El regreso del almidón, pero ¿sabes realmente cómo usarlo?

Camisas y servilletas de lino, y blondas hechas a mano: el almidonado es un arte que vuelve a estar de moda, sin embargo, para hacerlo bien hay que conocer los métodos de almidonado -tanto clásicos como modernos.
El planchado es un arte, y saber utilizar el almidón correctamente es esencial para perfeccionar este arte. La primera regla es la siguiente: seleccionar el almidón en función del tipo de tejido y de la prenda a planchar. La principal dificultad a la hora de planchar es eliminar eficazmente las arrugas y dar consistencia a las prendas que, de lo contrario, perderían su forma y se arrugarían tras unas horas de uso. Tras el lavado, las fibras vegetales, como el algodón y el lino, quedan ásperas y arrugadas. Hay que estirarlas y hacer que las fibras sean más consistentes, lo justo para que no pierdan su forma cuando se usen. Si la prenda contiene bordados o encajes, tenderá a encogerse durante el lavado, creando muchas arrugas en los bordes, por lo que el uso de almidón es la única manera de estirar manteles, sábanas y otros artículos que han sufrido esta forma de encogimiento natural. El almidón también tiene la ventaja de formar una película protectora en las prendas, que reduce la absorción profunda de las manchas y protege la fibra del desgaste en las zonas expuestas (por ejemplo, los manteles y los cuellos y puños de las camisas).
El almidón líquido puede ser muy conveniente cuando se almidona un gran número de prendas al mismo tiempo. Nuncas recomienda una dosis de Almidón Líquido sin Arrugas que, al verterse directamente en el dispensador de la lavadora en lugar del suavizante, se distribuye de manera uniforme y consistente sobre la ropa, acelerando el proceso de almidonado. Elija un centrifugado ligero (máximo 700 rpm) para evitar que la ropa se arrugue demasiado. Cuelgue la ropa inmediatamente para evitar que se arrugue más sin utilizar demasiadas pinzas, y luego plánchela a una temperatura bastante alta con una plancha de vapor normal. Este almidón es esencial para manteles y camisas: tendrán una consistencia uniforme, dando un resultado perfecto combinado con la protección contra las manchas y el desgaste. También es ideal para las prendas de seda que pueden mancharse si se humedecen de forma desigual durante el planchado.
El almidón en spray -el más «clásico», el tradicional- se utiliza mientras se plancha y es perfecto para eliminar las arrugas que sólo se forman en determinadas zonas, estirando el tejido alrededor del bordado y dando como resultado un planchado fácil e impecable. De su gama de productos de almidón, Nuncas ofrece su Spray de almidón perfumado sin arrugas con una fórmula que contiene almidón de arroz en lugar de almidón de maíz: no amarillea al planchar y se extiende más uniformemente sobre la tela. Otra ventaja de este almidón son sus cualidades hipoalergénicas: gracias al almidón de arroz de su fórmula, puede utilizarse en las prendas de personas con pieles especialmente sensibles, sin riesgo de irritación.
Incluso los tejidos muy ligeros o los plásticos pueden almidonarse: el almidón ideal en este caso es el Almidón Perfumado Sin Arrugas en Spray, que es ergonómico y fácil de usar en un práctico pulverizador sin aerosol. El resultado es un tejido almidonado consistente pero no rígido, sedoso y agradable al tacto, sin pliegues y con una forma perfecta. También puede utilizarse en zonas específicas, como cuellos o puños de blusas ligeras, por ejemplo. Además, es muy fácil de utilizar porque humedece y almidona en un solo gesto: ¡el almidón ideal para los principiantes en el arte del planchado!
Sea cual sea su elección, la gama de almidones de la línea Nuncas Sin Arrugas le ofrece una doble garantía: eficacia y practicidad, facilitando el planchado y proporcionando resultados rápidos y profesionales.

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