Diosa Madre: Nombres y explicación

Diosas madre

A lo largo de la historia de la humanidad, las personas han utilizado mitos e historias para dar sentido al mundo que les rodea y para proporcionar ejemplos de comportamiento adecuado. Muchas culturas tienen historias de una diosa madre, una figura femenina que suele ser esposa y madre. En todo el mundo podemos encontrar historias de diosas madre que ayudaron a crear la vida y a proporcionar alimento y refugio a la humanidad.

La antigua Babilonia

Según los babilonios, Tiamat era la madre primordial del mundo. Tiamat y su marido (o esposa, según la historia), Apsu, crearon muchos dioses nuevos. A partir de estos dioses, se crearon más dioses nuevos del cielo, la tierra y el inframundo.

Con el creciente número de dioses que habitaban el mundo, las cosas se volvieron tan ruidosas que Tiamat y Apsu no pudieron obtener el descanso que necesitaban. Se molestaron tanto con el constante ruido de sus hijos y nietos que discutieron la posibilidad de matarlos a todos. Uno de sus nietos, Ea el Omnisciente, se enteró de su plan y utilizó sus poderes mágicos para capturar y matar a Apsu. Tiamat estaba tan furiosa que creó un ejército de monstruos horribles y los soltó en el mundo.

Ea y sus hermanos temían terriblemente a Tiamat y a su ejército de monstruos; sin embargo, uno de ellos, Marduk, aceptó luchar contra Tiamat si los demás dioses aceptaban que él era el más poderoso de todos los dioses. Los otros dioses acordaron que Marduk sería su líder y le dieron un cetro, un trono y un arma invencible.

Armado con su arma invencible, Marduk comenzó su batalla con Tiamat durante un furioso huracán. La atrapó en su red y cuando ella abrió la boca para intentar tragárselo, Marduk guió el huracán hacia su boca en su lugar. Con Tiamat aturdida y desorientada, Marduk disparó una flecha en su vientre y la mató. Marduk atrapó a su ejército de monstruos y los arrojó al inframundo.

Una talla de Marduk luchando contra un monstruo

Una talla de Marduk luchando contra un monstruo

Marduk cortó el cuerpo de Tiamat por la mitad y con la mitad superior creó el cielo. De la mitad inferior del cuerpo de Tiamat, Marduk creó la tierra, y de su sangre Marduk creó a los primeros humanos. En reconocimiento a sus triunfos, los otros dioses hicieron de Marduk el rey de los dioses y le otorgaron todos sus poderes. Para los babilonios, Tiamat era una diosa madre complicada. Aunque luchaba contra Marduk y los demás dioses, su cuerpo proporcionaba la creación y el cobijo de los humanos.

La antigua Grecia y la antigua Roma

En la antigua Grecia, podemos encontrar otro ejemplo de diosa madre. Según la mitología griega, Deméter era la diosa de la vida y nutría las cosas que crecían, especialmente los cultivos. Deméter alimentaba las cosechas y, a través de ellas, al pueblo griego. Además de proteger las cosechas, Deméter también se interesaba por mantener unidos los matrimonios y por presidir el ciclo vital de los humanos y otros animales.

Según la mitología griega, Deméter tenía una hija llamada Perséfone, que la ayudaba a mantener la tierra y el pueblo de Grecia felices y sanos. Perséfone era una joven hermosa y acabó llamando la atención de Hades, el dios del inframundo. Hades intentó cortejar a la joven Perséfone, pero ésta tenía miedo del dios mayor. Hades se cansó de cortejarla y secuestró a Perséfone y la convirtió en la reina del inframundo. Deméter no tenía ni idea de dónde había ido Perséfone y buscó por todo el mundo a su hija perdida. Mientras Deméter buscaba en vano, las estaciones se detuvieron, las cosechas se marchitaron y murieron, y el pueblo de Grecia sufrió mucho.

Una ilustración de Hades secuestrando a Perséfone, del Palacio de Versalles

Una ilustración de Hades secuestrando a Perséfone, del Palacio de Versalles

Zeus, el líder de los dioses griegos, se preocupó y pidió a Hades que devolviera a Perséfone a su madre. Hades accedió a permitir que Perséfone volviera a la tierra; sin embargo, le dio una granada del inframundo para que la comiera en su viaje de vuelta a su madre. Por cada trozo de granada que comía Perséfone, estaba obligada a regresar al inframundo y a vivir con Hades durante un tiempo determinado. Cuando regresó a su madre, Perséfone se había comido todos los granos de granada. Como se había comido las semillas, Perséfone tenía que volver a Hades cada año durante tres meses.

Según los griegos, durante la parte del año que Perséfone tenía que vivir con Hades, Deméter, en su tristeza, dejaba que todas las cosechas y plantas se marchitasen y muriesen. Cuando Perséfone regresaba cada año, Deméter hacía florecer todas las plantas y cultivos en señal de celebración. Para los antiguos griegos, la historia de su diosa madre, Deméter, ayudaba a explicar el cambio de las estaciones. Los antiguos romanos también incorporaron la historia de Deméter y Perséfone a su mitología; sin embargo, llamaban a Deméter con el nombre de Ceres, de donde procede nuestra palabra moderna «cereal».

Templo de Deméter en Grecia

Templo de Deméter en Grecia

El antiguo Egipto

Los antiguos egipcios creían en otra diosa madre llamada Isis. Isis era la diosa de la naturaleza y la magia y era adorada por los egipcios como la esposa y madre perfecta. Isis ayudaba a proteger a los esclavos, a los artistas y a los oprimidos, así como a los niños y a los bebés.

Según los antiguos egipcios, Isis estaba casada con su hermano Osiris. Los faraones egipcios solían casarse con sus hermanos para emular a Isis y Osiris. The couple was very happy together; however, their brother Set became very jealous and wanted Isis for himself.

Painting of Isis and Osiris

Painting of Isis and Osiris

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