Una receta por excelencia de Acción de Gracias que utiliza remolachas, hierbas y un buen aceite de oliva. La receta es increíblemente fácil, nutritiva y el aroma es escandaloso. Disfruta!
- 6 remolachas
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 pizca de romero fresco
- 1 pizca de tomillo
- 2 dientes de ajo pequeños
- sal y pimienta al gusto
- Queso de cabra
Precalienta el horno a 350. Limpia la tierra de las remolachas. La piel se desprenderá después de que se cocinen, así que no es necesario fregar las remolachas. Recorte las remolachas por ambos extremos. Coloque papel de aluminio en una bandeja para galletas o en una sartén, y luego coloque las remolachas encima del papel de aluminio, junto con el ajo. Rocíe con aceite de oliva y espolvoree el romero, el tomillo, los dientes de ajo enteros, la sal y la pimienta. Asegúrate de que las remolachas se cubren con el aceite y las especias. Añade 1 taza de agua a la olla antes de cubrirla bien con papel de aluminio. Si quieres, también puedes cubrir la sartén con pergamino y luego con papel de aluminio.
Asar en el horno durante 45 minutos, o hasta que las remolachas estén tiernas con un tenedor. Es posible que tenga que cocinar las remolachas más grandes durante más tiempo. Las remolachas saldrán bien cocidas y tiernas. El líquido de cocción sobrante se puede enfriar y rociar sobre el plato terminado. Una vez que las remolachas asadas se hayan enfriado lo suficiente como para poder tocarlas, apriete suavemente la remolacha para abrir la piel y pélela. Córtala en rodajas y añade unas cucharadas de queso de cabra. Puedes servir las remolachas asadas con un chorrito de vinagre balsámico sobre una ensalada o simplemente con un buen pan. Sugerencia: para obtener un toque extra delicioso, reduce el vinagre balsámico y simplemente rocía el vinagre reducido sobre las remolachas. YUM!