«Atención plena» se ha convertido en una palabra de moda en los últimos años. No es improbable que usted, o un amigo o familiar, haya probado una clase de meditación, descargado la aplicación Headspace o Calm, o participado en un entrenamiento de mindfulness patrocinado por el lugar de trabajo. Así que tal vez ya tengas un poco de conocimiento sobre la atención plena, que puede describirse como prestar atención a los propios pensamientos y sentimientos de una manera amable, curiosa y basada en el momento presente.
Aunque todo el bombo y platillo que rodea al mindfulness puede hacer que a veces parezca más una moda que un tratamiento, hay pruebas de que practicar mindfulness puede aliviar algunos problemas de salud física y mental. En particular, se ha demostrado que un curso de ocho semanas llamado Reducción del Estrés Basado en la Atención Plena (Mindfulness-Based Stress Reduction) mejora una serie de condiciones de salud física y mental, incluida la ansiedad. En esta clase de grupo, los alumnos aprenden técnicas de meditación y principios para vivir con atención, y practican lo aprendido meditando a diario. La mayoría de los profesores coinciden en que la práctica regular sienta las bases de la vida consciente: Si se toma conciencia de la respiración y de las sensaciones corporales, se puede entrenar al cerebro para que sea consciente también de los pensamientos y las emociones. Esto puede ayudar a uno a responder a todo tipo de sentimientos difíciles, físicos y emocionales, de una manera más útil que reaccionar automáticamente o sin conciencia.
Desde que se han sacado a la luz muchos de los beneficios del mindfulness, mis pacientes con ansiedad me han preguntado en múltiples ocasiones: «¿Debería probar el mindfulness para ayudar a mi ansiedad?» He respondido a esta pregunta contestando que la práctica de mindfulness ciertamente podría conducir a una mejora de los síntomas de ansiedad, ya que puede romper potencialmente los procesos y patrones de pensamiento habituales que exacerban la ansiedad. Sin embargo, los investigadores aún no saben si el entrenamiento en mindfulness es tan eficaz como otros tratamientos estándar para la ansiedad, como la medicación o la terapia cognitivo-conductual, que se consideran los tratamientos estándar de primera línea. Por esta razón, la práctica de mindfulness no se suele prescribir como tratamiento principal para la ansiedad.
Esta falta de conocimiento sobre la utilidad del mindfulness en comparación con otros tratamientos para la ansiedad es la razón por la que mi equipo de investigación del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, el Hospital General de Massachusetts y la Universidad de Nueva York Langone Health está llevando a cabo un ensayo clínico a gran escala en el que se compara la eficacia de la meditación de mindfulness (en concreto, la Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena) con el tratamiento «estándar de oro» de la medicación (en concreto, el fármaco antidepresivo Lexapro, que cuenta con la aprobación de la FDA para su uso en el trastorno de ansiedad generalizada). Mis colegas y yo queremos ser capaces de responder a la pregunta, «¿Debería probar el mindfulness para ayudar a mi ansiedad?» con una respuesta más clara: queremos ser capaces de decir a nuestros pacientes si la meditación de mindfulness es o no es probable que ayude tanto como el tratamiento de referencia.
Esta es una pregunta tan importante de responder porque muchas personas se resisten a tomar la medicación o comenzar la psicoterapia debido a la disponibilidad, el estigma o los efectos secundarios asociados a esos tratamientos. Si la meditación de atención plena es realmente tan eficaz como estos otros tratamientos, las personas que son reticentes a la medicación o a la terapia podrían seguir con confianza la práctica de la atención plena como tratamiento para su ansiedad. Además, las compañías de seguros podrían estar interesadas en pagar las clases de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena para los pacientes que luchan contra la ansiedad, lo que haría este tratamiento mucho más accesible.
Si la Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena resultara no ser tan eficaz como la medicación en general, esto seguiría siendo una información útil. Los investigadores podrían investigar qué tipos de síntomas o qué tipos de pacientes son más propensos a beneficiarse de la práctica de la atención plena que otros.
Aún no sabemos si la Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena es un tratamiento alternativo igualmente eficaz para la ansiedad. Mientras tanto, si estás interesado en la meditación de atención plena, vale la pena que aprendas más, que te inscribas en una clase de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena, en una Terapia Cognitiva Basada en la Atención Plena o incluso que asistas a una clase de yoga online que incluya la meditación, además de seguir el tratamiento que actualmente sabemos que funciona muy bien para la ansiedad, como la medicación o la terapia cognitivo-conductual. Si ya estás en psicoterapia, puedes hablar con tu terapeuta sobre si el entrenamiento en mindfulness podría ser útil para ti. Cuando terminemos nuestro estudio, podremos decir algo sobre cómo el entrenamiento en mindfulness se compara con los mejores tratamientos para la ansiedad, así que ¡esté atento!
Si reside en Nueva York, Massachusetts, Maryland, Virginia o el Distrito de Columbia y experimenta ansiedad, puede ser elegible para participar en nuestro estudio de investigación. Visite https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT03522844 para obtener más información y póngase en contacto con el equipo del estudio si está interesado en participar.
Este blog fue publicado en ADAA el 20 de noviembre de 2020.
Acerca de los autores
Elizabeth Hoge, MD
La Dra. Elizabeth Hoge es la Directora del Programa de Investigación de Trastornos de Ansiedad en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown. Su investigación se centra en los tratamientos para los trastornos de ansiedad, incluyendo la medicación, la psicoterapia y la atención plena, y el examen de los biomarcadores de ansiedad, estrés y trauma. Tiene más de 50 publicaciones en la literatura de investigación médica y forma parte del Consejo Científico de la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión.
Caroline Armstrong
Caroline Armstrong, licenciada, trabaja en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown como asistente de investigación y coordinadora del estudio que compara la eficacia de la reducción del estrés basada en la atención plena y la farmacoterapia para la ansiedad. Es licenciada en Psicología e Inglés por la Universidad de Duke, donde contribuyó a la investigación sobre las amistades de los adolescentes, el perfeccionismo y el tratamiento de la anhedonia.