Lisa Bonet, hija de Arlene (de soltera Litman), una profesora de música judía, fue madre por primera vez en 1988, con 21 años.
Bonet tiene tres hijos de sus dos matrimonios. Tiene una hija, Zoë Kravitz, de su primer matrimonio con Lenny Kravitz, y dos hijos -una hija, Lola Iolani Momoa y un hijo, Nakoa-Wolf Manakauapo Namakaeha Momoa- con su marido Jason Momoa.
Con motivo de su cumpleaños, Bonet ha compartido ocho reflexiones sobre la maternidad, aparecidas en The Huffpost.
Sobre ser madre
«Tener a Zoë me salvó la vida. Fue mi llamada de atención. Había tantas cosas que no quería transmitirle, así que realmente tomé la decisión de cambiar.»
Sobre la crianza de los hijos durante el divorcio
«No quería transmitir esas herencias y esta herida fresca de un divorcio… Creo que hay momentos en los que estos umbrales pueden hundirte, o puedes ver quién eres y levantarte y sacudirte el polvo».
«Uno de mis momentos de mayor orgullo como madre fue cuando alguien le preguntó a Nakoa-Wolf: «Bueno, ¿para qué sirve la vida?» y él respondió sin perder el ritmo: «Para proteger a la Madre Tierra, por supuesto. Pero Dios también quiere jugar con la Madre Tierra’. Pensé: ‘Mi trabajo está hecho'»
Sobre su familia mixta
«Es fantástico. Es un amor familiar total».
«Estoy convencida de que debemos mantenernos tan libres de medios como podamos. Quiero cultivar la imaginación de mis hijos. Me encanta que puedan ir a jugar durante horas haciendo aviones de papel».
Sobre los consejos de belleza para las hijas
«Es increíble cómo las cejas pueden cambiar tu cara. Recuerdo que mi madre se quedaba boquiabierta cuando salía del baño. Les decía a mis hijas que no se depilaran en exceso -quizá Zoë lo hizo una vez-, pero también hay que dejarlas volar».
Sobre su hija adulta
«Es increíble. Es una mujer joven y equilibrada, y no está afectada, y es profunda y divertida y reflexiva. Quiero decir, realmente, para un padre tener una hija en nuestro mundo loco y no tener que preocuparse por ella más que el general ‘Que siempre esté protegida’ – en términos de que ella tome decisiones por sí misma, me siento completamente a gusto con eso, y eso es algo tan grande».
Sobre su co-padre
«Lo que es genial de Jason es que es un macho alfa que representa el amor y la familia. Y volviendo a mis propias heridas, al tener un padre ausente, el hecho de que un hombre de esa talla me satisfaga plenamente es realmente increíble. Jason encarna una rara forma de masculinidad en estos tiempos: es un líder, es generoso. Sólo en términos de carisma, físico, el uso correcto del poder, la responsabilidad, la ética del trabajo – se puede ir por la línea.»