Definición de banco central

Objetivos del banco central

Los objetivos de los bancos centrales han cambiado en gran medida a lo largo de los años, debido a acontecimientos económicos desastrosos. Por ejemplo, en la década de 1970, el principal objetivo de los bancos centrales era garantizar el pleno empleo. Sin embargo, el enfoque en el empleo cegó la atención de los bancos centrales en la inflación. En lugar de mantener la estabilidad de los precios, los bancos centrales inyectaban dinero en la economía para garantizar el empleo. Sin embargo, esto se hizo a costa de la inflación.

Por ejemplo, en 1973, hubo una crisis masiva de petróleo que se llamaría la «crisis de la OPEP». Provocó un fuerte aumento de las tasas de desempleo en todo el mundo desarrollado. Como represalia, los bancos centrales abrieron los grifos y suministraron dinero a la economía con la esperanza de impulsar la inversión y el empleo.

Si bien el plan funcionó, impulsó el empleo a corto plazo, pero creó efectos a largo plazo. La inflación de dos dígitos se produjo en la década de 1980 y el empleo también se resintió. Como resultado, los bancos centrales aprendieron que es necesario un enfoque más equilibrado – uno que se centre en varios objetivos en lugar de uno.

Ejemplos de los objetivos de los bancos centrales incluyen:

  • Estabilidad de precios
  • Pleno empleo
  • Estabilidad financiera
  • Crecimiento económico
  • Estabilidad del tipo de cambio

1. Estabilidad de precios

La estabilidad de precios es probablemente uno de los principales objetivos de los bancos centrales. Después de los altos niveles de inflación de los años 70 y 80, y del desastre que supuso la Gran Depresión de 1929, el control de los precios es un elemento clave de la política de los bancos centrales.

Ahora, en la mayor parte del mundo desarrollado, la tasa de inflación objetivo es del 2%. La razón es que es lo suficientemente alta para fomentar el consumo, pero no demasiado alta para provocar compras de pánico, creando así un ciclo de mayor inflación. Sin embargo, no es demasiado baja como para causar una cantidad excesiva de ahorro.

2. El pleno empleo

A lo largo de la historia, el pleno empleo era uno de los principales objetivos del banco central. Sin embargo, a medida que el estado de bienestar se ha ido expandiendo y la comprensión de la política monetaria aumentando, ha dado un paso atrás.

No obstante, el pleno empleo sigue siendo un objetivo relativamente importante. La mayoría de los bancos centrales tomarían medidas si el empleo comienza a mantenerse. Normalmente, esto se hace bajando los tipos de interés para alimentar un crédito más barato para las empresas. A su vez, las empresas utilizarían el crédito barato para invertir y ampliar sus operaciones, estimulando así el empleo en el proceso.

3. Estabilidad financiera

El banco central suele actuar como prestamista de última instancia para mantener la estabilidad financiera. Por ejemplo, la mayoría de los bancos comerciales necesitan préstamos a corto plazo para poder alinear sus activos y pasivos.

En ocasiones, un banco comercial puede tener que pagar un préstamo a otra institución financiera, pero sus activos están inmovilizados en préstamos a largo plazo y otros activos ilíquidos. Como resultado, necesitan algo de liquidez a corto plazo para cumplir con sus obligaciones, que es donde entra en juego el banco central.

Esto es crucial en el sector privado, ya que algunos impagos a corto plazo podrían causar graves consecuencias. Un pequeño impago a corto plazo puede hacer que otras instituciones dejen de hacer negocios con ellos y que los clientes empiecen a irse a otra parte. Puede destruir la reputación de la empresa y, por tanto, la confianza en ella como organización. Por lo tanto, el banco central desempeña un papel importante a la hora de garantizar la confianza y la estabilidad de los bancos.

4. Crecimiento económico

El crecimiento económico es importante para los bancos centrales ya que generalmente significa más puestos de trabajo y mejores condiciones de vida. Cuando hay crecimiento económico, a menudo se asocia con un aumento de la inversión empresarial, la mejora del empleo y el aumento de la demanda.

Ahora bien, el crecimiento económico es un objetivo para los bancos centrales, pero no es necesariamente su principal. A menudo tienen que sopesar los pros y los contras, ya que controlar la inflación y los precios puede ser más beneficioso que estimular la economía. No obstante, los bancos centrales a menudo tratarán de apuntalar la economía si pueden hacerlo a la vez que mantienen la estabilidad de los precios.

5. Estabilidad del tipo de cambio

Por una u otra razón, un país puede enfrentarse a una crisis monetaria por la que la demanda de su moneda disminuye rápidamente. Esto puede deberse a una salida política interna o a una crisis financiera. A su vez, esto crea una inestabilidad dentro de los mercados, que los bancos centrales buscan evitar.

La inestabilidad del tipo de cambio puede conducir a niveles más bajos de confianza de las empresas, ya que no pueden planificar adecuadamente sus inversiones o su estrategia comercial. Este es un factor aún más importante en las actuales economías interconectadas que dependen en gran medida de las cadenas de suministro internacionales.

Cuando el tipo de cambio cae fuertemente, el banco central puede tratar de comprar la moneda nacional en el mercado de divisas en un intento de aumentar su demanda y valor. Esto puede ayudar a crear estabilidad en el mercado, lo que podría afectar significativamente a los importadores, la cadena de suministro y los exportadores por igual.

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