Lipidosis hepática: Revisión clínica extraída del esfuerzo colectivo

Relevancia práctica: La lipidosis hepática (LH) es la forma más común de disfunción hepática en los gatos. Si se reconoce a tiempo y se trata adecuadamente, el pronóstico es bueno; si no, el pronóstico es grave. Desafíos clínicos: Distinguir el HL como idiopático o secundario es crítico ya que la presencia de una enfermedad concurrente afecta al plan terapéutico y al pronóstico.

Público: A pesar de la naturaleza única y grave de la respuesta del gato a la anorexia y de la complejidad de los cambios metabólicos que subyacen a esta condición, la perspicacia clínica y la capacidad técnica para diagnosticar y tratar eficazmente el HL están al alcance de todos los profesionales de los pequeños animales. Grupo de pacientes: Aunque muchas especies desarrollan un «hígado graso», el gato es una de las pocas especies que sufren HL. La presentación clásica es la de un gato con sobrepeso que deja de comer durante días o semanas, perdiendo peso en el proceso. Equipo: La ecografía abdominal se emplea con frecuencia en el trabajo de diagnóstico de un gato anoréxico; los hallazgos ecográficos a menudo apoyan un diagnóstico presuntivo, proporcionan muestras para la citología y, quizás lo más importante, ayudan a identificar las condiciones concurrentes que deben abordarse para el éxito terapéutico. Todo el equipo necesario para la intervención nutricional esencial en un gato anoréxico es fácilmente disponible y asequible. Base de evidencias: El material para esta revisión se basa en gran medida en un número relativamente grande de estudios originales, excelentes revisiones de expertos reconocidos y una comunicación informativa con clínicos experimentados, de ahí el término «esfuerzo colectivo».

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