Contexto: El nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer están determinados, al menos en parte, durante el primer trimestre del embarazo. Sin embargo, se desconoce si el riesgo de mortinato también se determina durante el primer trimestre.
Objetivo: Determinar si el riesgo de parto muerto anteparto varía en relación con los marcadores circulantes de la función placentaria medidos durante el primer trimestre del embarazo.
Diseño, entorno y participantes: Estudio de cohortes multicéntrico y prospectivo (realizado en Escocia de 1998 a 2000) de 7934 mujeres que tuvieron partos únicos en o después de las 24 semanas de gestación, a las que se les extrajo sangre durante las primeras 10 semanas después de la concepción, y que fueron introducidas en los registros nacionales de nacimientos y muertes perinatales.
Medidas de resultado principales: Mortinatos anteparto y mortinatos por causas específicas.
Resultados: Hubo 8 mortinatos entre las 400 mujeres con niveles de proteína plasmática A asociada al embarazo (PAPP-A) en el quinto percentil más bajo, en comparación con 17 entre las 7534 mujeres restantes (tasa de incidencia por 10.000 mujeres por semana de gestación: 13,4 frente a 1,4, respectivamente; hazard ratio , 9,2 , 4,0-21,4]; P<.001). Cuando se analizó según la causa del mortinato, el nivel bajo de PAPP-A se asoció fuertemente con el mortinato debido a la disfunción de la placenta, definida como desprendimiento o mortinato inexplicado asociado a la restricción del crecimiento (tasa de incidencia: 11,7 vs 0,3, respectivamente; HR, 46,0 ; P<.001), pero no se asoció con otras causas de mortinatos (tasa de incidencia: 1,7 vs 1,1, respectivamente; HR, 1,4 ; P = 0,75). No hubo relación entre tener un nivel bajo de PAPP-A y la edad materna, la etnia, la paridad, la altura, el índice de masa corporal, la raza o el estado civil. El ajuste por factores maternos no atenuó la fuerza de las asociaciones observadas. No hubo asociación entre los niveles maternos circulantes de la subunidad beta libre de la gonadotropina coriónica humana y el riesgo de mortinato.
Conclusión: El riesgo de mortinato al final del embarazo puede estar determinado por la función placentaria en las primeras 10 semanas después de la concepción.