Compartir habitación (alquilar una habitación en casa de alguien) puede ser más barato para un inquilino que alquilar su propio piso. Y un poco más beneficioso.
Si está buscando una habitación compartida (ya sea para alquilar una habitación en la casa de alguien, o, como propietario, para alquilar una habitación en su casa), puede parecer bastante fácil negociar un acuerdo en el que se decida quién cocina en la cocina cuando, qué días pueden entrar o salir las visitas, o hasta qué hora se puede utilizar el lavadero. Pero no todas las habitaciones de una casa son necesariamente un alquiler legal. Aquí hay 5 consejos para ayudarle a descubrir si esa situación de compartir habitación es realmente legal.
#1 Unidad de alquiler separada.
Si la habitación que está alquilando es realmente un apartamento legalmente dividido (como la suite de la suegra, o una casa de carruajes) con su propia fontanería, entrada separada, que tiene un permiso legal para operar como vivienda separada, entonces está a salvo, ya que esto no es una habitación compartida, sino un apartamento de alquiler separado.
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#2 Leyes de ocupación.
Consulte con su sindicato local de inquilinos o con el ayuntamiento para determinar si su zona tiene alguna norma sobre cuántas personas no emparentadas pueden vivir bajo un mismo techo. En algunas zonas, sólo los familiares pueden compartir un espacio. En otras, quizá no puedan convivir más de dos personas sin parentesco. Además, casi todas las ciudades tienen ordenanzas que limitan el número de personas que pueden vivir por metro cuadrado. Compartir 400 pies cuadrados con tres adultos podría no ser legal. Como propietario, violar las ordenanzas de la ciudad podría costarle una multa, tiempo en la cárcel, o incluso costarle su hipoteca, dependiendo de si tiene una cláusula de globo basada en actividades ilegales en el hogar.
#3 Seguridad contra incendios.
Las ordenanzas municipales y los códigos de construcción determinan las dimensiones mínimas de una ventana que debe haber en una habitación para que se considere un dormitorio legal. Normalmente, la ventana tiene que ser de un tamaño medio para permitir el escape en caso de incendio u otra emergencia doméstica. Si la habitación compartida carece de ventanas, es probable que no sea un alquiler legal. Si sólo tiene ventanas de travesaño por encima de una puerta, esto no lo haría legal. En algunas zonas, una ventana de salida típica que se encuentra en muchos sótanos será suficiente para vivir en el nivel del sótano, pero podría ser demasiado pequeña para una habitación del nivel superior.
#4 Fontanería.
Las unidades legales tienen que tener acceso a una fontanería operativa, incluyendo agua corriente fresca. Incluso si hay plomería estándar en la casa, pero está fuera de los límites del inquilino, entonces es probable que encuentre que esto no es un alquiler de habitación legal.
#5 Seguridad.
Usted podría pensar que una cerradura de doble cerrojo (con llave en ambos lados) es una seguridad adicional y no sería un problema. Pero en realidad, en algunas ciudades las puertas de una habitación deben poder abrirse desde el interior con el movimiento de una palanca y no con el giro de una llave.
En resumen, usted quiere asegurarse de que el alquiler cumple con todas las preocupaciones de salud, seguridad y protección (incluyendo cortafuegos, calefacción y aislamiento). When in doubt, turn to your local tenants association for advice.
Sheree Curry is an award-winning real estate and personal finance expert. Follow her on Twitter @shereecurry.