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¿Las hormigas tienen sangre? – Sita, 4 años, Murwillumbah
¡Gran pregunta, Sita! La respuesta corta es que las hormigas tienen algo parecido a la sangre, pero los científicos lo llaman «hemolinfa». Es de color amarillento o verdoso.
En los vertebrados (animales con columna vertebral como los humanos, los gatos, los perros, las serpientes, los pájaros y las ranas) la función principal de la sangre es mover cosas importantes por el cuerpo. Traslada cosas como los nutrientes de los alimentos, los desechos y el oxígeno del aire a donde sea necesario para que el cuerpo funcione correctamente. Tu sangre es roja porque contiene muchos paquetes diminutos llamados «glóbulos rojos», que transportan el oxígeno por todo el cuerpo.
Las hormigas y otros insectos también tienen un líquido dentro de su cuerpo que mueve los nutrientes. Aunque este líquido realiza algunas de las mismas funciones que la sangre, es más correcto llamarlo hemolinfa.
Una diferencia importante entre la sangre y la hemolinfa es que ésta no mueve el oxígeno por el cuerpo de los insectos.
La razón por la que la sangre de los insectos suele ser amarillenta o verdosa (no roja) es que los insectos no tienen glóbulos rojos. A diferencia de la sangre, la hemolinfa no fluye a través de los vasos sanguíneos como venas, arterias y capilares. En su lugar, llena la cavidad principal del cuerpo del insecto y es empujada por su corazón.
Inspirar, exhalar
Tal vez te preguntes cómo los insectos mueven el oxígeno por su cuerpo sin la ayuda de los glóbulos rojos. La respuesta es que los insectos llevan el oxígeno a sus órganos de una forma muy diferente a la de los humanos.
En los humanos, el oxígeno entra en nuestro cuerpo a través de la boca o la nariz y luego va a los pulmones. Los pulmones pasan el oxígeno a los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno por todo el cuerpo.
Los insectos, en cambio, respiran a través de unos pequeños agujeros en el lateral de su cuerpo llamados «espiráculos». Cada espiráculo conduce a unos tubos de aire llamados tráqueas que se ramifican por todo el cuerpo. Los tubos de aire llevan el oxígeno directamente a los órganos del insecto sin necesidad de la ayuda de los glóbulos rojos.
El sistema de respiración de los insectos no funciona muy bien en los animales más grandes porque el oxígeno no puede viajar lo suficientemente lejos por los tubos para llegar a los órganos. Por eso los insectos suelen ser pequeños.
Hace unos 250 millones de años, cuando había mucho más oxígeno en el aire, algunos insectos sí crecían hasta alcanzar tamaños sorprendentes. Un tipo de libélula, por ejemplo, tenía alas de casi un metro de longitud. Esa es la distancia que recorre un adulto medio en un solo paso
Algunos insectos utilizan su hemolinfa de forma inusual. Cuando se ven amenazados por un depredador, los escarabajos de las ampollas pueden lanzar chorros de hemolinfa desde sus rodillas. Esto puede parecer una forma tonta de defenderse, pero es muy eficaz porque la hemolinfa contiene sustancias químicas venenosas que pueden herir o matar a los depredadores.
La sangre y la hemolinfa son dos líquidos sorprendentes que mantienen vivos a diferentes tipos de animales.
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