La popularidad del aliso sigue creciendo a medida que se consolida su papel como una de las especies de frondosas más versátiles.
Debido a su consistencia natural, su bello color y su facilidad para trabajar tanto con herramientas manuales como mecánicas, el aliso complementa una gran variedad de esquemas de diseño y es ideal para proyectos como conjuntos de muebles, puertas interiores, armarios y molduras.
El grano para el tinte
Ya sea que prefiera el aspecto moderno, limpio y minimalista que proporcionan los acabados naturales o la sensación de lujo profunda y cálida de las especies más caras, el aliso ofrece.
Debido a los ricos subtonos del aliso, la poca variación de color y el grano fino, es una madera ideal para acabados ligeros o naturales y se seca con un tono miel uniforme. Estas cualidades también significan que puede imitar el grano de otras especies de madera dura y es más fiable y predecible en el proceso de acabado. No importa el cuadro que intente pintar, el aliso es un lienzo versátil y fácil de trabajar.
Sin quejas sobre las pinturas
Hay algunas maderas que no se deben pintar, pero el aliso no es una de ellas. En contraste con otras especies de madera dura, la textura suave del aliso, la falta de diferenciación entre el duramen y la albura, y el grano cerrado hacen que sea especialmente fácil de pintar y lograr un producto acabado impecable y consistente.
Para lograr un acabado perfectamente pintado, asegúrese de empezar por lijar la madera (con un abrasivo de grano 180-220) para suavizar el grano. El cepillado abrasivo que utilizamos en Northwest Hardwoods minimiza la cantidad de lijado manual necesario, pero sigue siendo crucial para preparar la madera.
A continuación, pase un rodillo, pinte o rocíe una capa de imprimación sobre la madera para eliminar cualquier imperfección y dar a la pintura algo a lo que adherirse. Vuelva a lijar una vez que la imprimación se haya secado durante al menos 24 horas utilizando un papel de lija «muy fino» (grano 240-280), y sople o limpie suavemente la zona para eliminar cualquier partícula.
Por lo general, es esencial aplicar dos capas de pintura para obtener un aspecto de alta calidad. Después de la primera capa, lijar de nuevo para eliminar cualquier protuberancia o inconsistencia antes de aplicar la segunda. A continuación, sólo tienes que aplicar tu capa de acabado y dejar secar.
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