Vehículos eléctricos
Existen varios vehículos eléctricos (VE). Su funcionamiento es barato y prácticamente no producen emisiones en el punto de uso, aunque cuando se cargan las baterías se producen emisiones en las centrales eléctricas. Los inconvenientes son que la tecnología de las baterías, aunque está mejorando, sigue siendo pesada y cara. Los vehículos eléctricos tienen una autonomía limitada -normalmente 160 kilómetros- y pueden tardar varias horas en recargarse, pero vale la pena considerarlos como un vehículo urbano adecuado para viajes cortos.
Vehículos híbridos
Los vehículos híbridos utilizan un motor de gasolina convencional junto con un motor eléctrico y una batería. La potencia adicional del motor eléctrico permite utilizar un motor de gasolina más pequeño y cargarlo de forma más eficiente. Esto puede reducir las emisiones de CO2 y de contaminantes locales. Algunos híbridos funcionan sólo con su motor eléctrico durante breves periodos de tiempo a bajas velocidades.
En la actualidad hay varios modelos híbridos disponibles en el Reino Unido. La propulsión híbrida puede utilizarse para reducir las emisiones o, alternativamente, para mejorar las prestaciones respecto a los modelos con un motor de gasolina de tamaño similar. Pueden ser híbridos con batería o híbridos enchufables, que pueden recargarse externamente. Además de los híbridos «completos», también existen los «microhíbridos». En estos modelos, el motor eléctrico no proporciona energía para propulsar el vehículo, sino que permite que el motor de gasolina se detenga cuando el vehículo se detiene. Estos coches suelen ser más baratos que los híbridos «completos», y en las zonas urbanas producen mucho menos CO2, contaminación atmosférica local y ruido.
Vehículos de pila de combustible y otros vehículos
Los vehículos de pila de combustible combinan el combustible de hidrógeno con el oxígeno del aire para producir electricidad. Ésta se utiliza luego para propulsar el vehículo, siendo las únicas emisiones de escape el agua. Las emisiones se producen en la producción del combustible de hidrógeno; en la actualidad, la mayor parte del hidrógeno procede del reformado del gas natural. Aunque los vehículos de pila de combustible son limpios y silenciosos, actualmente se encuentran en las primeras fases de desarrollo, y pasarán algunos años antes de que sean habituales en nuestras carreteras.
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