Por Isabel Thottam
Si te has encontrado buscando en Internet con términos como «¿existe el amor?» o «¿es real el amor?» puede que te estés cuestionando lo que sientes hacia alguien. Pero el «amor» es difícil de definir porque, bueno, es bastante ambiguo y todos podemos experimentarlo y expresarlo de diferentes maneras. Algunos de nosotros podríamos verlo como algo escrito en las estrellas o como mera lujuria y atracción, mientras que otros lo ven como un sentimiento intenso y poderoso o cierta química que sienten hacia otra persona.
Es un sentimiento emocionante y algo por lo que todos parecemos esforzarnos, pero ¿existe o es un contraste social que nos han hecho creer que es real?
Para entender si el amor realmente existe o no, podemos recurrir a la ciencia para ver qué le ocurre a nuestro cuerpo cuando experimentamos este sentimiento al que todos nos referimos como amor. Si el amor existe, esto es lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando tenemos ese intenso sentimiento.
Está en tu cerebro, no en tu corazón.
Contrariamente a lo que nos gusta decir y creer, el sentimiento del amor no ocurre en nuestro corazón, al menos científicamente. En cambio, ocurre en nuestro cerebro cuando liberamos hormonas (oxitocina, dopamina, adrenalina, testosterona, estrógeno y vasopresina) que crean una mezcla de sentimientos: euforia, placer o unión.
Nuestras emociones existen en el lóbulo temporal de nuestro cerebro, dentro de su sistema límbico, con la amígdala en su centro. Aquí es donde nuestro cerebro procesa las hormonas y libera las emociones, como el miedo, la ira, el deseo y el amor.
Algunas personas se refieren a la oxitocina como la «hormona del amor» por cómo se asocia con los sentimientos de apego y vinculación.
El amor es similar a la adicción
Algunos científicos comparan el enamoramiento con las experiencias que sufre un drogadicto debido a los niveles similares de dopamina que se liberan. Cuando te enamoras, tu cerebro libera la hormona y sientes un subidón similar al que recibe uno cuando se da un golpe de cocaína.
Al igual que la cocaína, tu cerebro se vuelve adicto a la sensación gratificante del «amor» y quiere mantener la fuente del mismo cerca, de ahí que puedas enamorarte profundamente (o encapricharte) de otra persona. Y si pierdes a alguien que amas o experimentas una ruptura, tu cuerpo experimentará un síndrome de abstinencia.
Entonces, ¿existe el amor?
El amor es difícil de definir porque lo que algunos llaman amor otros lo llaman encaprichamiento. Mientras que algunos dicen que es una construcción biológica con la que todos nacemos, otros dicen que el amor es una construcción social diseñada por los medios de comunicación.
El estudio científico del amor todavía está en curso, ya que no ha habido ninguna prueba contundente para determinar si el amor es, de hecho, real -o que es sólo inventado y simplemente existe en nuestras mentes. Pero, lo que sí podemos decir es que cuando se realizan estudios sobre estos sentimientos de amor, los investigadores sí encuentran que partes de nuestro cerebro y su sistema de recompensa están activos.