Hay un punto, al principio del nuevo documental de NBATV, «The 84 Draft», que es bastante impagable.
En él aparece el difunto director de ojeo de la NBA, Marty Blake, hablando a la cámara de USA Network, diciendo: «Creo que esta es una de las mejores cosechas de los últimos años. Es muy poco habitual que se consigan seis superestrellas potenciales»
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La toma es un recordatorio de lo diferentes que eran las cosas hace 30 años, mucho antes de la embestida de los mock drafts y las webs de scouts. El ex comisionado David Stern -todavía sin canas y luciendo el fino bigote del inspector Clousseau- dirigía su primer draft, y recordaba que entonces había tan poco interés que la liga llegó a pagar a USA para que lo emitiera. Un martes por la tarde.
Pero, en definitiva, Blake tenía razón: la clase del draft de la NBA de 1984 fue muy inusual. No sólo produjo cuatro miembros del Salón de la Fama (Hakeem Olajuwon, Michael Jordan, Charles Barkley y John Stockton), sino que produjo la friolera de 10 jugadores que terminaron con al menos 10.000 puntos en su carrera.
Y lo que es más interesante, produjo algunas historias fascinantes, algunas conocidas y otras poco contadas. Esas historias son el centro de «El Draft del 84», y hacen que el programa de una hora de duración sea tan interesante para los aficionados ocasionales como para los aficionados al baloncesto. El documental, narrado por Steve Nash de los Lakers, se estrenará el lunes por la noche.
El productor de la película, Dion Cocoros, (cuyos otros créditos en NBATV incluyen «The Doctor» y «The Dream Team» dijo a Sporting News, «Nos encanta contar una gran historia de baloncesto. … Ese es nuestro objetivo: dar a nuestros fans grandes historias de baloncesto y hacerles pensar un poco más en algunas cosas que tal vez en la superficie no cobran vida hasta que pones el archivo y la narración juntos.»
Por supuesto, ese draft es probablemente más conocido por la decisión de los Trail Blazers de elegir al gran jugador de Kentucky Sam Bowie en lugar de a Jordan, y aunque la película no dedica excesivo tiempo a la elección de Bowie, hay un gran vídeo de Bowie que muestra cuánto atletismo y delicadeza tenía, y por qué los Blazers pensaron que sería una buena elección.
Y eso demuestra que, por muy seguros que nos parezcan los aciertos y errores de estas elecciones 30 años después, no había forma de saber con certeza lo buenos que serían estos jugadores en aquel momento.
«El punto obvio era, ‘Oh, los Blazers pasaron de Michael Jordan y se llevaron a Sam Bowie'», dijo Cocoros. «Pero esa historia se ha contado mucho a lo largo de los años; lo que aprendí sobre todo es que la retrospectiva no es posible cuando haces selecciones. Michael Jordan fue el número 3, pero cuando hablas con la gente que participó en ella, no fue una elección tan clara. Como todo, hay que tener en cuenta estas cosas en retrospectiva. No fue una decisión tan obvia».
La película brilla cuando saca a la luz algunas líneas argumentales que no han recibido tanta exposición. De hecho, hay un quinto miembro del Salón de la Fama seleccionado en este draft: la superestrella brasileña Oscar Schmidt, que anotó 46 puntos contra el equipo de Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de 1987, una actuación memorable que pone de manifiesto la estrella que podría haber sido en la NBA. Pero si Schmidt se hubiera unido a la NBA, no se le habría permitido jugar con su equipo nacional, y dice que eso era demasiado importante para él como para renunciar a ello.
Además, fue elegido en la sexta ronda por Nueva Jersey, y aunque los Nets le ofrecieron un contrato sin cortes, Schmidt vio su selección en la sexta ronda como un insulto. «Vamos», dice. «¿Sexta ronda?»
Las historias de Jordan, Stockton, Barkley y Olajuwon, también son destacadas en el documental, así como la de Leon Wood, un escolta que había sido comparado con Isaiah Thomas, pero que nunca pudo afianzarse en la NBA y se esfumó, para luego dar un giro y convertirse en árbitro de la liga, puesto que aún ocupa.
La historia de la última elección de ese draft, Dan Trant, de la Universidad de Clark, aporta mucha emoción, ya que Trant era un jugador muy querido por todos y un hombre de familia que murió en el atentado del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001.
Si la película tiene alguna carencia, es en los detalles entre bastidores que conducen al draft: los Bulls recibieron múltiples ofertas de intercambio por la tercera elección, por ejemplo, y los Blazers sólo tenían la elección número 2 debido a un intercambio que habían hecho en 1981 con Indiana (por una temporada mediocre del alero Tom Owens). Los Rockets se hundieron tanto ese año para conseguir a Olajuwon que la NBA puso en marcha una lotería del draft por primera vez al año siguiente.
Nada de eso se menciona aquí, lo cual es comprensible dada la limitación de tiempo, pero la película se adaptaría mejor a los fans acérrimos del baloncesto con ese tipo de detalles internos.
«El Draft del 84» hace un gran trabajo al unir todas las piezas de ese extraordinario draft, mostrando cómo ese grupo de jugadores fue la base de la transición de la NBA desde la era Magic Johnson-Larry Bird a la década de los 90, cuando la liga alcanzó cotas de popularidad.
«Es interesante cómo se cruzaron las carreras», dijo Cocoros. «Hay un momento en la película en el que, es 1997. Barkley se junta con Hakeem en Houston, y Hakeem ya ha ganado dos títulos, es un campeón. Jordan es un campeón. Barkley busca el título, forma equipo con Hakeem y pierden de forma dramática en las finales de conferencia, ¿contra quién? Contra los Jazz, con el famoso tiro de John Stockton. Luego Stockton lleva a los Jazz a las Finales y pierde, por supuesto, con Michael Jordan.
«Es interesante que los cuatro tipos, en una carrera de playoffs, estuvieran unidos.»