociación para los Derechos Humanos y la Solidaridad con los Oprimidos (Mazlumder), «Cizre Investigation and Monitoring Report on Developments During the Round-Clock-Curfew Imposed on the Town between December 14, 2015 and March 2, 2016», Asociación para los Derechos Humanos y la Solidaridad con los Oprimidos (Mazlumder), 4-6 de marzo de 2016, http://www.mazlumder.org/fotograf/yayinresimleri/dokuman/MAZLUMDER_CIZRE_REPORT_20162.pdf

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