«Nada ayuda tanto a aprender como escribir lo que queremos recordar»
– Cicerón
Una de las claves para ser más inteligente es leer mucho.
Pero eso no es suficiente. La forma de leer importa.
Pero la lectura es sólo una parte de la ecuación. Casi no sirve de nada si no puedes recordar y aplicar lo que lees.
Para aprender a multiplicar por 10 nuestra retención, vamos a tomar prestados los consejos de Robert Cialdini, autor de Influencia: La psicología de la persuasión, y de Nassim Taleb, autor de El cisne negro y Antifrágil, para que nuestra lectura sea más profunda y permanezca más tiempo con nosotros. Pero también vamos a hablar del enfoque más eficaz que he utilizado para ayudar a miles de personas a mejorar su retención de la lectura.
Cialdini reveló un truco que utiliza, a un lector de FS:
Mientras en el vuelo a Omaha, estaba leyendo. Tomaba notas sobre el propio material, y cada vez que terminaba un capítulo sacaba una hoja de papel blanco y escribía un resumen de una sola página sobre lo que acababa de leer. Coloca el papel en otra carpeta. Así consigue profundizar en su aprendizaje y esto también le permite consultar los resúmenes en el futuro.
No es la primera vez que hablamos de esto. En su libro El pequeño libro del talento: 52 consejos para mejorar tus habilidades, Daniel Coyle escribe:
Las investigaciones demuestran que las personas que siguen la estrategia B recuerdan un 50 por ciento más de material a largo plazo que las personas que siguen la estrategia A .
¿Pero hay algo más que podamos hacer?
Nassim Taleb añade «No escribas un resumen, escribe viñetas de lo que te venga a la mente y que puedas aplicar en algún sitio»
La hoja en blanco
Pero el enfoque más efectivo que he encontrado, y probado en miles de personas, se llama la hoja en blanco. Es el cambio más sencillo que puedes hacer en la lectura y que multiplicará por 10 tu capacidad de recordar lo que estás leyendo.
Así es como funciona:
- Antes de empezar a leer un nuevo libro, saca una hoja en blanco. Escribe lo que sabes sobre el tema que vas a leer – un mapa mental si quieres.
- Después de terminar una sesión de lectura pasa unos minutos añadiendo al mapa (yo uso una tinta de diferente color).
- Antes de empezar tu próxima sesión de lectura, revisa el mapa mental (yo uso el mío como marcador a veces.)
- Pon estos mapas mentales en una carpeta, y revísalos periódicamente.
Eso es todo.
¿Aún tienes curiosidad? Consulta nuestra útil guía para leer mejor.