Fue una decisión de 10 años de duración. El jueves, la Junta de Recursos del Aire de California aprobó finalmente una nueva normativa que reducirá drásticamente las emisiones de óxido de nitrógeno en el estado.
La decisión unánime introducirá gradualmente nuevas regulaciones en los camiones diésel de gran tonelaje y exigirá a los fabricantes que cumplan con unas normas de emisiones más estrictas, que revisen los procedimientos de prueba de los motores y que amplíen las garantías de los mismos.
Los motores diésel de gran tonelaje producen altos niveles de NOx durante las condiciones de «baja carga», como el ralentí, el movimiento lento o las paradas frecuentes. La normativa actual no controla eficazmente estos contaminantes. En la actualidad, hay cerca de un millón de camiones pesados en las carreteras de California, y se venden aproximadamente 25.000 camiones pesados cada año.
Los fabricantes de camiones pesados tienen varias opciones de ingeniería para cumplir con las nuevas normas, según el CARB. Las estrategias incluyen una mejor calibración del motor, mejoras en los sistemas de reducción catalítica selectiva (SCR) y nuevas tecnologías de ahorro de combustible, como la desactivación de cilindros, que también permiten unas emisiones de NOx mucho más bajas.
Cuando se apliquen en su totalidad en 2026, las normas recién aprobadas reducirán las emisiones de NOx en un 90% o más cuando los camiones funcionen en estas condiciones de baja carga, lo que equivale a retirar de la carretera 16 millones de vehículos ligeros. La normativa omnicanal se aplica a los vehículos certificados en California que se vendan a partir de 2024 y aumentará el coste de un camión en menos de un 6%, según un portavoz.