Si eres una de las mayores estrellas del deporte en el planeta tierra, es lógico que necesites algunos relojes de alto voltaje a juego. Hay muchos caminos para ello, pero los relojes suelen ser una apuesta segura, especialmente cuando llevan el sello de Rolex. En una reciente salida, la leyenda del fútbol Cristiano Ronaldo lució un reloj de la venerada marca suiza que resulta ser el más caro que jamás se haya producido.
En su aparición en la 14ª Conferencia Internacional de Deportes de Dubai, Ronaldo acentuó su combinación de traje y camiseta informal con el GMT Master Ice de Rolex, cuyo precio de venta al público era de 485.350 dólares cuando salió al mercado. El modelo está engastado con 30 quilates de brillantes diamantes blancos en su esfera, bisel y brazalete.
Rolex no escatima en detalles y, como tal, incluso el interior de este estilo bastante llamativo fue construido con la precisión mundialmente conocida de la compañía. La caja y el brazalete están hechos de oro blanco de 18 quilates, y la caja de 13 mm de grosor es resistente al agua hasta 330 pies. Su movimiento automático puede proporcionar hasta 50 horas de reserva de marcha, aunque no estamos seguros de que dar la hora sea la principal motivación para comprar este modelo. Aunque la mayor parte de la superficie está cubierta de diamantes de talla brillante, el bisel está engastado con deslumbrantes diamantes de talla baguette para crear un sutil contraste geométrico.
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Pero el reloj no era la única pieza llamativa que llevaba. El jugador de 34 años también lució un anillo de diamantes amarillo canario de talla cojín cuyo coste se estima en 261.000 dólares y una alianza de boda valorada en 65.400 dólares. En total, llevaba 824.040 dólares -casi un millón de dólares- en joyas finas en una sola mano. Es una gran suma, pero poca cosa si se compara con su salario anual de 65 millones de dólares y su patrimonio neto de 109 millones de dólares.
Ronaldo es un fanático de los relojes finos y también cuenta con un raro modelo de Franck Muller valorado en más de 1,5 millones de dólares en su colección. En definitiva, parece que a este particular coleccionista sólo le interesa lo mejor.