Las infecciones de las extremidades inferiores son la indicación más frecuente de ingreso hospitalario en pacientes con diabetes. Sin embargo, el diagnóstico de la infección puede retrasarse porque los signos clínicos normales suelen estar ausentes en los pacientes con diabetes. El uso adecuado de los antibióticos en el tratamiento del pie diabético sigue siendo controvertido: una opinión es administrar antibióticos sólo en presencia de infección clínica; la otra es dar antibióticos libremente a todos los pacientes con úlceras. Esta revisión de la literatura incluye dos estudios controlados sobre los antibióticos en las úlceras del pie diabético. El primer estudio no mostró ninguna ventaja de la amoxicilina más clavulanato como complemento del tratamiento estándar en las úlceras no complicadas. Los pacientes (N = 44) con úlceras neuropáticas (algunos de los cuales tenían celulitis) fueron asignados al azar a amoxicilina más clavulanato por vía oral o a un placebo equivalente. A los 20 días de seguimiento, no hubo diferencias significativas en los resultados entre los dos grupos. En otra investigación (N = 64) se compararon los pacientes con úlcera que recibieron antibióticos orales con los que no los recibieron. En el grupo sin antibióticos, 15 pacientes desarrollaron una infección clínica, mientras que ninguno lo hizo en el grupo con antibióticos (P <0,001). Siete pacientes del grupo sin antibióticos necesitaron ingreso hospitalario y 3 pacientes llegaron a la amputación. En el grupo sin antibióticos, 11 de 15 con infección tuvieron un hisopo positivo en comparación con 1 de 17 sin infección (P <0,01). En el grupo sin antibióticos, 17 pacientes se curaron, en comparación con 27 en el grupo con antibióticos (P <0,02), con un número significativamente mayor de pacientes isquémicos curados en el grupo con antibióticos (P <0,01). Los pacientes con diabetes que presentan úlceras limpias asociadas a la enfermedad vascular periférica y hisopos de úlceras positivos deben ser considerados para un tratamiento antibiótico temprano. El pie diabético es muy susceptible a la ulceración repetida, y las úlceras diabéticas son más propensas a la infección que otras úlceras. Además, la infección no tratada puede conducir a la amputación. Este ciclo sólo puede romperse con un tratamiento agresivo.