Donald Trump ha estado muy ocupado en los últimos meses de su presidencia. El jueves, el presidente estadounidense anunció que Marruecos se ha convertido en el último país de Oriente Medio en acordar la normalización de las relaciones con Israel.Con esto, Marruecos se convierte en el cuarto país en los últimos cuatro meses en establecer relaciones diplomáticas con Israel.
Los otros fueron los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán – los cuatro acuerdos fueron diseñados por Estados Unidos.
Trump había prometido un acuerdo de paz hace cuatro años, y hace tres meses, lo cumplió, justo antes de las elecciones estadounidenses, ya que los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin establecieron lazos diplomáticos con Israel. Fue un cambio sísmico en la política de Asia Occidental. El acuerdo se denominó «Acuerdos de Abraham».
Ahora, mientras Trump se prepara para dejar el cargo, más países están firmando el acuerdo. El último es Marruecos – otra nación árabe que hace la paz con Israel.
Sin embargo, el camino fue cuesta arriba para permitir el acuerdo ya que Estados Unidos tuvo que cambiar su política hacia Marruecos con la reclamación de Marruecos sobre el Sahara Occidental que es una antigua colonia española. Ha estado controlada por Marruecos durante los últimos cuarenta años.
Ningún país reconoce la soberanía de Marruecos sobre la región, sin embargo, ahora Estados Unidos sí lo hace así de importante fue el acuerdo de paz para Donald Trump y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no perdió tiempo en agradecerlo.
«Siempre he creído que este día histórico llegaría, siempre he trabajado para ello. Quiero agradecer en primer lugar al presidente Trump sus extraordinarios esfuerzos por expandir la paz, por llevar la paz a Israel y a los pueblos de Oriente Medio», dijo Netanyahu.
«Presidente Trump, el pueblo de Israel y el Estado de Israel estarán siempre en deuda con usted por sus magníficos esfuerzos en nuestro nombre. Quiero dar las gracias, también, al rey de Marruecos, el rey Mohamed VI, por haber tomado esta decisión histórica para conseguir una paz histórica entre nosotros», añadió el primer ministro israelí.
Puede que Trump no haya conseguido un segundo mandato, pero se va como uno de los presidentes más asediados de Estados Unidos, sin embargo, esta es una victoria en política exterior como ninguna otra. Donald Trump ha logrado lo que sus predecesores prometieron, intentaron y fracasaron: consiguió el acuerdo de paz que ellos no pudieron.
Con Trump, Israel ha normalizado los lazos con cuatro naciones árabes. Durante las últimas siete décadas, la mayoría de los países árabes han boicoteado a Israel por su disputa con Palestina. Ahora eso ha cambiado, ya que se espera que otras naciones firmen acuerdos similares.
Tienen la bendición de Arabia Saudí, pero la propia Riad no está dispuesta a firmar en la línea de puntos, todavía. Los esfuerzos de Donald Trump tienen un papel importante en este cambio. Las arenas movedizas de la política árabe han hecho el resto. Los Estados del Golfo e Israel han encontrado ahora un enemigo común en Irán.
Palestina ha quedado relegada a un segundo plano. Los árabes suníes y los judíos son ahora aliados, con el Irán chiíta amenazando a ambos y Donald Trump atribuyéndose el mérito de haber logrado lo que él llama el acuerdo del siglo.