Minerva Mirabal
Minerva Mirabal, la tercera hermana, es la cabecilla de «las mariposas». Es la hermana más espabilada, más inteligente y posiblemente la más valiente (aunque creemos que todas son realmente valientes). Minerva es la que trae las conexiones revolucionarias a la familia, y la primera en abrir los ojos a la injusticia en la sociedad.
Inquieta
Desde pequeña Minerva es inquieta, sabe que quiere estudiar derecho. Discute con su madre mucho antes de que empiecen los problemas, diciéndole: «Ya es hora de que las mujeres tengamos voz en la dirección de nuestro país» (1.1.65). Incluso esa clase de declaración es peligrosa, porque podría verse como una crítica a Trujillo, pero Minerva siempre dice lo que piensa.
No puede esperar a irse al internado, para empezar a dar pasos hacia su sueño. Se compara a sí misma con un conejito en una jaula porque siempre tiene que pedir permiso para todo. Incluso llega a intentar liberar a un conejo de verdad, sólo que cuando lo intenta no consigue que se aleje rebotando:
¡Pero ella no se movería! Estaba acostumbrada a su pequeño corral. Seguí dándole bofetadas, cada vez más fuertes, hasta que empezó a gemir como una niña asustada. Yo era el que la lastimaba, insistiendo en que fuera libre.
Conejita tonta, pensé. No te pareces en nada a mí. (1.2.4-5)
Minerva es como el conejo de la jaula; ha crecido pero está confinada en su casa. Pero ella, a diferencia del conejo, no está acostumbrada a su jaula: sabe que quiere salir y no puede esperar a tener la oportunidad.
La inquieta niña Mirabal está celosa de sus amigos de la capital y está segura de que ellos lo están pasando mucho mejor que ella:
Lo peor de todo fue recibir las noticias de Elsa y Sinita en la capital. Estaban recibiendo una clase de Teoría de los Errores que pondría los pelos de punta a Sor Asunción hasta debajo de su toquilla. Habían visto a Tin-Tan en Tender Little Pumpkins, y habían ido al club de campo a escuchar a Alberti y su banda. ¡Y había tantos hombres guapos en la capital! (2.6.9)
Elsa y Sinita están viviendo el sueño que Minerva ha planeado para sí misma. Las clases universitarias, la cultura y, sí, los chicos guapos la inspiran. Es todo aquello a lo que no tiene acceso en casa, y se muere por salir.
Una idealista
Aunque Minerva es un poco rebelde (vale, mucho) basa su rebeldía en sus principios. En realidad es muy idealista, siempre busca la justicia en cada pequeña cosa. Por ejemplo, cuando conoce a Sinita por primera vez le pregunta si pueden dormir una al lado de la otra en lugar de que les asignen las camas por orden alfabético:
Sor Milagros dudó, pero luego una mirada dulce apareció en su rostro. Claro que sí, dijo. Pero cuando otras chicas le preguntaron, dijo que no. Hablé de inmediato: «No me parece justo que hagan una excepción con nosotras». (1.2.30)
Aunque Minerva tiene lo que ella y su amiga quieren, no es suficiente. Ella piensa que deben aplicarse las mismas reglas a todos para que nadie sea más o menos privilegiado que otro. Esta es la política idealista que llevará en su vida posterior.
Cuando se involucra con Lío su política se ve comprometida por su tentación de enamorarse de él. Pero sus ideales son más fuertes:
Lo único que sabía era que no me iba a enamorar, por mucho que creyera que Lío lo merecía. ¿Y qué? Discutía conmigo misma. Qué es más importante, el romance o la revolución? Pero una vocecita seguía diciendo: las dos cosas, las dos cosas, quiero las dos cosas. De un lado a otro iba mi mente, tejiendo un sí de noche y deshaciéndolo de día hasta llegar a un no. (2.6.24)
Sus ideales diurnos ganan.
Su idealismo tampoco muere en la cárcel. Mate se queja en su diario de los principios de su hermana:
Podríamos haber salido con Miriam y Dulce hace una semana entera. Pero no, las Mirabal teníamos que dar buen ejemplo. Aceptar un indulto significaba que pensábamos que teníamos algo que perdonar. Además, no podíamos ser libres si no se ofrecía a todos los demás la misma oportunidad. (3.11.99)
Así que la cuestión es que Minerva pone su dinero donde está su boca.
Un mundo mejor
¿Por qué Minerva es como es? Qué le da fuerzas para seguir en la cárcel cuando podría escapar? Hay pistas en la novela que nos dicen que es su creencia en un mundo mejor, en un futuro mejor para su país.
Por ejemplo, cuando las chicas están fuera del colegio, Minerva intenta que no se le desarrollen los pechos para no llamar la atención de Trujillo y acabar como su amiga Lina (1.2.107). Cree que puede controlar el destino y escapar del régimen autoritario.
Cuando Mate le pregunta por qué hace algo tan peligroso como ir a reuniones secretas y prohibidas, Minerva dice: «lo más extraño. Ella quería que creciera en un país libre» (1.3.100). Está pensando en su hermana, nueve años menor que ella, y quizás en sus futuros hijos. Arriesga su vida por la de ellos.
Es la misma historia cuando su padre es encarcelado. Minerva pasa tanto tiempo ayudando a un anciano a rellenar su ficha que pierde su turno para preguntar por su padre:
Mamá suspira cuando le digo que tenemos que volver mañana. «Ay, m’ijita», dice. «Vas a pelear la lucha de todos, ¿no?»
«Todo es la misma lucha, mamá», le digo. (2.6.229-230)
Mamá en realidad sólo está pensando en su caso, pero Minerva está pensando en toda la sociedad. Cree que sus acciones no la afectan sólo a ella, sino a todo su país. Todo es una gran lucha.