¿Qué es la hiperprolactinemia?
La hiperprolactinemia es la presencia de niveles anormalmente altos de prolactina en la sangre. La prolactina es una hormona producida en la hipófisis. Las múltiples funciones de la prolactina en el cuerpo implican principalmente el embarazo y la producción de leche materna para el recién nacido. Sin embargo, la prolactina puede ser elevada cuando una mujer no está embarazada o amamantando, causando una variedad de condiciones que pueden afectar a la función menstrual normal y la fertilidad.
¿Cómo se diagnostica la hiperprolactinemia?
Un simple análisis de sangre para medir la cantidad de prolactina en la sangre puede confirmar el diagnóstico de niveles elevados de prolactina. Los niveles de prolactina superiores a 25 ng/mL, en mujeres que no están embarazadas, se consideran elevados. Dado que cada individuo experimenta variaciones diarias en los niveles de prolactina, puede ser necesario repetir el análisis de sangre si los niveles de la hormona son sólo ligeramente elevados. Muchas mujeres reciben este diagnóstico después de la evaluación de la infertilidad o los períodos irregulares, pero otras no tienen ningún síntoma. En ocasiones, las pacientes presentan una secreción lechosa espontánea de los pezones, pero la mayoría no experimenta este síntoma. Las elevaciones leves de prolactina, entre 25 y 50 ng/mL, no suelen causar cambios notables en los ciclos menstruales, aunque pueden disminuir la fertilidad en general. Los niveles de prolactina más elevados, entre 50-100 ng/mL, pueden causar periodos menstruales irregulares y disminuir significativamente la fertilidad de la mujer. Los niveles de prolactina superiores a 100 ng/mL pueden alterar el funcionamiento normal del sistema reproductor de la mujer, provocando síntomas de menopausia (ausencia de periodos menstruales, sofocos, sequedad vaginal) e infertilidad.
¿Cómo se trata la hiperprolactinemia?
Los medicamentos que imitan la sustancia química cerebral dopamina pueden utilizarse con éxito para tratar a la mayoría de los pacientes con prolactina elevada. Estos medicamentos limitan la producción de prolactina de la hipófisis y hacen que las células productoras de prolactina retrocedan. Los dos medicamentos más prescritos son la cabergolina (Dostinex®) y la bromocriptina (Parlodel®). Empezar con una dosis pequeña que se aumenta gradualmente con el tiempo puede minimizar los efectos secundarios, que incluyen cambios en la presión arterial y «niebla» mental. Los pacientes suelen responder bien a esta medicación, y los niveles de prolactina descienden en 2 ó 3 semanas. Una vez que los niveles de prolactina descienden, la medicación puede ajustarse para mantener un nivel normal de prolactina, y a veces puede suspenderse por completo. La regresión espontánea de un tumor suele producirse en unos pocos años sin ninguna consecuencia clínica.
En una pequeña minoría de pacientes, los medicamentos no son eficaces para reducir los niveles de prolactina y persisten los tumores grandes (macroadenomas). Estos pacientes son candidatos a tratamiento quirúrgico (resección de adenoma transfenoidal) y/o radioterapia.