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¿Qué es el eccema?
El eccema es una afección en que la piel se irrita y se vuelve roja, seca, con bultos y picazón. Hay varios tipos de eccema, pero el más frecuente de todos es la dermatitis atópica. Para mucha gente, las expresiones «eccema» y «dermatitis atópica» significan lo mismo.
¿Cuáles son los signos y los síntomas del eccema?
Los signos del eccema son:
- principalmente una piel seca y que pica. Puesto que causa tanta picazón, se suele describir como una erupción con prurito.
- incluye el enrojecimiento, la aparición de escamas y de bultitos en la piel que supuran líquido y que luego se cubren de costras
- tiende a ir y venir. Cuando el eccema empeora, se conoce como crisis o reactivación.
- puede ser más perceptible por la noche
Los síntomas del eccema pueden variar:
- Los bebés menores de un año, suelen tener eccema en las mejillas, la frente y el cuero cabelludo. El eccema se les puede extender a rodillas, codos y tronco (pero no suele afectar al área cubierta por el pañal).
- Los niños mayores y los adolescentes suelen tener eccema en los pliegues de los codos, detrás de las rodillas, en el cuello y en la cara interna de las muñecas y de los tobillos. Suelen tener la piel más cubierta de escamas y más seca que cuando empezaron a tener eccema. La piel también puede estar más engrosada y oscura, así como cubierta de cicatrices provocadas por el rascado debido al picor (lo que se conoce como «liquenificación»).
Causas del eccema
Los médicos no saben exactamente cuál es la causa del eccema. Se podría deber a una diferencia en la manera en que el sistema inmunitario de una persona reacciona ante las cosas. Las alergias cutáneas pueden estar implicadas en algunos tipos de eccema.
¿Quién puede desarrollar eccema?
Muchos niños y adolescentes con eccema tienen parientes con esta misma afección. Los expertos creen que el eccema se trasmite de padres a hijos a través de los genes. El eccema es bastante frecuente.
Las personas con eccema también pueden tener asma y algunos tipos de alergias, como la fiebre del heno (o rinitis alérgica estacional). El eccema, el asma y la fiebre del heno se conocen como afecciones «atópicas». Estas afecciones se dan en personas que son hipersensibles a alérgenos (sustancias que provocan reacciones alérgicas) ambientales. En algunas personas, una alergia alimentaria puede desencadenar estas afecciones o empeorarlas. En otras personas, las alergias a la caspa animal, el polvo u otras cosas pueden ser los desencadenantes.
El eccema no es contagioso.
¿Cómo se diagnostica el eccema?
No hay ninguna prueba específica cuyo resultado permita hacer un diagnóstico de dermatitis atópica. El médico observará la erupción y hará preguntas sobre los síntomas, la salud del niño hasta la fecha y sus antecedentes médicos familiares. Si el niño tiene parientes con alguna afección atópica, se trata de una pista importante de que se podría tratar de un eccema.
El médico descartará otras afecciones que pueden causar inflamación cutánea, y tal vez les recomiende visitar a un dermatólogo o a un alergólogo.
Es posible que el médico le prohíba algunos alimentos a su hijo (como los huevos, la leche, la soja y los frutos secos), le cambie el detergente para la ropa y el jabón o haga otros tipos de cambios para saber si su hijo está reaccionando a alguna de esas sustancias.
¿Cómo se trata el eccema?
El eccema no se puede curar. Pero el tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas. El médico recomendará distintos tipos de tratamientos en función de la gravedad de los síntomas, la edad del niño y la ubicación de la erupción. Algunos de estos tratamientos son «tópicos», o aplicados sobre la piel. Otros son por vía oral (se toman por boca)
Hidratantes tópicos. La piel se debe hidratar a menudo (idealmente dos o tres veces al día). El mejor momento para hidratar la piel es después de bañarse o ducharse, con la piel secada a toquecitos y con suavidad. Las pomadas (como la vaselina) y las cremas son lo mejor porque contienen mucho aceite. Las lociones contienen demasiada agua, de modo que no ayudan.
Corticoesteroides tópicos, también llamados cortisona o cremas o pomadas de esteroides. Ayudan a aliviar la inflamación. (no se deben confundir con los esteroides anabólicos que utilizan algunos atletas). Es importante no usar un corticoesteroide tópico que le hayan recetado a otra persona. Estas cremas y pomadas varían en la intensidad de sus efectos, de modo que usar un producto fuerte en áreas de piel sensibles puede dañar la piel, sobre todo en los bebés.
Otros medicamentos antiinflamatorios tópicos. Aquí se incluyen medicamentos que modifican la forma en que reacciona el sistema inmunitario de la piel.
Medicamentos que se toman por vía oral. Los antihistamínicos (medicamentos contra la alergia) ayudan a aliviar el picor para poder dormir mejor por la noche; los antibióticos sirven para prevenir o tratar posibles infecciones por bacterias; las pastillas de corticoesteroides o de otro tipo sirven para deprimir el sistema inmunitario.
Entre otros tipos de tratamientos, se incluyen los siguientes:
- la fototerapia: tratamiento con luz ultravioleta
- paños húmedos: a colocar sobre las áreas de piel irritada
- baños de lejía: usando una solución lejía muy diluida
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Ayude a prevenir y a tratar el eccema de su hijo evitando que se le seque la piel y que le pique, así como los desencadenantes que les causan crisis o reactivaciones del eccema. Pruebe los siguientes consejos:
- Los niños se deben dar baños breves o ducharse con agua tibia (no caliente). Use jabones no perfumados o geles que no contengan jabón y séquele la piel a su hijo con suavidad y a toquecitos antes de ponerle crema o pomada. Los adolescentes deben usar maquillaje no perfumado y cremas faciales hidratantes no comedogénicas.
- Pregunte al médico de su hijo si es adecuado que use productos a base de avena en el baño para ayudar a controlar el picor.
- Los niños se deben vestir con prendas de tejidos suaves y absorbentes, como el algodón. Evite vestir a su hijo con lana o poliéster, que le pueden irritar o rozar la piel.
- Mantenga cortas las uñas de su hijo para evitar las lesiones que se podría hacer al rascarse. Si su hijo tiende a rascarse por la noche, pruebe a ponerle unos guantes finos y que sean cómodos a la hora de acostarse.
- Evite que su hijo se exponga demasiado al calor, porque el calor puede reactivar el eccema.
- Haga que su hijo beba abundante agua, lo que hará que tenga la piel bien hidratada.
- Elimine cualquier alérgeno conocido del entorno doméstico y ayude a su hijo a evitar otros alérgenos, como el polen, el moho y el humo del tabaco.
- El estrés puede empeorar el eccema. Ayude a su hijo a encontrar maneras de afrontar al estrés (como hacer ejercicio físico, respiraciones profundas o consultar a un terapeuta).
¿Cuándo debería llamar al médico?
Los niños y los adolescentes con eccema son proclives a las infecciones cutáneas. Llame al médico de su hijo de inmediato si percibe signos de infección, como:
- fiebre
- enrojecimiento y calor en o alrededor de las áreas afectadas
- ampollas llenas de pus en o alrededor de las áreas afectadas
- vesículas o úlceras en la piel similares a las «calenturas» o las «ampollas febriles» que salen en los labios.
Llame también al médico si percibe un cambio repentino o un empeoramiento en el eccema de su hijo o si esta afección no parece estar respondiendo a las recomendaciones de su médico.
¿Qué más debería saber?
En muchos niños, el eccema les empieza a mejorar en torno a los 5 o 6 años de edad. A veces, les desaparece por completo. A otros niños, les puede volver a empezar cuando inician la pubertad. Algunas personas siguen teniendo eccema durante la etapa adulta, con áreas que parecen secas y escamosas y que causan picazón.