La terapia láser utiliza rayos láser de alta temperatura como una forma suave de radiación. Durante el proceso, estos rayos láser se calientan y dañan los folículos pilosos.
Los folículos pilosos se encuentran justo debajo de la piel. Son los responsables de producir nuevas hebras de cabello. Si se destruyen los folículos, la producción de vello se desactiva temporalmente.
Por el contrario, la depilación con pinzas, el afeitado y la cera eliminan el vello por encima de la superficie. Estos métodos no se dirigen a los folículos que producen el vello.
La AAD considera que las siguientes zonas son apropiadas para la depilación láser:
- pecho
- espalda
- hombros
- cuello
- línea de los bikinis
- cara (excepto el área de los ojos)
Esta forma de depilación funciona mejor con los colores de vello más oscuros en los tonos de piel claros. Esto se debe a que los láseres se dirigen a la melanina del vello (color). Incluso si no se eliminan algunos pelos, el aclaramiento de su color puede reducir la apariencia del vello en la piel.
También es posible que algunos de sus pelos se desprendan a los pocos días de su primera sesión de tratamiento.
En general, la depilación láser es un proceso relativamente rápido. Las zonas más pequeñas, como el labio superior, pueden tardar sólo unos minutos. Las zonas más grandes de depilación, como la espalda o el pecho, pueden tardar una hora o más.
Si su dermatólogo aplica primero un gel tópico para aliviar el dolor (anestesia), puede esperar estar en la consulta hasta otra hora completa.
A pesar de la alta tasa de éxito de la depilación láser, los folículos pilosos acaban sanando. Esto da lugar a una nueva producción de vello. Para asegurar los mejores resultados posibles, tendrá que someterse a múltiples sesiones de tratamiento.
Compruebe: Cómo tratar y prevenir el vello púbico encarnado»