Un juez de Tallahassee ha finalizado el divorcio del entrenador de fútbol americano de la Universidad Estatal de Florida, Jimbo Fisher, y Candi Fisher.
Jimbo Fisher, de 50 años, había solicitado el divorcio el 31 de julio, y el caso se hizo definitivo el 10 de diciembre. La petición mencionaba que la pareja estaba separada desde mayo sin posibilidad de reconciliación.
El acuerdo de divorcio se alcanzó con relativa rapidez, teniendo en cuenta que los Fisher tienen dos hijos pequeños tras 22 años de matrimonio y que el salario de él este año es de 5 millones de dólares.
Y aunque el acuerdo es confidencial, los registros de propiedad del condado de Leon muestran que el entrenador Fisher, cuyos Seminoles juegan en la Peach Bowl en la víspera de Año Nuevo, se quedó con el hogar conyugal, una mansión de un millón de dólares en el Gold Eagle Golf & Country Club de la ciudad.
Según ha podido saber Gossip Extra, Candi Fisher, de 46 años, está alquilando una casa en las cercanías.
El caso comenzó a precipitarse hacia la resolución en octubre, cuando el campamento del entrenador Fisher presentó su intención de deponer como testigo al ex receptor de la estrella de la Universidad de Florida Taylor Jacobs, un nativo de Tallahassee que regresó tras cinco años en la NFL.
Jacobs nunca fue depuesto porque el caso comenzó a moverse rápidamente.