Mitos del calendario de la Cuenta Larga Maya

Durante innumerables años, se ha predicho que el mundo se acabaría en una fecha determinada. A medida que esas fechas se han ido sucediendo sin incidentes, han surgido nuevas fechas por parte de los profetas del fin del mundo con poca base en la ciencia. El calendario de la Cuenta Larga Maya, que termina el 21 de diciembre de 2012, es la más inminente de ellas, y algunos dicen que los mayas predijeron el fin del mundo en esa fecha. Aunque los científicos creíbles evitan tales predicciones, el calendario maya merece, sin embargo, una mirada más atenta.

El calendario maya consta de tres calendarios separados que se utilizan simultáneamente: la Cuenta Larga, el Tzolkin (calendario divino) y el Haab (calendario civil). Los dos últimos calendarios identifican los días; la Cuenta Larga identifica los años. Los tres calendarios funcionan juntos como una serie de ruedas entrelazadas de diferentes tamaños, cada una de las cuales marca un lapso de tiempo diferente.

El calendario Tzolkin es un calendario de 260 días, con días numerados del 1 al 13 en un ciclo continuo, para 20 ciclos a lo largo del año. Estos ciclos marcan eventos religiosos y ceremoniales.

El Haab es un calendario solar de 365 días compuesto por 18 meses de 20 días cada uno y un mes de cinco días. Estos dos juntos forman el Calendario Redondo, que se repite en intervalos de 52 años. El calendario redondo todavía se utiliza en algunas partes de Guatemala.

En algún momento, posiblemente a partir del año 300 a.C., el calendario de la cuenta larga se añadió al calendario redondo. La Cuenta Larga es un calendario astronómico, en el que cada ciclo universal dura 2.880.000 días. Se ha determinado que la fecha de inicio del calendario de la Cuenta Larga es el 11 de agosto de 3114 a.C. en el calendario gregoriano, o el 6 de septiembre en el calendario juliano. La fecha marca la creación del ser humano, según los mayas.

Es un mito que los mayas inventaron el calendario. Los calendarios Haab y Tzolkin ya existían, y se remontan a alrededor del 2.000 a.C.; los mayas fueron simplemente una de las culturas que lo utilizaron. La inscripción más antigua que se conoce de una fecha de la Cuenta Larga es del año 36 a.C., en el sitio arqueológico de Chiapa de Corzo, en Chiapas, México. Debido a que éste se encuentra fuera del territorio maya, se cree que el primer uso del calendario de la Cuenta Larga es anterior a los mayas. Sin embargo, los mayas introdujeron mejoras en el calendario.

Una fecha típica maya sería una combinación de los tres calendarios, por ejemplo: 13.0.0.0 4 Ahau, 8 Kumku. El 13.0.0.0 es la fecha de la Cuenta Larga, el 4 Ahau es la fecha del Tzolkin, y el 8 Kumku es la fecha del Haab. Al final del 13º baktun, el calendario de la Cuenta Larga se reinicia a 0.0.0.0.

Los antiguos mayas supuestamente creían que con cada fin del ciclo universal, el propio Universo se «reiniciaba» terminando y volviendo a empezar – no sólo el calendario – de ahí la interpretación del día del juicio final. Esta interpretación fue alentada por una tablilla de piedra de 1.300 años de antigüedad procedente del yacimiento arqueológico de Tortuguero, en México, que contiene jeroglíficos que representan al dios maya de la creación y la guerra, Bolon Yokte, al final del 13º baktun.

Sin que los mayas hayan indicado ninguna amenaza específica, han surgido varias teorías sobre el día del juicio final. Tales amenazas incluyen un meteorito, un cometa, un asteroide o el recién descubierto planeta «Nibiru» que colisiona con la Tierra; la inversión de los polos magnéticos, causando una serie de megaterremotos; incluso un agujero negro que aparece espontáneamente cerca de la Tierra para tragársela entera. Científicos creíbles, por supuesto, han desacreditado estas profecías por ser irreales, al menos en términos de inminencia.

El descubrimiento más reciente que desacredita el mito del día del juicio final fue anunciado en mayo de este año en Science por William Saturno, profesor de arqueología de la Universidad de Boston, cuando descubrió evidencia en el sitio de Xultun en Guatemala que indica que el tiempo está marcado más allá del año 3500.

Es otro mito que los mayas apoyan la teoría del día del juicio final. En 2011, Lobo Errante, también conocido como Don Alejandro Cirilo Pérez Oxlaj, Gran Anciano Maya, líder del Consejo Nacional de Ancianos Mayas, Xincas y Garífunas, hizo una declaración de que el fin del ciclo simplemente representa el comienzo de uno nuevo, no el fin del mundo. Dijo: «2012 no es el fin del mundo, ni nunca predijimos que se acabaría: ni ahora, ni al final de nuestro calendario de la Cuenta Larga, ni el 21 de diciembre de 2012». En cambio, los mayas creen que anuncia el Cambio de las Eras, una era de conciencia expandida.

La mayoría de la gente parece estar descansando más tranquila sobre las predicciones del fin del mundo y está descartando la idea. Sin embargo, inevitablemente, los predictores del fin del mundo elegirán otra fecha en algún momento en el futuro, basada en una evidencia científica aún menor que el reajuste del calendario de la Cuenta Larga maya.

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