Guía de Eating Europe de las 15 ciudades más gastronómicas de Europa

¿Piensa ir de vacaciones por Europa y no sabe cómo decidir qué ciudades visitar? Algunas personas pueden basar su itinerario en los lugares de interés turístico famosos o históricos, pero los amantes de la gastronomía buscamos investigar qué ciudades serán los mejores destinos gastronómicos para mejorar nuestra experiencia de viaje en general. Quizá se pregunte cuáles son las ciudades más gastronómicas de Europa. Cuando se piensa en comida en Europa, los primeros lugares que vienen a la mente son probablemente Italia y Francia, porque las tradiciones tocan la fibra sensible. Sin embargo, curiosamente, algunos de los mejores restaurantes europeos se encuentran en los países del norte; y a menudo, como ocurre en Francia e Italia, hay que salir de las ciudades más grandes para tener la experiencia foodie más genuina.

Entonces, ¿cuál podría ser una métrica adecuada para decidir dónde ir? Seguramente, el ranking de estrellas Michelin es un buen punto de partida, ya que esto garantiza una experiencia gastronómica perfecta. Sin embargo, en mi opinión, una estrella (¡o incluso 3 estrellas!) no es suficiente. Hay que ajustar la clasificación, porque una ciudad puede ser una verdadera «ciudad gastronómica» incluso sin presumir de estrellas… déjeme que se lo explique en la siguiente lista, en orden inverso desde la 15ª hasta la número 1!

Palermo (Italia)

La capital de Sicilia es -sin duda- una ciudad gastronómica. Los orígenes de la comida son una mezcla de culturas que combinan influencias romanas, africanas y árabes. Sólo hay un restaurante con estrella Michelin, el Bye Bye Blues, situado en Mondello, una increíble playa no muy lejos del centro. Pero la comida está por todas partes, con muchos mercados donde se puede degustar la mejor comida callejera. En primer lugar el llamado pane ‘ca meusa (pan con bazo). Y luego las arancine (bolas de arroz fritas), y toda la repostería tradicional siciliana, como los cannoli, la cassata – sin olvidar su increíble gelato.

Girona (España)

La cocina española, antes conocida quizás sólo por la paella, se ha convertido realmente en el centro de la nueva forma de cocinar en los últimos 15 años, especialmente bajo la influencia del famoso chef Ferran Adrià. En la pequeña y antigua ciudad de Girona, en el sur de España, se encuentra El Celler de Can Roca, un restaurante familiar a menudo descrito como uno de los mejores del mundo. Puede que piense que es un largo camino para un solo restaurante, pero merece la pena para descubrir el innovador y premiado menú. Los 3 propietarios, que resultan ser hermanos, son los responsables de la magia creada en este restaurante, y sus 3 estrellas Michelin son absolutamente merecidas

13. Nápoles (Italia)

¿Cómo olvidar hablar del país de la pizza? La pizza se inventó en Nápoles, y es probablemente la comida más icónica del mundo. Pero Nápoles no es sólo pizza; no debes dejar de probar el marisco o el timballo di maccheroni (una especie de horneado de pasta), y ninguna comida está completa sin una sfogliatella dulce y quizás el mejor café del mundo. Nunca se quejará de la cena en Nápoles. Piérdete por las callejuelas del centro histórico o coge una pizza (doblada en cuatro, como una servilleta) y cómetela paseando junto al mar.

Praga (República Checa)

El encanto de la escena gastronómica de Praga es similar al carácter de la propia ciudad: un gran respeto por la historia y la cultura con una pizca de innovación. El renombrado carnicero Naše Maso hace felices a los amantes de la carne recuperando técnicas clásicas, mientras que Sisters da un giro saludable al chlebíčky, una comida de fiesta tradicional checa. Apenas 25 años después del régimen comunista, la escena gastronómica internacional se extiende por todo el mundo (con una fuerte presencia vietnamita), y la explosión de las cafeterías hipster está convirtiendo a un país de bebedores de café instantáneo en conocedores del capuchino. El Grupo Ambiente sigue siendo el rey de la escena gastronómica, desde el smažený sýr (queso frito) y la cerveza en los cada vez más numerosos locales de Lokál hasta la buena mesa de La Degustation, o el almuerzo en el barrio de Karlin en Eska y la copa en el recién inaugurado Bokovka. Y ¿hemos mencionado que la cerveza es más barata que el agua?

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Venecia (Italia)

Aunque es una de las ciudades más famosas del mundo, Venecia no es inmediatamente un punto de encuentro gastronómico. Esto puede deberse a la gran cantidad de turistas que invaden a diario todas las estrechas calles entre los canales. Hay muchas opciones, y ciertamente no faltan lugares para comer, pero me permito hacer dos sugerencias. La primera es dejarse llevar por algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, como Quadri o Il Ridotto, ambos con estrellas Michelin. La segunda es pensar como un veneciano y buscar uno de los varios bacaro repartidos por toda la ciudad. El bacaro es un pequeño local de comida: la típica osteria veneciana, donde se puede encontrar una buena selección de vinos por copas (los llamados ómbre o bianchetti) y algunos pequeños aperitivos (cicchetti). Es menos un restaurante y más un bar, y sobre todo es el mejor lugar para sentirse como un verdadero veneciano!

Copenaghen (Dinamarca)

Estoy seguro de que hace unos años la capital de Dinamarca era famosa por su increíble estatua de la Sirenita y su hermosa ubicación sobre el mar. Pero ahora, hay varios restaurantes con estrellas Michelin, y uno de ellos, el Noma (que tiene una plantilla de 65 personas para sólo 12 mesas) es nombrado como uno de los mejores lugares del mundo para comer. Otros dos, el Restaurante A O C y el Geranium, son quizá menos famosos, pero también ofrecen una experiencia gastronómica única. Hay otros 12 restaurantes con estrellas Michelin en Copenhague: una increíble concentración de talento culinario en una ciudad tan pequeña. Y a pesar de lo que dije al principio sobre que las estrellas Michelin no son el factor definitorio de una ciudad gastronómica, ¡la capital danesa es sin duda un verdadero paraíso para cualquier aficionado a la gastronomía!

París (Francia)

¿Cómo se puede hablar de París en pocas líneas? Es la Ciudad del Amor, sin duda, pero todos sabemos que París es también una ciudad de excelencia culinaria. Voy a ofrecer algunas sugerencias, pero discúlpeme si no tengo suficiente espacio para escribir sobre todas ellas. En primer lugar, imagine un comedor muy lujoso e íntimo: Sugiero L’Ambroisie en la Place des Vosges. Es un restaurante regio con un menú impresionante y una ubicación histórica: no hay palabras para describirlo. Pero además, recuerde que París es una ciudad en la que puede encontrar 9 restaurantes con 3 estrellas Michelin, 13 restaurantes con 2 estrellas Michelin, y unos asombrosos 72 restaurantes con 1 estrella Michelin – ¡un total de 125 estrellas repartidas en 94 restaurantes!

Si prefiere una experiencia gastronómica más informal, camine por Saint Germain y eche un vistazo a la rue de Buci, una de las calles más vibrantes de la vida y la cocina parisina. Podrá encontrar bistrós, boulangeries, restaurantes y cafés, y también podrá disfrutar de un maravilloso marisco. Haga una parada en el mundialmente famoso Les Deux Magots, un restaurante histórico donde podrá imaginarse que es un escritor famoso…

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8. Roma (Italia)

De una capital a otra, Roma es la meca de los amantes de la comida, con una antigua tradición de alimentos procedentes de diferentes zonas. Se puede encontrar cocina de origen judío, así como toda la comida procedente del campo de los alrededores de Roma, como el cacio e pepe o la pasta amatriciana. El llamado menú del «quinto trimestre», muy rico en gustos y sabores, es en realidad la parte más pobre del animal (es decir, despojos como el hígado, el corazón y la cola). Dé un buen paseo por el centro de Roma o por el barrio de Trastevere y déjese atrapar por la típica trattoria romana. Tengo muchos lugares favoritos para comer en Roma, pero uno en particular es Armando al Pantheon, que ofrece una de las mejores cucinas romanas en un lugar espectacularmente histórico.

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7. Lyon (Francia)

Volvemos a Francia y vamos a la capital de la comida. Lyon es una ciudad gastronómica increíble, donde se encuentra probablemente el chef más famoso del mundo de la cocina francesa, Paul Bocuse. Bocuse tiene casi 90 años, pero sigue al frente de su famoso Bocuse d’Or: un restaurante increíble que es nada menos que una experiencia de degustación surrealista. Coleccionista de estrellas Michelin, Bocuse llevó a toda la ciudad a un alto nivel gastronómico, con grandes ubicaciones y fantásticos restaurantes que sirven la mejor comida de la región. Sin duda, ¡un destino especialmente especial!

6. Ámsterdam (Países Bajos) Ámsterdam (Países Bajos)

Puede que Ámsterdam sea más conocida por su Barrio Rojo, sus cafés y sus canales (por no hablar de sus museos de categoría mundial), pero en la última década su escena gastronómica ha avanzado a pasos agigantados. Cocineros de primera línea como Ron Blaauw y Rogier van Dam están causando sensación con su nuevo estilo de cocina holandesa. Mientras que Blaauw se inspira en sus viajes (ha abierto recientemente el restaurante asiático Ron Gastrobar Oriental para complementar su Ron Gastrobar original), el menú de Van Dam es estacional y está más cerca de casa en su restaurante Lastage, con una estrella Michelin. Pero la comida de Ámsterdam no se limita a los grandes platos, sino que la comida callejera de bitterballen (bolas de ragú empanadas), las patatas fritas (¡pruebe el patat oorlog con mayonesa, salsa de cacahuetes y cebollas crudas!) y el arenque en salmuera son igual de deliciosos

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5. Módena (Italia)

Sé que puede parecer aburrido, pero no puedo excluir algunas ciudades italianas más de esta lista. Módena es mundialmente conocida por ser la cuna de Ferrari, pero también es el hogar de un tesoro gastronómico. En primer lugar, no puedes perderte la Osteria Francescana, con 3 estrellas Michelin. El chef Massimo Bottura está considerado uno de los mejores cocineros del mundo (ocupa el puesto número 2). Pero en realidad toda la ciudad es un paraíso para los amantes de la gastronomía: es la tierra del Parmigiano, del jamón y de una gran variedad de salumi. Y no olvidemos el mejor vinagre balsámico!

4. Berlín (Alemania)

Con una vida nocturna de 24 horas y suficiente historia para toda la vida, podría ser fácil pasar por alto la creciente escena culinaria de Berlín, pero los nuevos chefs y una cantidad cada vez mayor de mercados foodie están haciendo que Berlín sea famosa de nuevo… Y aunque la ciudad puede reclamar la fama por el currywurst (un simple aperitivo), en realidad hay mucho más atractivo en la reputación foodie de Berlín. En el extremo más lujoso del espectro, está el Hotel Adlon Kempinski, con dos estrellas Michelin. En el lado más informal, lugares como el Martkhalle IX organizan regularmente mercados de comida, incluyendo un popular mercado de comida callejera los jueves por la noche y mercados de desayunos y postres los fines de semana. El parque de comida tailandesa del verano (donde los vendedores instalan puestos ilegales de comida callejera que venden la comida tailandesa más auténtica fuera de Tailandia) y una salpicadura de otras cocinas internacionales (desde comida rusa y vietnamita hasta hamburguesas y brunches americanos) reflejan la condición de Berlín como centro internacional de diversidad.

3. Florencia (Italia)

Conozco bastante bien Florencia, porque mi hermana gemela vive allí y la visito a menudo. En cuanto a la comida, Florencia es famosa por la bistecca alla fiorentina, (un filete de unos 1,2 kg) que es el símbolo de la ciudad. Pero yo prefiero hablar de la comida callejera: el bocadillo de lampredotto elaborado por los llamados trippai. El lampredotto es una de las cuatro partes del estómago de la vaca. Es un alimento pobre, pero muy sabroso y delicioso servido con salsa verde. El trippaio más famoso está en la Loggia del Porcellino, justo en el centro de Florencia.

2. Londres (Reino Unido)

¿Se podría considerar a Londres como una de las capitales gastronómicas de Europa? Teniendo en cuenta que su población es de 12 millones de habitantes, entre los que se encuentran decenas de nacionalidades, las posibilidades de encontrar buena comida son bastante altas. Además, con gente como Jamie Oliver, Nigella Lawson y Nigel Slater inspirando a todas las generaciones a mejorar sus habilidades culinarias, el público exige cada vez más calidad. Atrás quedaron los malos tiempos que todos asociamos a la cocina británica durante los años de raciones de guerra y hasta los 80. A partir de los 90, Londres ha vivido una auténtica revolución gastronómica. La capital inglesa cuenta con unos 65 restaurantes con estrellas Michelin, con chefs de primera línea como Clare Smyth (formada por Gordon Ramsay) y Jason Atherton al frente. Mientras Smyth planea abrir su propia empresa a finales de 2016, Atherton acaba de lanzar el restaurante de estilo izakaya Sosharu. Así que olvídese de esa vieja idea de la mala comida inglesa: mire a su alrededor y encontrará de todo, desde buena comida, pasando por estupendas comidas de pub, hasta una interminable variedad de comida callejera internacional.

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San Sebastián (España)

Aunque sus habitantes vascos la conozcan como Donastia, es más conocida como San Sebastián. O, como nos gusta llamarla, la capital gastronómica de Europa. Con más estrellas Michelin por metro cuadrado que cualquier otro lugar del mundo (sólo superada por Kioto, en Japón), San Sebastián es un auténtico paraíso para los amantes de la gastronomía. En el extremo superior del espectro, está Mugaritz -actualmente en el número 6 de la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo y conocido por su gastronomía molecular altamente experimental- y el menos conocido pero no menos fantástico Akelarre. Sin olvidar Arzak y el homónimo Martín Berasategui. Y debido a su gran número, es posible reservar una mesa en uno de estos establecimientos con estrellas Michelin a pocas semanas de su visita. Sin embargo, para aquellos que deseen una experiencia gastronómica más informal (y más barata), no busque más que uno de los muchos bares de pintxos con encanto de la ciudad. Las especialidades de los pintxos donostiarras son las carrilleras de ternera cocinadas a fuego lento, los pimientos de padrón y el bacalao. Cada bar tiene su propia especialidad, así que compruebe lo que comen los donostiarras y únase a ellos.