Cuando tiene pequeños fibromas (tumores no cancerosos en el útero), es posible que no tenga ningún síntoma. Puede que ni siquiera sepa que están ahí. Pero cuando los tumores son grandes, pueden causar problemas como dolor pélvico, menstruaciones abundantes, estreñimiento y problemas de vejiga.
Hoy vamos a hablar de los fibromas y la vejiga: por qué están conectados y cómo puede tratar los síntomas. En primer lugar, vamos a explorar por qué los fibromas pueden impactar en su necesidad de orinar.
Según una investigación publicada en el Journal of American Obstetrics & Gynecology, los miomas grandes cambian el tamaño de su útero. Y, cuando el útero cambia de tamaño, puede ejercer presión sobre la vejiga, provocando una necesidad frecuente y urgente de orinar.
Ese mismo estudio descubrió que, cuando las mujeres trataban sus fibromas, su necesidad de orinar se hacía menos frecuente. Sin embargo, lo que no desapareció fue la «incontinencia de urgencia» que muchas mujeres experimentaban. La incontinencia de urgencia es una necesidad repentina y urgente de orinar. Significa que la vejiga pasa de «estar bien» a «estar a punto de tener un accidente» casi sin previo aviso. Y, dado que el tratamiento de los fibromas no siempre elimina este síntoma por sí solo, aquí tienes algunos consejos útiles para volver a entrenar tu vejiga, por cortesía del Colegio Americano de Médicos.
Realizar el reentrenamiento de la vejiga después de los fibromas
El objetivo principal de reentrenar la vejiga es ir al baño con menos frecuencia cada día. Así que, para empezar, la ACOP recomienda llevar un ‘diario de orina’, registrando el número de veces, y la hora a la que se orina cada día. El objetivo es alargar el tiempo entre cada viaje al baño. Para ayudarte a prolongar el tiempo entre las visitas al baño, sugieren lo siguiente:
- No te apresures a ir al baño cuando sientas la necesidad de orinar. Quédese sentado e intente aguantar el mayor tiempo posible.
- Evite ir al baño «por si acaso».
- Distraiga sus pensamientos sobre la micción cuando sienta la necesidad.
- Intente retrasar las idas al baño apretando los puños o cruzando las piernas.
- Practique los ‘kegels’ (ejercicios del suelo pélvico) para que le resulte más fácil aguantar la orina.
- Manténgase hidratada para evitar las infecciones del tracto urinario.
- Evite las bebidas con cafeína, ya que aumentan su necesidad de orinar.
Los problemas de control de la vejiga pueden ser embarazosos y pasar factura a su vida. Pero, con un tratamiento adecuado de los fibromas y un poco de reentrenamiento de la vejiga, ¡puede volver a sentirse como usted misma!