La vida silvestre que habita en los bosques, los paisajes vírgenes desde los volcanes hasta las onduladas tierras altas y dos gloriosas costas; Costa Rica es el paraíso de las lunas de miel para los amantes de la naturaleza.
Cuando se busca en Google la palabra «luna de miel» aparece una imagen tras otra de parejas caminando de la mano por una playa perfecta. Pero las lunas de miel también pueden tener un lado salvaje. Costa Rica se está convirtiendo rápidamente en uno de nuestros principales destinos de aventura con una ración de relajación junto al océano.
El romance se puede encontrar en los escondites que se encuentran en un bosque cubierto de niebla, en la base de un volcán o en una península aislada con vistas al Océano Pacífico. Pero es cuando salen y exploran juntos cuando se crean recuerdos duraderos; cuando se relajan en piscinas de aguas termales, cuando obtienen una nueva visión del mundo desde lo alto del dosel del bosque o cuando caminan por los parques nacionales y vislumbran pájaros vivos y perezosos dormidos. Costa Rica es todo lo que soñaste mientras veías el Planeta Tierra; no hay nada como verlo en persona.